jueves, 30 de abril de 2020

Bicicleta verde







Bicicleta verde

Wadjda nos invita a ver el mundo con sus ojos. Desde un conocimiento de su cuerpo como utilitario a sus obligaciones maritales, culturales;  cubriendo su cuerpo en función a no hacerlo visible e incite al ojo masculino, o a crítica de quienes más. Misma que lleva su vida con grandes represiones corpóreas, con una tajante dictadura de cómo ser mujer; sin cantar, sin bailar, sin poder tener una opción de movilidad individual, sin ser miradas como rebeldes indeseables o negando su cultura. No solo siendo una mujer casada, sino desde niñas… Desde la infancia existe esta negación de su ser imposibilitante para ser mujer. La bicicleta verde como símbolo de resistencia, aprendiendo la desobediencia para lograr andar sobre una opción de movilidad que, no solo a Wadjda en Arabia Saudita se le ha negado, sino también acá a nosotras. Enhorabuena, siglo XXI,  haciéndonos de un mundo sobre ruedas para nosotras.
 Reconstruyéndonos como mujeres.

domingo, 26 de abril de 2020

Covid-19


Hace un par de días leía un artículo y escuche una charla de Raúl Zibechi sobre su opinión y análisis de la situación mundial que estamos viviendo por la pandemia de coronavirus.
Tanto en la charla como en la lectura Raúl Zibechi habla sobre el tema de mayor importancia a nivel mundial, el coronavirus. Quizás para muchos puede ser un poco fastidioso que sea del único tema que abordan a través de todos los medios, pero claro está que este hecho es un hecho histórico y se tiene que abordar de todas las formas posibles.
Zibechi lo analiza en un contexto político-económico, hace una comparativa de los diferentes países, la manera en la que los gobiernos manejaron la pandemia, el impacto que tuvo en la salud de la población, en la economía y movilidad de los mismos.
Hace énfasis en el hecho de que en países asiáticos el impacto en economía no fue tan gravoso como lo será en la unión europea y América Latina, menciona que es China fue necesario el aislamiento total de dos ciudades y el paro total de producción, pero que el resto del país se encargó de brindarles apoyo para superar es mala racha, en Japón no fue necesario para las la producción, aquí considero de suma importancia para el éxito de la medidas precautorias la cultura, educación y gobierno de estos países, es bien sabido que los asiáticos son personas ordenadas, tienen un régimen político que de una forma u otra los obligada a llevar un ritmo de vida particular. El estado se organizó de una manera en la que la economía del país pudiera reactivarse rápido pasado el primer brote de contagios de coronavirus. 
 Muy diferente a la manera en la que lo manejó Boris Johnson el primer ministro de Reino Unido, al inicio de la contingencia, él no tomó medidas precautorias pues decía que era mejor que se enfermaran todos los que se debían enfermar y así adquirieran la “inmunidad” al virus y que se murieran los que debían morirse, como una especie de “selección natural”,  pero avanzada la crisis, estudios revelaron que una persona no genera inmunidad al virus, se presentaron casos donde un paciente ya recuperado de coronavirus volvía a contraer la enfermedad. Ahí fue donde implemento de manera tardía el confinamiento de la población, en este punto el número de contagios ya era muy alto y derivó en un colapso del sistema salud.                                                                                                             
No solo el sistema de salud se vio afectado, Reino Unido es un país importador de alimentos, sumando la reciente aprobación del Brexit y esa incertidumbre que ya se tenía sobre el futuro económico de país, complicó más la situación, era verdaderamente triste la situación los supermercados estaban completamente vacíos, la comida solo se conseguía on-line con una fecha de entrega 15 días posterior a la compra y con un límite de artículos en cada compra sin importar la cantidad de personas que habitaran en ese domicilio. Nadie puede salir de casa, solo para lo indispensable y solo un integrante por familia, las multas por salir son muy elevadas.
El punto en Reino Unido llegó a ponerse tan crítico que el estado envió cartas a la población en busca de voluntarios para centros de cuidados de personas contagiadas por coronavirus, los médicos ya estaban infectados y muchos de ellos ya habían muerto por complicaciones, incluso Boris Johnson fue uno de los pacientes críticos de coronavirus, de la familia Real el príncipe Carlos dio positivo y como ellos muchos más, a pesar de la horrible situación que se vivía semanas pasadas en Inglaterra, la población se mantenía “en calma” siguiendo las medidas de confinamiento, no hay fecha posible para el término del aislamiento pero están seguros que para Reino Unido así como para el resto del mundo nada será igual.
En cambio en Estados Unidos, otro de los países más afectados como Italia y España, la situación es muy diferente.
El número de muertos llegó a un topa de 2000 diarios, el colapso del sistema de salud, de la producción y la economía del país van de la mano, los cuerpos de los contagiados por coronavirus son cremados lo más rápido posible para evitar situaciones como la que se vive en Ecuador, donde se están tomando medidas de emergencia, los cuerpos son cremados en la calles o el estado está repartiendo ataúdes de cartón, en Estados Unidos los servicios de cremación trabajan sin descanso, en los hospitales los cuerpos son apilados y congelados en lo que llega su turno para ser cremados. El comercio y la producción se están viendo gravemente afectados, la economía de las familias  está en números rojos y pareciera que a su presidente Donald Trump lo único que le preocupa es reactivar el comercio, poco habla de los muertos y de los miles de contagiados, quiere terminar de una manera rápida y drástica con el confinamiento, la población teme un caos y un ola de violencia, sumando la reciente decisión del presidente de retener el financiamiento para la OMS  (Organización Mundial de la Salud) por una supuesta “mala gestión y encubrimiento de la expansión del coronavirus” hacen que Estados Unidos pierda potencia a nivel mundial, dejando muy en claro el objetivo y la visión que tiene Trump ante situaciones verdaderamente preocupantes
Es para mí angustiante la situación de nosotros los mexicanos, como mencionaba Zibechi, en América Latina  no contamos con fondos o programas de paro laboral como en países europeos, en México como en la gran mayoría de países de América central y América del sur un alto porcentaje de empleos son informales. Gran parte de la población tiene un empleo informal y vive al día, podría asegurar que todo conocemos mínimo una persona que en este confinamiento está sufriendo por sobrevivir la situación, muchos otros se arriesgan y salen a trabajar vendiendo artículos con entrega a domicilio  y con el riesgo de contagiarse o recibir una multa. El comercio en México está afectado de una manera irreversible. Terminando el aislamiento muchos negocios no volverán a abrir, la tasa de desempleo aumentará considerablemente.
Tomando en cuenta el sistema de salud tan deficiente que siempre hemos tenido y el que aún no alcanzamos el tipo máximo de contagios me preocupa la situación que se pueda venir, desde un inicio la cultura que tenemos en México del típico “a mí no me pasa nada” hacen que esto pueda complicarse más, algunas grandes empresas de producción se “ampararon” para no suspender labores como es el caso de Jabil, que las únicas medidas de prevención de contagios es tomar la temperatura de los empleados al ingreso a la planta y un cubre bocas, la distancia entre empleados no existe, siguen trabajando uno a un lado del otro.
Una ventaja que tenemos en México es que es un país productor, podemos vivir fácilmente con lo producido en tierras mexicanas, pero si volteamos nuevamente al tema socio-cultural y el estado, desde semanas atrás se ha dejado ver en redes sociales que cierto grupo de personas que no respetan las medidas de confinamiento y siguen haciendo reuniones en casa y fiestas a puerta cerrada otros que incitan a los saqueos, en lugar de apoyarnos y cuidarnos entre nosotros, apoyar el comercio local unos con otros, hacemos todo lo contrario, seguir afectándonos unos a otros, si vemos que por parte del estado no hay un apoyo real, que las medidas son tomadas solo para beneficio publicitario y de poder, concuerdo con Zibechi que hay que unirnos y crear redes de apoyo.
Sabemos que en México vamos muy atrás de otros países en el ciclo de la pandemia y que aún no llegamos a parte más crítica así que el futuro cercano de nuestro país a mi parecer es alarmante.  
La pandemia no solo nos está afectando de manera económica y de salud física, sino también en el medio social y emocional. La vida como la conocíamos cambio de la noche la mañana, las escuelas están cerradas, está restringido el contacto físico entre las personas.
Las relaciones sociales están encasilladas a los medios de comunicación tecnológica y redes sociales, al igual que el sistema de educación. Ahora todo debe ser transmitido por medio de plataformas y hace más complicada la interacción entre los integrantes del círculo social.
Todas las observaciones se tienen que realizar a través de una pantalla y es nuestra única mirada al mundo exterior que podemos tener.
Pero tampoco considero de que todo sea malo, con este confinamiento siento que las familias podrán reunirse nuevamente, en la actualidad vivíamos tan a la carrera siempre, con tantas preocupaciones  y actividades diarias que nos olvidábamos un poco de esos que siempre han estado ahí, bajo el mismo techo, la era tecnológica los unió tanto a los que estábamos lejos pero nos separó de los que tenemos cerca así que podemos tomar esto como una nueva oportunidad de unirnos como familias y no olvidando ese respiro que se le dio al planeta, la recuperación de ecosistemas y la reproducción de especies en peligro, la mejora en la capa de ozono, la reducción de la contaminación entre otras. Espero que esto también nos sirva con conciencia social para darnos cuenta que nosotros somos el problema más grande del medio ambiente.






Raúl Zibechi

Charla Una mirada global Zibechi

miércoles, 22 de abril de 2020

¿Muchacha estás casada?, Muchacho ¿queda algo sagrado?


 Muchacho ¿queda algo sagrado?


Universidad de Guadalajara: Lic. en Sociología
Isaac de J. Palma Córdova
02-04-2020
  



Siempre se produce esta sensación de extrañamiento ante lo diferente. Uno queda ante el límite de lo “normal”.  Sobre todo en un documental como este, pues, realmente no se dice mucho de lo que estamos observando, es decir, no hay interpretador de lo que estamos viendo. Es una experiencia burda, incluso bruta de la alteridad. Es lo que vemos, sin alguna mediación que nos permita entender las normas de los gitanos. Resulta aún más impactante el saber que comparten tu ciudad, como una comunidad sin reconocimiento, que tiene su propio idioma y de gran herencia histórica. El documental tiene esa particularidad, colocarte en una situación de extrañamiento, solo te deja ahí, frente a lo distinto.

            Pero esta experiencia me ha dejado atónito, más de lo usual con relación a experiencias similares. Y radica en el interés por mantener las tradiciones y las normas de su comunidad. Realmente las entrevistas no explican el por qué de sus tradiciones, ni las razones de su intención por mantenerlas. Sin embargo, las preservan. Probablemente muchas de esas tradiciones que estén fundadas en una cuestión de temor o miedo a la corrección social interna de la comunidad. Pero la cohesión social se presenta explícitamente: los integrantes de la comunidad gitana tiene muy clara la línea moral, la importancia de la tradición. Aquí, lejos de especular la razón por la cual se preserva una moral muy definida, en conjunto con sus ritos, quisiera, pues, señalar otro acontecimiento paralelo a estas formas de vida.

La modernidad, en su desarrollo, ha pulverizado muchas tradiciones, opresoras o no, se ha devorado las tradiciones, normas y costumbres de miles de comunidades. Más, existe una figura paradójica que anhela el regreso de lo destruido: el patrimonio cultural inmaterial. La UNESCO  (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) busca reforzar los vínculos entre naciones por medio de las culturas. Para ello recurre a la declaración de patrimonio cultural que pretende salvaguardar elementos culturales de las naciones. Resulta interesante pensar que se trata de una nominación que “intenta” devolverle un halo sacro a las tradiciones. Sorprende aún más que resulte necesaria está figura para preservar las tradiciones, desde una promoción estatal. Y me surge la pregunta de ¿Cómo es que llegamos al punto de necesitar algo así para cuidar la cultura?

Al mirar a los gitanos en Guadalajara y Zapopan, nos preguntamos si ellos necesitan de tal nombramiento para preservar su cultura. La cultura, no se asigna o se reconoce, se hace con las personas que la viven día a día y que la respetan ¿Por qué la necesidad de recurrir a un organismo internacional? ¿Qué es lo que realmente pretende la UNESCO al nombrar culturas? ¿Qué esconde la necesidad de una marca-nación?

La Bicicleta Verde

Por: Alejandra Colin


La bicicleta verde no es un juguete es un símbolo de resistencia, que aunque tenemos claro que no es para nada uno de los retratos más crudos de la lucha de la mujer en Arabia Saudí, Wadjda nos muestra lo que es ser una niña en una sociedad conservadora, en una sociedad donde la mujeres tienen que estar cubiertas de los pies a la cabeza, no pueden cantar, y no pueden andar en bicicleta, son acosadas y casadas desde muy pequeñas, nos muestra el retrato de una mujer que solo sirve para darle de comer a su esposo. Alegra, rebelde y que resiste así es Wadjda ¿cuantas veces no nos hemos sentidos identificadas con esta niña de 10 años? ¿Cuántas veces no hemos querido esa bicicleta verde y nos dijeron que no podíamos tenerla porque éramos mujeres? claro, la bicicleta verde es una metáfora de una sociedad donde aún en pleno siglo XXI se reprime a niñas y mujeres, nos dicen que no podemos acceder a las mismas posibilidades y oportunidades que los hombres, pero también somos como wadjda y luchamos y aprendemos a desobedecer por conseguir nuestra bicicleta verde. 

martes, 21 de abril de 2020

Muchacha, ¿Estás casada?


Muchacha, ¿estás casada?

El Documental “Muchacha, ¿estás casada?” fue publicado el 19 de febrero de 2018, nos muestra la cultura y la forma de vida de una comunidad gitana que habita en nuestra entidad en la actualidad, son varios los puntos que muestra, desde la evolución en forma y calidad de vida, las costumbres de la vida cotidiana y sus tradiciones.

Desde mi punto mi vista, me parece sorprendente que conserven sus tradiciones, pues en el punto particular del matrimonio y la formación y rol que representa la mujer lo considero machista, pues los roles se marcan desde la niñez.

 A los barones los mandan a la escuela pero a las niñas no, se les educa en casa, mencionan que en promedio se casan entre los 14 y los 16 años, pero los matrimonios son aceptados desde los 13 años, se hacen acuerdos y aún existe la costumbre del “dote” dónde se ofrece cierta cantidad de dinero para el solidificar el nuevo matrimonio.

El tema de la virginidad es de suma importancia, pues se ve como honor y respeto a los padres y la tribu y en caso de que la chica no sea virgen el chico y su familia tienen el derecho de regresarla con sus padres.

Se organiza una gran fiesta que dura 3 días, el primer día de fiesta lo paga el papá del novio y es cuando los papás del chico “piden” y hacen el acuerdo del matrimonio, el segundo día de fiesta es la boda, también pagada por los papás del novio y el tercer día es pagado por los papás de la novia, en agradecimiento de que todo “Salió bien” y que su hija se casó “bien” (virgen).

El primer año de casados ella se va a vivir en la casa de sus suegros y atender a toda la familia, hacer todo lo que se le dice sin poder opinar. Ellos lo justifican diciendo que es para enseñarla a ser una buena esposa.

Todos los “tratos” o “arreglos” se hacen entre los hombres de la tribu y las mujeres simplemente lo aceptan.
Es asombroso que sus costumbres continúen practicándose a pesar  de que en la actualidad vivimos un nuevo boom feminista, donde muchas de estas prácticas ya no son muy aceptadas y se miran en un sentido de opresión hacia la mujer.

Corre, Lola, Corre… ¿A dónde?


Corre, Lola, Corre… ¿A dónde?


Universidad de Guadalajara: Lic. en Sociología
Isaac de J. Palma Córdova
02-04-2020

“El momento del Getsemaní[1] es crucial en la vida de Jesús, al igual que su bautizo por Juan, los días en el desierto, las bodas de Caná, el acenso del monte Tabor, entre otros que seguramente marcaron su existencia y su modo de vivir. En el jardín de los olivos, también conocido como Getsemaní, se encuentra solo ante la posibilidad, ante la indeterminación, es decir, está de frente a lo que ha sido su vida y de cara a lo que puede llegar a ser. Su fiel compañera es la sensación de angustia que se presenta cada que hay que tomar una decisión importante, ese sentimiento que aparece como signo de que ante las posibilidades que vislumbra se está jugando la vida. Ha llegado el momento de apostar y lo sabe, su mirada lo refleja, es todo o nada. No puede ser un acto a medias para tentarle el agua a los camotes, como dice el dicho popular. Su decisión tiene que ser radical, es lo uno o lo otro, pero no ambos. No puede corroborar si su apuesta valdrá la pena, no es una opción calculada con una lógica de simple ganancia o éxito. Ante su angustia se le presenta echarse para atrás respecto a lo que ha dicho y hecho, siendo así que quede su mensaje quede marcado por la incongruencia a cambio de conservarse con vida por unos cuantos años más, o bien, lleva hasta sus últimas consecuencias lo que ha predicado con sus actos y cuando ha sido necesario con sus palabras”. (Lalo, 2020)


Tal vez algo muy humano es el sentimiento de angustia. La incertidumbre que hace del Dios un hombre. Es probablemente la angustia que nos expone el filme de Lola, no porque la película gire alrededor de este sentimiento, sino que (muy sutilmente) nos recuerda que toda decisión es crucial en la vida de las personas. Un cambio de decisión en la vida de una persona termina por cambiar por completo el rumbo de otra persona. Eso es la complejidad que deviene en la angustia de vivir. Nada es seguro. Las redes de causalidad generan una compleja línea de acciones que se entrelazan y terminan por reconfigurar la realidad.

Entonces ¿A dónde correr ante el bosque de lo desconocido? Un mundo hiper-conectado, donde la acción de un tercero siempre será imprevista, inesperada e incontrolable ¿Vale la pena vivir así? Ante la sensación de angustia la racionalidad occidental tiene una tradición por reducir los riegos de existir y plantear todo como un juego de probabilidades. El humano se pone de frente a lo desconocido y emprende un duelo perdido. Se crea situaciones artificiales con soluciones artificiales que como resultado se alejan de la realidad. Pregúntenles a los economistas. Por más elaborada y compleja resulta la teoría, la realidad siempre tiene espacio para lo impredecible. Entonces ¿Deberíamos rendirnos ante la realidad?

Creo que tanto Lola como Jesús nos hablan de una opción ante la angustia, apostarlo todo y asumir sus hasta sus últimas consecuencias. Mantenernos fiel a la causa de “salvación” y lo podemos ver tanto en lola como en Cristo. Lola a pesar de repetir varias veces la misma situación nada le da la certidumbre de que lo conseguirá. Sin embargo, lo intenta asumiendo el riego de que puede volver a fracasar. Cristo siendo fiel a su evangelio, apuesta su vida con lo que él cree que una posibilidad de una diferente forma de vida, una vida fraternal. Nada le asegura que su palabra o su vida será vista por los otros. Simplemente es una apuesta que lo lleva a la muerte. Entonces, corramos con la angustia de saber que nuestra realidad es incierta, con la idea de que la vida es una apuesta, que podemos hacer valga la pena. 



[1] Este pasaje bíblico habla de la preparación de Jesús previo a su crucifixión.

El otro proyecto


El otro proyecto  (Sobre ¿para qué sirve realmente un sociólogo?)


Universidad de Guadalajara: Lic. en Sociología
Isaac de J. Palma Córdova
02-04-2020

En primer semestre de la licenciatura escribí un breve ensayo titulado De la libertad del joven sociólogo, en el describí la libertad que nos otorgaba el conocimiento sociológico. Todo sociologante[1] reconoce los efectos disruptivos y liberadores que la sociología ha traído a  su vida.  Desde aquel momento la libertad es un tema de especial interés, además de ser un tema muy recurrente en toda la sociología --por no decir que el principal. Así, una vez más, me dispongo a escribir de mi tema predilecto: la libertad. No sin antes expresar que a diferencia de años pasados, me siento con la suficiente seguridad para hablar de la sociología. Por ello, este texto será una pequeña reflexión de mi visión de la sociología y mi experiencia como estudiante de la carreara en la UdeG con relación a la libertad.

Me parece menester indicar que gran parte de la motivación de este ensayo se debe a la lectura de ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? De Zygmunt Bauman (Bauman, Hviid, & Tester, 2019). Este libro cuestiona -desde el título- el propósito de la sociología y de los sociólogos al ejercer su oficio a través de una serie de entrevistas al “celebre” sociólogo polaco. Este documento me ha otorgado la confianza de creer en el otro proyecto de la sociología, el propósito critico que radica en la génesis de la misma disciplina y está íntimamente relacionada con la libertad. Bauman resulta muy claro en su respuesta, y resulta afín a algunos maestros que con pasión me han instruido.

Mi objetivo aquí es simple, hablar del otro proyecto sociológico: el de la libertad. Lejos del sentido romántico que pueda tener esto, creo en la propuesta de Bauman y de algunos de mis profesores se inclina a que la sociología sea una práctica emancipadora, que este en diálogo con la experiencia humana.  Para ello, abriré el texto con una crítica a la sociología que pretende equiparar a las ciencias exactas o naturales; posteriormente explicaré el que considero es el otro proyecto sociológico, que tiene como fundamento la libertad (la propuesta de Bauman) y finalmente hablaré de mi experiencia y de la escuela que siguen algunos de mis docentes.

¿Qué implica que la sociología sea una ciencia?

Pareciera que la ciencia es un conocimiento de una índole superior, a la cual como académicos deberíamos aspirar –idolatrar o venerar. Creo que como sociólogos un “ídolo” siempre resulta una  señal de alerta. Si bien la idolatría a la ciencia no es generalizada en toda la población, se encuentra en una posición privilegiada sobre otros tipos de conocimiento.  La sociología está a la sospecha de toda forma de poder, la ciencia tiene poder. Aquellos que hablan en nombre de la Ciencia tienen una aceptación, legitimidad y poder.  No obstante, dicho poder no es injustificado, y de hecho resulta bastante entendible porque se ha formado dicha reputación o aura de divinidad: Durante  la ilustración la fe fue puesta en la razón como el medio para el dominio total de la naturaleza. El mito teológico que explicaba el cosmos fue desplazado en medida que la ciencia respondía a las incógnitas de la realidad. Es decir la ciencia estaba transformando la jerarquía del mundo. Un conocimiento que destituía lo conocido –un saber emancipador-.  Por siglos el desarrollo de la ciencia y la tecnología fue asumido como el progreso (inevitable) de la humanidad, hasta que en el siglo XX todo se vino abajo. Finalmente, hemos llegado a siglo XXI con el discurso (aún vigente, pero no total) de que la ciencia es el conocimiento único, verdadero.

La sociología es una disciplina perteneciente a las ciencias sociales y por lo tanto “una ciencia”. ¿Qué implica asumirnos científicos? Al comienzo, Comte intento de igualar los estudios sociales con las ciencias exactas, tales como la física y las matemáticas (incluso se llegó a hablar de una física social). En primer lugar, necesitamos reconocer que el origen de nuestra disciplina es positivista. Por lo que, desde finales del siglo XIX hasta el siglo XX la sociología trato de buscar el reconocimiento de “Ciencia”. Buscamos la legitimidad, el poder y el reconocimiento ¿Para qué? En un principio, para ser validados y considerados. ¿Pero más tarde? lo hicimos para contribuir con mito del progreso: un conocimiento que todo lo sabe, que todo lo domina. Realmente, me reconozco incapaz de contestar cuales fueron la razones exactas por la cuales nos subscribimos a una epistemología “cientificista”. De aquí se desprende una serie de problemas que radican en la incompatibilidad de los preceptos de una ciencia positiva y conocimiento sociológico.

Al nombrarnos como científicos buscamos la verdad, única y objetiva. De entrada esto genera un conflicto, pues no existe una Verdad social; hay verdades y no tratamos de desechar las “no-verdades”, al contrario estudiamos las verdades. Otro problema, es que, a diferencia de las ciencias naturales, somos incapaces de establecer leyes de la realidad social y con ello la imposibilidad generar un conocimiento universal, sino que estamos limitados a una coyuntura muy breve que además no podemos comprender en su totalidad. De hecho tal vez la mayor certidumbre que tenemos los sociólogos es la constante incertidumbre, en otras palabras saber que la sociedad está en constante cambio. Lo que sabemos hoy puede no ser mañana. El estudio de lo social siempre resulta una labor infinita e inagotable. También, con base a lo anterior, nos reconocemos incapaces a realizar una predicción a futuro: Kant decía que la ciencia avanza con los juicios sintéticos a priori, en este caso, las ciencias sociales solo han dado pasos hacia atrás. Incluso encontrando regularidades en un fenómeno social, no hay manera de tener una predicción precisa de lo que acontecerá. Además no debemos olvidar que carecemos de un método comprobación empírica. Por lo tanto, ¿Somos científicos?

Desde luego hay cosas rescatables de nuestra herencia científica por ejemplo buscar métodos  y herramientas heurísticas que nos posibiliten hacer accesible un cierto entendimiento social. Sin embargo, nos entra la duda de si con tantas diferencias podemos tener el calificativo de “ciencia”. Por un lado, considero que al deshacernos de la categoría de Ciencia nos quitaríamos un gran peso encima, empezando por la posibilidad de acercarnos a sabidurías (o epistemologías) alejadas de la racionalidad occidental. De igual manera renunciaríamos a la pretensión ideológica de la Ciencia como motor de la evolución humana y a su horrible intensión de orden y dominación de todo lo conocible (Morin, 1998). También nos libraría de la supuesta posibilidad de anular la subjetividad del investigador. Pero dejemos el dilema de lado, en el fondo es absurdo si nos consideramos –o nos consideran- ciencia o no. Lo que importa es saber cuál es la lógica a la que nos suscribimos, y que pretendemos hacer con nuestra praxis. Creo que basta, con reconocer que nuestra búsqueda por la Verdad nos ha llevado criticar nuestros propios fundamentos cientificistas y poniéndonos aún más lejos.

Justamente lejos de la propuesta cientificista Bauman nos propone un abordaje distinto de la sociología. El polaco nos dice que la sociología ha nacido crítica, a diferencia de él considero que su naturaleza es crítica, pero no era su intención que lo fuera. Pero los estudios sociológicos van a poner en todo duda, incluso la misma práctica sociológica. Esto se debe a que, a diferencia de las ciencias exactas que se enfocan en explicación causal de sus objetos de estudio, las ciencias sociales también buscan la comprensión del sentido de la acción. Esto coloca una tensión permanente entre el hecho y la interpretación. De esto se derivan los dos principales paradigmas dentro de la sociología los positivistas y el hermenéutico. Entonces, nos da la posibilidad no solo de entender la relación causal de los hechos sociales, sino que nos invita a captar el sentido que atrapa la acción social. No obstante, ambas propuestas pueden quedar limitadas a labor científica-académica que se reduce a la producción de conocimientos, es decir, el conocimiento por el conocimiento. Antes consideraba que la labor sociológica se debía limitar a dicha afirmación, que todo lo que buscará más allá de su fin último dejaba de ser ciencia, y por lo tanto sociología. Pero Bauman coloca a la sociología justo en ese punto que transgrede su limitada función de ciencia, esto es justamente a lo que llamaría yo el otro proyecto de la sociología.

Este el punto de convergencia entre libertad y sociología: para Bauman –y estoy seguro que para muchos otros sociólogos—el conocimiento sociológico debe ser liberador, ampliando las posibilidades de los individuos a través de la vinculación de los mismos con su historia y su realidad. “hacerse cargo de la realidad”. La sociología es un diálogo con la experiencia humana que nos posibilita recorrer caminos poco transitados de la realidad.  There is an alternative.  Por ello es tan importante nuestra naturaleza crítica, porque ante el bloquee cerrado que presenta la realidad, sabemos que no todo está escrito y que por lo contrario aún se sigue escribiendo. Resulta, bastante reconfortante que hay personas que le apuestan a una disciplina que se propone ir más lejos que la pura academia y apostarle por ser una apuesta por la humanidad.

Una escuela crítica

Por último quería reconocer que, si bien los maestros no están coordinados en la carreara de la sociología dentro de la universidad de Guadalajara, reconozco que muchos de ellos se subscriben a una escuela sociológica critica --de clara herencia marxista (pero muy alejada de un marxismo dogmático). Pero, ¿Podemos pensar en una escuela sociológica dentro de la universidad de Guadalajara? Creo que los maestros coinciden en que nuestros estudios nos deben dar la posibilidad de transformar la realidad, por muy mínimo que sean los efectos. Sobre todo considero que existe la constante invitación a ir más allá de la academia, a provocar líneas de fuga, a ser responsables con nuestra historia. También podríamos pensar que si bien todos se subscriben a diferentes líneas de pensamiento, todos pasan por cierta marginalidad que los arroja fuera del juego académico y les permite una autocrítica de la labor sociológica. Creo que valdría una reflexión alrededor de una escuela sociológica crítica que se sostiene en el discurso de nuestros sociólogos, como lo son:  Mónica Gallegos,  Solís Gadea, David Coronado, Los hermanos Morán, Servando, Rafael Sandoval, Flavio Meléndez, Armando Páez, Igor Gonzales, Fátima Soto, Rosa María Cervantes, entre otros. Todos ellos sostienen el otro proyecto, que desborda las aulas, los artículos y la tesis. La sociología, reconociendo sus límites, tiene el potencial de explicar, comprender y transformar.

Bibliografía

Bauman, Z., Hviid, M., & Tester, K. (2019). Para qué sirve realmente un sociólogo. Ciudad de México: Paídos.
Morin, E. (1998). Introducción al pensamiento complejo. España: Gedisa.





[1] Estudiante de sociología.

Sobre Urbanized


Sobre Urbanized


Universidad de Guadalajara: Lic. en Sociología
Isaac de J. Palma Córdova
07-04-2020

Habría dos cosas muy puntuales que me gustaría señalar:

La primera es si realmente podemos pensar a la ciudad como lo público. Creo que existe una tendencia muy idealista a concebir la ciudad como algo la imagen pura de lo público. Al menos desde la sociología, existen ciertos discursos que llegan a generalizar la ciudad como algo meramente público.  Considero realmente necesario repensar este discurso. Me inclino por pensar la ciudad como un lugar común compuesto por espacios públicos y por espacios privados. En él se coexisten ambos tipo de espacios para formar uno de los hábitats del homo sapiens, pero definitivamente no el único.  De igual manera, agregaría que es imposible concebir una ciudad donde todos los espacios sean totales, puesto que es necesario un cierto balance entre ambos. De modo, que el lugar común se encuentra siempre cartografiado entre esta dicotomía, donde el espacio público siempre debería interconectar al espacio privado, haciendo así de la ciudad un lugar común.

En segundo lugar, habría que reflexionar la relación de la ciudad con la democracia, en el siguiente sentido: Pareciera ser que a lo largo de la historia  la realidad urbana siempre se le presenta a los individuos como algo que es, y no que puede ser, o bien, que sea modificable. Por eso, el ejemplo de la ciudad como la jungla de asfalto, un lugar al que como seres vivos nos enfrentamos y de cierta manera nos tenemos que adaptar,  resulta tan apto para entender nuestra comprensión de la ciudad.  La ciudad está dada. Y parece que no hay nada, significativamente importante, que podamos hacer para cambiarla. Entonces, partiendo de esto podríamos pensar que la ciudad, tanto en  planeación y diseño, como una acción política  (y vaya que lo es)  permanece bajo una estructura aristocrática donde solo pocos pueden decidir sobre ella. Muchos la puede usar y habitar, pero pocos son los que, últimamente, deciden sobre ella. Entonces, visualizando la ciudad como un campo político, podríamos pensar en manifestaciones democráticas donde la ciudad civil decide sobre el espacio.  Urbanized plantea al menos tres ejemplos muy interesantes: los casos de los slums de Mumbai, La huertas urbanas de Detroit y finalmente las manifestaciones en Stuttgart por el proyecto Stuttgart 21.

Los slums de Mumbai, así como cualquier otra favela, son la apropiación del espacio público en razón de la necesidad de un espacio en cual vivir. En teoría, podríamos pensar esto como una manifestación democrática fallida, en el sentido de que sin reconocimiento o necesidad de reconocimiento del Estado los ciudadanos disponen del espacio. Sin embargo, la podríamos considerar como fallida en el sentido de la inhabitabilidad que presentan sitios así. Lo cual nos llevaría a pensar en que la construcción de lo urbano necesita de un órgano externo a la sociedad civil. 

Por otro lado, Detroit, como una ciudad “abandonada”, se apropia tanto de espacios públicos, como privados para realizar huertas urbanas. Está manifestación opuesta al caso de Mumbai, es una manifestación democrática mucho más esperanzadora, en sentido que la misma población se apropia hace uso de los espacios privados, y por lo tanto habla de una autogestión que asimila más al modelo democrático.

Finalmente tenemos a Stuttgart, un caso donde las manifestaciones llevan al Estado y a la Sociedad Civil a la disputa del espacio público, el parque. Creo que está manifestación resulta mucho más compleja en el sentido en que nos señala una verdad, el espacio público no está dado, es un espacio de disputa que siempre correrá el peligro de ser apropiado y que únicamente se podrá defender es en colectivo. Por ello, la manifestación democrática resulta tan importante ante lo que es común.

Recursos para profesionales de la sociología sobre COVID-19

Página de la American Sociological Association y recursos para COVID-19

COVID-19 RESOURCES FOR SOCIOLOGISTS

ONLINE_TEACHING.JPG

BY MUDASSAR IQBAL FROM PIXABAY
April 7, 2020
Every day we face new challenges related to COVID-19. ASA wants to help sociologists navigate those challenges. We are offering several resources to help sociologists in their work during this period.










ASA WEBINARS

Best Practices and Strategies for Successful Online Teaching, April 22, 2020, 3:00 PM Eastern Time/Noon Pacific
Because of COVID-19, faculty have quickly moved their courses online, and their immediate focus is getting through the crisis. As institutions look beyond the current semester, a growing number are moving summer courses online and some are planning for this possibility for fall. In this previously scheduled webinar, Melinda Messineo will cover best practices for online teaching and learning, as well as sociology-specific recommendations to help faculty prepare for and improve their online teaching. Dr. Messineo is a professor of sociology at Ball State University. She was a member of ASA’s Task Force on Liberal Learning and the Sociology Major, where she was part of the subcommittee on online learning. The newest recommendations from the task force can be found in The Sociology Major in the Changing Landscape of Higher Education: Curriculum, Careers and Online LearningClick here to register.
Sociology Student Town Hall: Navigating Covid-19, recorded April 16, 2020
The Student Forum Advisory Board invites sociology graduate and undergraduate students to a town hall to discuss how to navigate the challenges of being a student during this difficult time. Whether you are taking courses or in the final stages of writing your dissertation, the COVID-19 pandemic has impacted students in unique ways. We invite students at all stages to join us for a conversation to share resources, discuss coping strategies, and commiserate. Watch the recording and access shared resources.
Transitioning to Online Teaching in the Face of COVID-19, recorded March 19, 2020
Colleges and universities across the country are transitioning to distance learning in response to COVID-19. Many instructors have been asked to move their face-to-face courses online in a short amount of time, often with little guidance for this process. In response, ASA hosted a webinar to help instructors manage the transition and facilitate students' continued learning in the online environment. Panelists include Melinda Messineo, professor of sociology at Ball State University and member of the Online Learning Subcommittee of the ASA Taskforce on Liberal Learning; Kimberly Alecia Singletary, Instructional Designer and Educational Consultant; and Matt Rafalow, Social Scientist at Google and author of forthcoming book on EdTech and inequality. Watch the recording and find additional resources to assist faculty in creating quality and creative online courses and assignments.
College Students and Mental Health: Strategies for Supporting Students, recorded January 22, 2019
In this ASA Department Affiliates webinar, sociologists Shirley Leyro (Associate Professor at Borough of Manhattan Community College and Mental Health First Aid Trainer) and Yvonne Vissing (Professor at Salem State University and National Alliance on Mental Health Trainer) share strategies for responding to students and explore proactive ways that faculty members, departments, and institutions can support student mental health. Watch the recording.


ASA ADVOCACY

Statement on Faculty Review and Reappointment Processes during COVID-19: On March 23, ASA released a formal statement, endorsed by dozens of other scholarly associations across disciplines, calling on institutions of higher education to consider appropriate temporary adjustments to their review and reappointment processes for tenure-track and contingent faculty during the COVID-19 crisis. The statement contains recommendations to limit the use of student evaluations of teaching during the current term and to adjust expectations for faculty scholarship through this period. Further, administrators are encouraged to communicate such changes to faculty expeditiously. "We ask that institutions support the extraordinary efforts of faculty by allowing them to focus on immediate needs without worrying that this will compromise how they are reviewed for tenure, promotion, and reappointment." Read the full statement here.
 

TEACHING AND ADVISING


TRAILS
In reponse to COVID-19, ASA has temporarily made TRAILS available to everyone. TRAILS is an online peer-reviewed library of high quality teaching resources. Resource types include syllabi, class activities, assignments, lectures, and more. You may log in to TRAILS using your ASA username and password, regardless of your membership status. If you do not have an ASA username and password, you can create one here.
Online Sociological Content for Your Courses
Other Resources to Support Your Teaching and Advising

RESOURCES FOR STUDENTS

RESEARCH IN ASA JOURNALS

ASA Journal Articles Relevant to COVID-19. ASA has worked with our journal editors to identify existing articles in ASA journals that could be useful to those trying to develop responses to, and cope with, the enormous disruptions this pandemic has produced. Click here to access the articles that are freely available to all users.
Call for Papers. Journal of Health and Social Behavior is seeking manuscripts on “The COVID-19 Pandemic: Risk, Disparities, and Health” to be published in a regular issue. JHSB is looking for theoretical and empirical manuscripts that examine the sociological impacts of COVID-19. These papers can address any of, but are not limited to, the following topics:
  • Racial/ethnic disparities in testing, treatment, and/or health outcomes
  • Gender differences in mortality and morbidity
  • Geo-spatial trends in US morbidity and mortality
  • Social variation in pandemic response by city/state/country
  • Impact on medical care professionals and first-responders (e.g., fatigue, burnout, risk of infection, overwork)
  • Impact on health care systems and networks (e.g., overburdening, lack of supplies/equipment, lack of trained professionals)
  • Social disparities in the impact on “essential” workers
  • The impact of the pandemic on mental health (e.g., due to isolation, proximity to death, economic uncertainty)
  • Prison and detention center health, health outcomes, and risk of infection
  • Impact on other medical care (e.g., individuals who need care for—or are hospitalized for—conditions/reasons other than COVID-19)
  • Disparities in responses to public health recommendations during this pandemic

COVID-19 PROJECTS INITIATED BY SOCIOLOGISTS

Sociologists are responding in creative ways to learn more about the pandemic and its consequences. They are collecting data, creating interdisciplinary research collaborations, compiling resources, and supporting their communities. See the projects and initiatives that sociologists are leading and add your own.
 

SOCIOLOGISTS IN THE NEWS

Journalists are turning to sociologists on a wide variety of topics. Click here to see the articles that sociologists are quoted in or have authored on the topic of COVID -19 and add yourself to the list.
 

ADDITIONAL RESEARCH AND RESOURCES

You can help support ASA's efforts on behalf of sociologists by becoming a member or by making a donation here.