miércoles, 30 de septiembre de 2015

Acerca de la complejidad

Este par de textos son un muy buen referente del contenido y argumento del curso. En el primero de ellos La epistemología de la complejidad, -de Edgar Morin- el lector debe permanecer atento y analítico desde el título; pues a pesar de que no es extenso, su contenido es espeso y no es sencillo de digerir.
 
El autor sostiene que las prácticas clásicas del conocimiento, resultan insuficientes para explicar los complejos fenómenos de la contemporaneidad (esto aplica para el caso de cualquier ciencia pero a lo largo del texto, ejemplifica con temas de Física). En primera instancia critica el hecho de que la complejidad no sea un tema de debate en la agenda científica, y posteriormente, señala una serie de puntos sobre la ciencia que son un inconveniente para la complejidad.
 
Por su parte, Cárdenas y Rivera en La teoría de la complejidad y su influencia en la escuela, si bien señalan que durante casi todo el siglo XX las escuelas solían abstraerse de la realidad, actualmente han ido respondiendo a las necesidades y demandas sociales; y en este contexto, la teoría de la complejidad ha sido una herramienta importante. Este artículo sostiene que: "En la actualidad la teoría de la complejidad busca dar razón del universo como un todo, más allá de la simple suma de sus partes, y de cómo sus componentes se unen para producir nuevas formas".
 
Grosso modo expongo a continuación lo que los autores de ambos textos destacan/critican sobre las prácticas de la cientificidad habitual versus la propuesta de la complejidad:

  • Legislar. Este punto se refiere a la tendencia científica de universalizar y estatificar el conocimiento, lo cual sencillamente se traduce en un “tope” para el avance de los saberes.
  • El tiempo. La temporalidad con la que se maneja la ciencia es inminentemente evolutiva. Sin embargo la complejidad contempla procesos en donde existen los retrocesos, las regresiones. La politemporalidad es una dimensión con episodios de repetición, de decadencia, pero también de progreso. En otras palabras, la complejidad no tiene una concepción lineal y progresista sino más bien de relieves que tarde o temprano, son importantes para que el conocimiento emerja.
  • La reducción o elementalidad. Las teorías o leyes de la ciencia actual suelen ser reduccionistas, o sea, suelen fragmentar la realidad y pretenden explicar la totalidad de un fenómeno a través de una sola de esas partes. Si bien es cierto que existen dos "usanzas" en los estudios científicos: una que parte de explicar un fenómeno de manera integral, como un todo y otra que se centra en una partícula del fenómeno para explicarlo por completo, la ciencia se ha inclinado por esta última: la división del objeto de estudio. La tendencia reduccionista de la ciencia –en términos coloquiales-, se traduce en abarcar mucho pero conocer poco. Esto representa un problema en la medida de que “(…) se hace necesaria la comunicación entre las diferentes áreas de investigación con el propósito de trabajar de manera integrada y colaborativa que contribuya a obtener una explicación de los fenómenos complejos en su totalidad”.
El problema, dicen, no es desunir las partes de un fenómeno, sino que es necesario –una vez analizado en su conjunto- unir y analizar de manera integral.
  • El orden. De la misma forma que sucede con el tiempo (lineal y evolutivo), se espera que los fenómenos de la ciencia lleven una secuencia, un orden que les dote de sentido… para la complejidad esto no es así: “Lo que es interesante, es que el orden y el desorden tienen una relación de complementariedad y complejidad. Contrario a lo que la ciencia cree, la intermitencia entre orden y desorden puede generar resultados sumamente importantes. En otras palabras, la complejidad –como bien lo señala su nombre- implica encontrar de entre el desorden, de entre el caos, conexiones a veces insospechadas.
  • La mancuerna del conocimiento empírico y el conocimiento científico. Para la complejidad no hay un tipo de conocimiento mejor que otro (en palabras de Morin: no hay un trono) puesto que se ambos se complementan y son necesarios; es la articulación entre espíritu y cerebro y ambas representaciones de la realidad son igualmente valiosas. Ejemplo de ello es lo trascendental que puede ser una ideología; piénsese en la religión.

A modo de conclusión, Morin hace hincapié en la necesidad de desarrollar una sociología del conocimiento, pues si bien los estilos de la cientificidad son útiles para ciertas teorías de las disciplinas rígidas, en las ciencias sociales –y concretamente en la sociología- el reduccionismo sólo se traduce en limitación de la disciplina y un detenimiento en la identificación análisis y trabajo de los fenómenos sociales.
 
"Con el surgimiento de la teoría de la complejidad, la ciencia cuenta con los medios necesarios para aproximarse a los objetos complejos sin necesidad de reducirlos. (…) las ciencias de la complejidad se aproximan a nuestra propia percepción del mundo más que las descripciones clásicas".
 
Cárdenas y Rivera por su parte, concluyen en que la teoría de la complejidad tiene como propósito acercarnos a la realidad humana, buscar que la experiencia cotidiana sea el fin de la investigación. Para redondear esta idea exponen un par de cuadros que contrastan la visión positivista de la ciencia (en el cual están incluidos las prácticas científicas más usuales) con la visión alternativa de la ciencia (en la que figura la teoría de la complejidad). La inclusión de estos cuadros me pareció buenísima porque permite que el lector se percate de que la visión positivista es rígida, delimitada, interesada sobre todo en los hechos cuantificables, y lo que es más importante: se define como transmisora de conocimiento. Por su parte la visión alternativa es amplia, creativa, interesada por lo cualitativo y a diferencia de la visión anterior, es generadora  de conocimiento, no sólo lo transmite mecánicamente.  

Así pues, mi conclusión es que la complejidad consiste en una alternativa interesante que puede generar fructíferos resultados a la ciencia. El único "inconveniente" radica en aprender a desprendernos de las metodologías cuadradas -que nos han sido enseñadas desde los primeros niveles educativos- para producir ciencia. Con lo anterior, nuevamente me remito a la propuesta de la imaginación sociológica de Mills para el despliegue de los saberes complejos.





 


Una situación de complejidad en el CUCSH

Como parte de la actividad de clase, fuimos a buscar dentro o en los alrededores de la universidad, una situación que tuviera complejidad, para observarla y comentarla en la clase.

En la situación de complejidad que elegí observar, encontré estos elementos:

Agencia. La persona agente en la situación fui yo misma. ¿Qué implicó que yo tomara agencia? Tomar la decisión de hablarle a un compañero de la carrera cuando éste estaba reunido con sus amistades (primer contenido de complejidad, pues siempre me ha dado pena hablarle en frente de sus amigos). Al estar con mi compañero, hablarle de un hecho en el que me encuentro y saber su opinión al respecto, sabiendo que su ideología se opone a dicho hecho, por lo que me expongo a una crítica y hasta mala cara (una parte más de la complejidad, al sentir esa presión sobre mí).

Proceso. Decidirme a acercarme a la persona, acercarme a la persona, entablar la conversación, conforme transcurre la conversación sacar a colación el tema en que puede haber una discrepancia, escuchar a la otra persona, etc.

Recursos. El tiempo que tenía para la actividad y la amistad que he entablado con mi compañero que me facilitó la confianza (que me ayuda a reducir la complejidad) para poder hablar de lo que hablamos.


Actividades de limpieza

Las actividades de limpieza de una casa son parte de la vida cotidiana de los individuos. Si observamos lo que ocurre con atención en  nuestras casas con respecto a estas actividades caeremos en cuenta que algo tan cotidiano puede ser muy complejo. La complejidad en este caso es resultado de las acciones de los habitantes de una casa en la que, desde mi punto de vista, todos deben cooperar en la realización de las tareas de limpieza. Sin embargo, al escuchar las respuestas tan diversas a las preguntas de la clase, me percaté que normalmente se le deja la responsabilidad a una sola persona, que es raro que se respeten los acuerdos de la casa y que además una mala comunicación conlleva a más problemas de organización.

Corre Lola corre


¿Por qué es compleja la historia que nos cuenta la película?
Lola y Manni se encuentran en una situación de conflicto, tienen que entregar cierta cantidad de dinero que antes deben conseguir, en un tiempo determinado, pero el tiempo en que esto tiene que suceder es muy corto como para cumplir dicho objetivo.
La trama de la historia se basa en poder conseguir una fuerte cantidad de dinero en 20 minutos, el fin es que no maten a Manni por no entregar ese dinero.
Aspectos que son parte de la construcción de la complejidad en esta historia:
-A Lola le roban la moto.
-Manni olvida la bolsa con el dinero que iba a entregar en el tren, y un vagabundo se la queda.
-El padre de Lola no accede a darle dinero, por eso Lola en una de las 3 situaciones decide asaltarlo.
-El padre de Lola no accede a darle dinero, por eso Lola en una de las 3 situaciones llega más tarde del tiempo en que debió haber llegado, y Manni está asaltando un supermercado, así que Lola se une al asalto.
-Después de asaltar el supermercado la policía rodea a Manni y Lola a pocas calles del asalto, enseguida disparan a Lola.
-Manni se encuentra al vagabundo que se quedó con la bolsa de dinero en el tren y lo sigue para quitarle la bolsa.
Y bueno, con esto observamos que mientras transcurren los 20 minutos para lograr su objetivo, Lola y Manni, pero sobretodo Lola, constantemente toman decisiones  que inciden en todo el proceso, que sirven como para complejizarlo como para disminuir la misma complejidad.



lunes, 28 de septiembre de 2015

La perspectiva de la ironía sociológica

Con notable lucidez, La cultura de los problemas públicos, obra del reconocido sociólogo estadounidense Joseph R. Gusfield, desafía la constante imposición cultural de los medios y las acciones de gobierno por establecer cuáles son los problemas públicos de primer orden, contra los que, según esta noción, no lo son. Impaciente con el aspecto técnico, estadístico e impersonal de la sociología, el autor se centra, casi de manera exclusiva, en el problema de los conductores alcoholizados, que analiza desde un rico mar de perspectivas. Combinando metodologías y sin apelaciones a la autoridad y la ley, pone en evidencia el mito de los problemas como fenómenos dados en sí mismos, con el fin de hacer énfasis en los modos en que se les construye y prioriza tanto en el campo académico como en el debate social, del que participan múltiples agentes, procesos y recursos.

En este sentido, la perspectiva de la ironía sociológica que se expone en el último apartado trata de tomar en consideración otras maneras de preguntar por los fenómenos, que son, a su vez, otras maneras de problematizar. Por lo que obviar el fenómeno –dice Gusfield– “prefigura la investigación y las políticas a adoptar”. Si bien es cierto que al comprender una realidad se accede al conocimiento compartido que la construye en un momento histórico, lo es también que nunca se accede directa o definitivamente a ella. La dominación moral y cognitiva de la que habla el autor sostiene la reiteración y la ritualización de los principios, exhaustivos y excluyentes, de la ley como representación de la autoridad pública.

Rescatada del análisis literario y la lingüística, la posición de la ironía “busca mostrar que el contenido y las consecuencias de las acciones legitimadas no son aquellas que se dicen que son, sino más bien, o además, exactamente lo opuesto”. Las cosas no son lo que parecen, quizá son todo lo contrario. Y su impacto reside en evidenciar, desde las perspectivas posibles, aquello familiar como algo extraño, abriendo posibilidades de interpretación mediante un conjunto de referencias alternativas.

Según el autor, existen dos maneras divergentes de examinar la vida social humana a través del paradigma de la ironía sociológica: la ironía utópica y la ironía olímpica. La primera, como práctica dialéctica, "conduce a una nueva síntesis que resuelve las contradicciones de la vieja tesis y sugiere una nueva", que resulta, en efecto, una noción crítica hacia el pensamiento dominante, aunque también una perspectiva de cambio social. La segunda, en contraste, resulta más distante y escéptica con respecto a todas las perspectivas, pero sin dejar de lado el fomento al desarrollo crítico, situando el lenguaje mediante el cual se expresan los pensamientos, los intereses y los sentimientos de quien examina un fenómeno.

Debido a esto, la cultura de los problemas públicos es una generalización abstracta, ya que las acciones como las coyunturas de los agentes que participan son problemáticas; nunca pueden darse por sentadas. La perspectiva de la ironía intenta producir una articulación con la complejidad misma mediante la interacción de términos.

Así, pues, el método de la sociología se vuelve una necesaria modalidad de lectura que no agota las posibilidades de compresión de su objeto, en virtud de las herramientas que ofrece para articular, desde una pluralidad de sensibilidades, el conocimiento del universo social y las estructuras que lo constituyen.

Bibliografía


Joseph R. Gusfield: “The culture of public problems. Drinking-driving and the symbolic order”, The University of Chicago Press: Chicago, 1981.

martes, 15 de septiembre de 2015

De la limpieza del hogar

Esta actividad fue, grosso modo, un encuentro con las nociones de limpieza y orden que ponemos en práctica dentro del entorno doméstico, a la vez que una lectura compartida de nuestras prácticas cotidianas.

El hogar, sede nuestros apegos más íntimos, es una entidad doble que conjuga un espacio físico y una suma de interacciones sociales que producen el sentido de habitabilidad. Sin embargo, como descubrimos a lo largo de nuestro diálogo, los medios que permiten configurar los escenarios y los rituales cotidianos del hogar se ven reflejados en los procesos organizativos de quienes lo habitan.


Durante la actividad, cada quien reiteró que la limpieza del hogar, el orden de los quehaceres y las prioridades brindan información precisa sobre nuestras creencias personales, familiares, sociales; aunque también dicen algo acerca de nuestra condición como sujetos sociales, de los múltiples discursos que configuran nuestros límites y alcances, nuestras desventajas y privilegios, dentro o fuera del hogar.

La promesa de la imaginación sociológica (notas personales)

Sed buenos artesanos. Huid de todo procedimiento rígido. Sobre todo, desarrollad y usad la imaginación sociológica. Evitad el fetichismo del método y de la técnica. Impulsar la rehabilitación del artesano intelectual sin pretensiones y esforzaos en llegar a serlo vosotros mismos. Que cada individuo sea su propio metodólogo; que cada individuo sea su propio teórico; que la teoría y el método vuelvan a ser parte del ejercicio de un oficio. Defended la primacía del estudio individual. Oponeos al ascendiente de los equipos de investigación formados por técnicos. Sed inteligencias que afrontan por sí mismas los problemas del hombre y de la sociedad.
                                                                                                                                   Charles Wright Mills

Mucho se ha dicho de La imaginación sociológica, de la genuina transformación que ha suscitado en los estudios sociológicos contemporáneos. En esta obra de 1959, Charles Wright Mills (1916-1962), sociólogo estadounidense y uno de los intelectuales más prominentes del siglo XX, propone “definir el significado de las ciencias sociales para las tareas culturales de nuestro tiempo” mediante un ejercicio de lectura de los clásicos –quienes, además, forman parte de nuestro patrimonio común–, dotando de una necesaria reformulación crítica a la sociología, tomando distancia crítica de las grandes teorías sociales imperantes en los Estados Unidos: el estructural funcionalismo y el empirismo abstracto. He aquí, a brevedad, un puñado de notas (dispersas, por cierto) con el propósito de dilucidar en la compresión del primer capítulo de esta obra.

La imaginación sociológica permite a quien la posee captar la amplitud de los escenarios históricos mediante el intrincado cruce entre vida interna y condiciones externas del mundo, dirigiendo todos sus esfuerzos sistemáticos a la comprensión de las realidades y las cuestiones de carácter público, en la medida que, como entidades sociales, somos entidades acumuladoras (y, sobre todo, atravesadas) de experiencias vividas. Estamos anclados –pero no determinados– por la complejidad de nuestros contextos. Este es el objetivo primordial del hacer sociológico. Esta es la promesa.

En consecuencia, quien ha adquirido este potencial de pensamiento tiene la capacidad no sólo de dar cuenta de sí mismo y su mundo, sino también de articular el sentido crítico de las ciencias sociales; también la capacidad de asombro ante las vicisitudes de la vida social humana y la pluralidad de los vínculos que la constituyen.

La imaginación sociológica es sensible a las intersecciones, puesto que sus características esenciales son el interés por las estructuras sociales, los problemas que se definen como públicos y las inquietudes personales. Así es que, como apunta Mills, un pensamiento de este alcance demanda una responsabilidad política e intelectual, a fin de poner de manifiesto las maneras mediante las cuales el malestar y la indiferencia social se apoderan de los individuos.

Ahora bien, al haber aclarado algunos rasgos definitorios de la imaginación sociológica, resulta útil repensar la sociología lejos de los usos burocráticos que se han hecho del conocimiento social y han producido una crisis sin un camino para salir de ella. Por tal motivo, es necesaria una ciencia social que conjugue el pensamiento abstracto con la sensibilidad interior y que acoja, a su vez, viejas astucias con nuevas modalidades de análisis, interpretando las variaciones como una nueva dirección general expuesta a los cambios.

Bibliografía

C. Wright Mills, “La imaginación sociológica” (traducción de Florentino M. Torner), FCE: México, [1959] 1979. Pp. 233-234.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Corre Lola, corre

Este film de la década de los 90’s presenta una trama fugaz en donde Lola y su novio están atrapados en un grave problema y sólo disponen de veinte minutos parar resolverlo. Para lograr su objetivo, deberán considerar todos los factores que pueden favorecerles o perjudicarles; cómo pueden conseguir lo que necesitan (10000 marcos), quién o quiénes les pueden ayudar, cómo van a organizar el tiempo con que cuentan, de qué manera van a utilizar los recursos que tienen y cómo van a impactar las decisiones que tomen (para bien o para mal) en el resultado final de su osadía; incluso tienen que prever aquello que puede salirse de control y estropearles el plan… ¡Todo eso en un máximo de veinte minutos!

Así pues, la película muestra tres posibles planes que Lola y su novio pudieron llevar a cabo para librarse del problema; los tres planes o escenarios tienen la misma meta e inician básicamente de la misma manera. Sin embargo cada uno de ellos tiene variaciones que repercuten en el desenlace; cada desenlace culmina de una manera muy distinta.

No me gustaría detallar las diferencias entre uno y otro escenario (porque sería tardado y posiblemente tedioso), no obstante es importante mencionar que la película plantea por ejemplo, que los protagonistas utilicen diferentes recursos, que tomen diferentes decisiones o que se enfrenten a diferentes situaciones que, aunque en primera instancia parecen insignificantes, sí influyen en el siguiente paso del plan y por supuesto impactan en el resultado final.

Considero que el mensaje central de la película nos invita a reflexionar sobre lo siguiente:
  1. Siempre estamos ante una infinidad de escenarios posibles.
  2. Es muy fácil que nuestras acciones  se modifiquen a partir de elementos que no teníamos previstos (incluso teniendo “un plan perfecto”, algunas consecuencias pueden no ser las esperadas).
El eslogan de esta película es: “¿Y si pudieras intentarlo otra vez?”

Todo este análisis me hace pensar en la teoría de las realidades múltiples, más no sé si se pueda establecer una relación desde esta perspectiva. Me parece una teoría muy compleja y nunca la he estudiado a profundidad, pero me gustaría que, en caso de ser pertinente para el curso y afín al contenido del mismo, se me sugiriera algún texto con el cual pudiese comprenderla.



lunes, 7 de septiembre de 2015

La limpieza del hogar

En la actividad que realizamos sobre la limpieza del hogar, mi equipo y yo nos dimos cuenta de que en términos generales, se realizan las mismas labores de limpieza. Sin embargo notamos que llevamos un orden distinto para realizarlas. Mientras yo primero acomodo el desorden y tiendo la cama, mi compañera lava los trastos como primer punto  y el otro compañero dijo que él primero pone en funcionamiento la lavadora.


Estas fueron nuestras conclusiones más importantes: Generalmente quien aportan dinero a la casa (en especial “el jefe de familia” si es que hay asignado alguno), se encarga de comprar lo necesario para la limpieza del hogar. La segunda conclusión fue que todos deben apoyar en los quehaceres domésticos para que la organización familiar sea equitativa; como una especie de engrane (por muy trillado que esté el ejemplo), en donde cada una de las piezas son fundamentales para que las cosas funcionen. Descartamos que lo ideal sea que sólo una persona realice las actividades por todos los demás. Y por último coincidimos en que la limpieza de la casa, a pesar de desarrollarse dentro de un núcleo pequeño,  no es una actividad simple puesto que están de por medio distintos factores que tienen que organizarse para que no aparezca el caos. 

Sobre los textos de introducción

Las lecturas de introducción, aunque parten de distintos elementos (Wright con la labor del científico social, Sears y Cairns con la acción de teorizar, Gusfield con la problematización del conductor alcoholizado y Morán con la complicada movilidad de los jaliscienses), coinciden en plantear una propuesta distinta de pensamiento para todo el que pretenda analizar y/o interpretar la realidad social.
En resumen, se sugiere ampliar la perspectiva que tenemos de los distintos hechos sociales.

Wright Mills habla de la imaginación sociológica, la cual consiste (parafraseo): en una cualidad mental para comprender la realidad en un sentido más amplio.

“La imaginación sociológica es la capacidad de pasar de las transformaciones más impersonales y remotas a las características más íntimas del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas”.

El autor centra como argumento del texto, la expansión de nuestra perspectiva al analizar el acontecer social. En palabras simples, se exhorta a ver más allá de lo evidente y repensar lo que solemos dar por sentado para que así, sea posible emprender acciones que mejoren o resuelvan las circunstancias vigentes.

Mills sostiene que la tarea primordial de todo científico social, es identificar las problemáticas sociales (malestar e indiferencia según las categorías que el propio autor construyó), tomando en consideración todos los factores en juego y todas las aristas que de la problemática se puedan considerar.

Ejemplos de ello es lo que postulan los textos de Joseph Gusfield y Rodolfo Morán; el primero, desde un sentido irónico con el que pretende “mostrar que el contenido y las acciones legitimadas no son aquello que se dice que son, sino más bien, o además, son exactamente lo opuesto”; describe cómo es el proceso de interiorización del valor moral (lo bueno y lo malo) de determinadas prácticas y conductas; en este caso, la del conductor alcoholizado.

Su punto de partida es que si bien es cierto que conducir después de haber bebido puede propiciar un accidente automovilístico, no es el único elemento que se debe tomar en cuenta.
(…) no se considera al automóvil. (…) Tampoco se tienen en cuenta otras variables como la edad u otras condiciones del automovilista relacionadas con el alcohol (somnolencia o perturbación emocional, por ejemplo). Ni se analiza la interacción de las variables. El alcohol es señalado como la única causa.

El sistema (dice Gusfield), a través de distintas instituciones se encarga de crear valores compartidos y se asegura de que penetren en los individuos de la sociedad.

Verdaderamente es común que los medios de comunicación muestren cierta tendencia al transmitir la noticia de un accidente “en donde el culpable fue el abuso del alcohol”; el titular del noticiero suele utilizar palabras agresivas para referirse a quien se encontraba detrás del volante e incluso dan por hecho que el individuo en cuestión es un “borracho” en toda la extensión de la palabra (lo cual de por sí lleva implícito el estigma hacia las y los alcohólicos).

En este sentido se adopta una postura moral y también una postura cognitiva. "(…) Cualquier perspectiva adoptada es una manera de no ver, además de una manera de ver". 

La dominación moral y cognitiva de la que el autor habla es sumamente peligrosa si se toma en consideración que es utilizada para manipular a favor de quienes ejercen el poder. Así pues, lo que el autor sugiere es emplear la conciencia al analizar la conducta humana. La propuesta es construir distintas interpretaciones e imaginar distintas explicaciones de un fenómeno determinado:

"Esta voluntad de ir más allá del individuo para indagar los marcos de comportamiento ha sido el hilo conductor de la sociología en el transcurso de los años".

Morán por su parte, expone la problemática movilidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Pone bajo la lupa todos los ingredientes que se mezclan para dar como resultado: una ciudad que no piensa en el transeúnte, un tráfico intenso casi de rutina, un transporte público limitado, una infinidad de accidentes automovilísticos y en síntesis, una movilidad complicada que se ve reflejada en el nivel de vida de quienes la padecen.

De este texto destaco la manera de analizar con detenimiento qué personajes y qué instancias se ven involucradas en el conjunto de problemas de la movilidad jalisciense: la Secretaría de Movilidad, el actual gobernador de Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval, los encargados de la vigente construcción de la Línea 3 del tren ligero, etc. Y así también, los procesos implicados: la falta de planeación y coordinación de la SEMOV, la endeble (o inexistente) responsabilización por los efectos y daños que causan las obras realizadas en la ciudad y por supuesto, el interés de inversionistas y demás gente que se encuentra al frente de este tipo de instancias.

Así pues, Rodolfo Morán pone el ejemplo de una problemática social analizada a profundidad, con los elementos que ya destaqué de Mills y Gusfield: imaginación (que yo más bien nombraría como perspicacia), ironía y perspectiva.

A pesar de que la propuesta general es clara y sencilla en teoría, quizá en la práctica no lo es tanto… Y aquí considero oportuno introducir lo que postulan Sears y Cairns: la teorización. Con base en lo que comprendí,  el texto establece cinco criterios básicos (y habla de algunos métodos) para no desapegarnos de la teorización formal, es decir, para no formular premisas carentes de argumento. Los criterios son “sencillos”: 1. Rigor lógico, 2. Rigor empírico, 3. Rigor conceptual, 4. Plantear preguntas de segundo orden, y  5. Relacionar lo teorizado (lo que pretendemos teorizar) a los órganos de conocimiento existentes.

Luego de exponer aquí la información clave de los cuatro textos y a manera de reflexión final, me parece importante hacer énfasis en una parte fundamental: llevar a cabo la propuesta; desprendernos de las respuestas que siempre hemos dado por sentadas y ver más allá de "lo obvio". Como estudiantes de sociología, y como pertenecientes a una realidad social tan llena de asuntos por resolver, me parece que es nuestra obligación tratar de mejorar nuestro entorno a través de  estrategias que nos den resultados… Pensar en que el obeso no necesariamente está en esa condición por gusto, que el migrante no va hacia Estados Unidos por estar empeñado en conseguir el sueño americano, y que los millones de personas que viven en marginación y pobreza, no se encuentran en ese estado sólo por no querer superarse.