miércoles, 28 de octubre de 2015

Sliding Doors

Al igual que Corre Lola, Corre, esta película plantea distintos escenarios a partir de un mismo hecho. A diferencia de la primera, en Sliding Doors sólo existen dos posibilidades hacia donde pudo dirigirse la historia y estas son ampliamente distintas entre sí.

El film pretende denotar cómo detalles tan insignificantes en apariencia pueden tener un peso importante en el rumbo que tomen algunos acontecimientos. Las causas y efectos de la acción humana están determinados por una gran cantidad de factores: decisiones, recursos, elementos, agentes, e incluso circunstancias no previstas. En este contexto se desenvuelve la historia; a partir de que Gwyneth Paltrow -protagonista de la película-, pierde su empleo, su vida da un giro radical (inmediato en el primer escenario y a largo plazo en el segundo).

Retomando un poco a Berger y Luckmann en La construcción social de la realidad, considero que nuestras acciones de la vida cotidiana (tales como ir al trabajo, regresar a casa y otras tantas actividades vistas en el transcurso de la película), se realizan de una manera mecánica, de tal manera que poco nos detenemos a pensar en los modos de llevarlas a cabo o en las alternativas con que contamos si no deseamos llevarlas a cabo. 

Por supuesto que los seres humanos de alguna manera necesitamos dar por sentado ciertos aspectos de la realidad, pues de lo contrario, sin algunos de esos "rituales" del día a día, estaríamos llenos de incertidumbre y probablemente las cosas serían un tanto más caóticas. Sin embargo, creo que la clave está en pensar que la realidad que se nos muestra, no es la única posible y que si bien la sociedad construye al individuo, el individuo también cuenta con la capacidad de construir y/o modificar a la sociedad. De pronto debemos pensar en alternativas que nos permitan romper con esa dinámica estática; sobre todo si dicha dinámica nos mantiene en circunstancias distintas a las que deseamos. 

Cito a Berger y Luckmann (1996):

Entre las múltiples realidades existe una que se presenta como la realidad por excelencia. Es la realidad de la vida cotidiana (...) ésta se impone sobre la conciencia de manera masiva, urgente e intensa en el más alto grado.

La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del "aquí" de mi cuerpo y el "ahora" de mi presente. Sin embargo, esta realidad no se agota por estas presencias inmediatas, sino que abarca fenómenos que no están presentes "aquí y ahora".


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