miércoles, 31 de agosto de 2016

Aproximación sociológica a "Corre, Lola, corre"

Antes de desarrollar el comentario correspondiente a esta actividad, considero necesario traer a colación las sabias palabras pronunciadas por Emile Durkheim al comienzo de sus Reglas del Método Sociológico:

“El calificativo de social se usa con poca precisión. Se lo emplea, por lo común, para designar todos los fenómenos generalmente difundidos dentro de una sociedad, por escaso que sea su interés social. Pero con este criterio, no hay prácticamente actos humanos que no puedan ser llamados sociales. Todo individuo bebe, sueña, come y razona; y a la sociedad le interesa que estas funciones se realicen de una manera ordenada; no obstante, considerarlas como hechos sociales implica negar la existencia de un objeto propio de la sociología y confundir su dominio con el de la biología y el de la psicología” (DURKHEIM, Emile; Las reglas del método sociológico, La pléyade, Buenos Aires, 1978, p. 29)

Con base en dicho razonamiento podemos preguntar: ¿Cómo analizar una película desde un punto de vista estrictamente sociológico? ¿Qué elementos de la exposición audiovisual resultan relevantes desde esta perspectiva? ¿Debe de orientarse el análisis al estudio de la forma o del contenido audiovisual? ¿Con qué propósito la sociología hace este tipo de análisis?... Hablar en términos estrictamente sociológicos de cualquier tema es una tarea sumamente compleja. Como nos lo advirtió atinadamente Durkheim, no por hablar de la sociedad o de alguna de sus manifestaciones se está haciendo análisis sociológico; la cita que reproduzco en este texto lo deja más que claro. Si tenemos en cuenta que la sociedad es el objeto de estudio material de por lo menos todas las ciencias sociales, resulta comprensible la dificultad inherente a la delimitación formal del objeto de estudio sociológico. ¿Cómo distinguir de forma clara que elementos de la producción audiovisual son sociológicamente significativos, en oposición a los que pudieran ser objeto de la filosofía social, la estética, la antropología social, la lingüística estructural o comparada, la psicología social, la economía, la historia, el psicoanálisis, la ética o incluso de las propias artes audiovisuales o la literatura?  

Creo, desde mi limitado punto de vista, que el análisis sociológico de las producciones audiovisuales se presenta como uno de los más novedosos instrumentos de aproximación al fenómeno social. Si efectivamente el trabajo analítico del sociólogo no es otro que la reconstrucción sistemática de ciertos aspectos de la realidad social, las producciones fílmicas se nos presentan como uno de los productos de la cultura más ricos en cuanto a la aglomeración de sentidos y significados. En la producción audiovisual están orgánicamente estructuras una serie de imágenes y sonidos que nos remiten de forma inmediata al conjunto de ideas, creencias, roles y normas de una sociedad; y aunque su contenido narrativo tienda a ser de naturaleza ficticia, no por eso deja de ser, en cierto sentido, un reflejo fidedigno de la sociedad que la produce. A su vez, en una producción audiovisual se dan de forma sucesiva dos momentos: el del trabajo creativo y de organización inherente a la producción fílmica, y en segundo, el del contenido discursivo propio de la trama o historia que busca ser expuesta. En el “film” y a partir de él, el sociólogo puede rastrear y comprender las peculiaridades propias de una época o una sociedad.

Pero la intención de este trabajo no es hablar de la metodología de la sociología del arte sino extender algunos comentarios de carácter sociológico en torno a la película “Corre, Lola, corre”.

El primer elemento sociológicamente relevante que pude identificar en la película se encuentra en el breve diálogo que mantiene un narrador –que por cierto, no vuelve a entrar en escena en toda la película- con la audiencia que está delante del televisor. Tras lanzar una serie de preguntas el narrador nos cuestiona: ¿por qué así y no de otra forma? Esa pregunta es desde el punto de vista sociológico, capital. ¿Por qué las cosas acontecieron así y no de otro modo? ¿Qué factores y de qué forma se relacionan para llegar a este resultado? Veo en esta película un formidable intento por parte del director por explorar el mundo de posibilidades de la acción humana. Al formular una trama compuesta de tres situaciones hipotéticas, el director nos sumerge en un ejercicio de experimentación social bastante interesante.

En cada una de las tres hipótesis el director explota el mundo de posibilidades –y complejidades- suscitados por la detonación de un acto esporádico, contingente. La relación de lo simple y lo complejo se hace manifiesta en el desarrollo lógico de cada una de las hipótesis. Un acto aparentemente insignificante puede traer consecuencias funestas –o gratificantes- para los actores involucrados y no involucrados. Es aquí donde el elemento social sale a flote. Aunque el desarrollo argumentativo de la trama gira en torno a dos personajes, resulta imposible poder comprender sus acciones si no es en función a su interacción con los otros. Esto queda claro en la situación de Lola y su padre, pero también se pone de manifiesto en la interacción que viven Manni y la señora invidente que le presta su tarjeta de teléfono para efectuar una llamada. En el último caso la interacción cara a cara tiene una significación menos intensa que la que puede tener Manni y Lola, esto debido al grado de interés y de intimidad de los actores que interactúan. Sin embargo, ambas situaciones, independientemente de la intensidad de la interacción, acarrean consecuencias significativas para todos aquellos que directa e indirectamente comparten un mismo escenario.

Es evidente que la intención del director va mucho más allá de la simple resolución de la trama de sus personajes. Da la impresión de que en realidad lo que busca es problematizar el significado de la interacción humana. Visto desde esta perspectiva no me parece extraño que los recursos narrativos se hallan resulto en lo que en términos sociológicos solemos llamar “tipos ideales”. Bien vistas, cada una de las tres hipótesis que configuran la trama de la película no son más que tipos ideales que buscan poner de relieve, amplificándolas, ciertas tendencias modernas. No cabe que duda que esta película nos muestra un panorama general de la sociedad berlinesa de principios del siglo XXI. Las tendencias, creencias, formas de interacción, instituciones y normas sociales que sobresalen por medio de las imágenes y sonidos de este filme pueden ser, y sin lugar a dudas lo son, vestigios que nos pueden ayudar a tratar de comprender el sentido y significado de las acciones sociales que de alguna u otra manera influyen en nuestra vida como actores.

Análisis de la película “Corre, Lola, corre”


¿Qué características tiene una buena decisión y una mala decisión? Es una de las principales preguntas que surgen después de ver Corre Lola Corre (1998) de Tom Tikwer; y es que continuamente aparecen las decisiones como eje principal del film, todos los personajes tienen diferentes recursos, vida, tiempo y relaciones personales, que influyen en el hacer de las consecuencias que se presenta. El principal argumento de la película se centra en el novio de Lola, Manni, quien perdió una bolsa con cien mil marcos en el tren y tiene que juntar esa misma cantidad para entregársela a unos gánsters al mediodía, lo peor del asunto es que tiene solo veinte minutos o aquellos hombres podrían asesinarle. Las opciones de Manni son robar el supermercado para conseguir el dinero que perdió o esperar a que Lola encuentre una solución. De aquí el film nos presenta tres versiones de la misma situación para remarcar lo que pasaría dependiendo de las decisiones que tomen los personajes. Centrándose en Lola y en la rapidez con la que se mueve para conseguir los cien mil marcos o por lo menos impedir que Manni robe el supermercado.
Para empezar un análisis sobre Corre Lola Corre, debemos primero situar al personaje en las condiciones en las que el autor nos lo da, al principio de la película aparecen dos citas que traducidas dicen así: "Nuestra búsqueda es incesante, sin embargo al final nos encontramos en el punto de partida nuevamente y tenemos la impresión de estar ahí por primera vez" de T.S Eliot y "Después del juego es el principio del juego" de  S. Herberger, después de ver estas citas el espectador es comido por un reloj (recordemos que durante todo el film están presentes los relojes y el tiempo). Entonces la cámara se aleja y nos muestra toda la ciudad, inmediatamente como si el autor nos dijera en algún lugar de esa ciudad, pasa esto, luego Lola contesta el teléfono. De aquí tenemos tres ideas presentes, primero cada decisión dará un nuevo comienzo o posibilidades al personaje, segundo el tiempo estará íntimamente ligado con esas decisiones, por último, la posibilidad, situaciones difíciles le ocurren a cualquiera.
No llegamos a saber casi nada de los personajes, lo que importa no es su vida, sino ese suceso en su vida, los veinte minutos que transcurrirán a partir de la llamada de Manni. En las tres historias Lola sigue lo mismos caminos, busca lo mismos recursos y se topa con las mismas personas. El personaje no recurriría a otras personas o elegiría otro medio de transporte, eso nos queda claro en todos sus caminos, así hubiera una cuarta versión, ella volvería a correr hacia su padre como única persona que puede darle el dinero, el amigo de su padre chocaría su carro con los gansters, se encontraría con el hombre de la bicicleta y el de la ambulancia. Esto solo nos dice que el personaje seguirá utilizando los recursos que tiene. Sus decisiones están predeterminadas por aquello que conoce, por el afecto hacia las personas y por la motivación que en ese momento la mueve. No podría ser de otra manera.
Por otra parte el film da otra idea en este sentido, dependiendo de las decisiones de Lola cambia el resultado, no sólo de su vida sino de la de otros personajes presentes en la historia. Escenas en flashforward nos muestran el futuro de las personas con las que se topa Lola, al igual que ese momento de la vida del personaje, el de aquellos personajes también puede cambiar debido a las decisiones que tomen, tanto ellos como otros. Se abre la posibilidad pero condicionada con el tipo de encuentros que tengan los personajes, por los recursos y decisiones. Esto me permite volver al problema de Lola, las tres partes de la película tienen finales diferentes, en la primera parte ella consigue el tiempo pero no el dinero, ni su vida; en la segunda parte ella consigue el dinero y el tiempo pero no a Manni; en la última parte ella no consigue el tiempo, pero si el dinero y al llegar, casualmente, su novio ya había entregado el dinero y le abraza tranquilamente; en pocas palabras de todas las decisiones que Lola puede tomar no hay alguna que le garantice obtener todo, el film deja algo claro al final, ella no era la única solución al problema de Manni como lo había interpretado el espectador en un principio.
Existían otras opciones para que Manni resolviera el problema. Él intentaba conseguir el dinero con sus conocidos por teléfono, si eso no funcionaba robaría el supermercado. Llamó a Lola como una opción. Aunque el film sigue a Lola mientras corre, y por la rapidez de las escenas y la música interactiva recordamos a Lola como única opción, lo cierto es que hay otros personajes que por debajo fastidian las opciones de su novia. Unos segundos le permiten a la amante de su padre confesar que el hijo que espera es de otro hombre y hacen que su padre descargue su coraje contra Lola y le niegue rotundamente la ayuda, en otra ocasión Lola se retrasa y cae sobre el auto del amigo de su padre, esto le impide al hombre chocar contra los gansters lo que garantiza la llegada del amigo para llevarse a su padre y fastidiar su reunión. En ese momento Lola ve un casino, entra al lugar y gana los cien mil marcos, después corre hacia Manni sólo para encontrarlo tranquilamente bajando del auto de los que debían recibir el dinero, una clara burla del autor en el último escenario, “así de simple fue”, y nos da el final feliz que esperábamos.
La película no sólo tiene esta característica de la casualidad, durante el film el autor está constantemente dando pistas de las resoluciones en cada final, hay verdades veladas. Por ejemplo, pensemos que cada personaje tiene su propio universo, la película se centra en los veinte minutos del universo de Lola, mostrando sólo un poco de otros universos; la voz en off en un principio se preguntaba quiénes somos, de dónde venimos, y después el policía dice "el balón es redondo el partido dura 90 minutos, ¿qué más se necesita saber?", tratando de referir que la vida es igual de simple que un juego, pero Lola nos demuestra que es mentira, tan sólo veinte minutos de su vida han sido así de complejos, han estado llenos de decisiones importantes, se ha puesto en juego el final de su vida o la de otros, se ha topado con muchas personas haciendo que su futuro cambie.
Otra verdad que se muestra es la posibilidad de cambio por mano propia, cada vez que Lola grita nos presenta sus deseos y su frustración, la primera vez que lo hace quiebra un reloj, en otra ocasión lo hace para ganar el dinero en el casino, como consecuencia a estas acciones Lola obtiene, primero que su padre actué más rápido para obtener más tiempo y en la segunda el dinero que Manni necesita. Pero el cambio sólo se logra con el movimiento de las personas, se muestra el futuro de las personas con las que se topa mientras corre, pero el autor se abstiene de contar la vida de aquellas personas que están paradas, como la madre de Lola, la cámara la rodea mostrando siempre la misma posición y el mismo diálogo. Entones para que haya cambio se necesita una motivación.
Las citas del principio cumplen su sentencia al final del film, después de esos veinte minutos en la vida de Lola y Manni, ambos se encontrarán al principio de otro problema, tendrán que tomar nuevas decisiones, buscar nuevos recursos y olvidar lo anteriores que se han perdido o fastidiado. Se encuentran al principio del juego otra vez, con una búsqueda diferente, al igual que todos nosotros que no podemos más que movernos y elegir entre los espacios y recursos que conocemos, pero si lo fastidiamos dejaremos esa cotidianidad y nos encontraremos en el camino de la presión al igual que Lola. "Mañana tengo que ir al trabajo, hago una hora quince minutos de ida y trabajo seis horas, ¿qué más necesito saber?".


Rebeca Alcaraz Huerta


Análisis de la película "Corre, Lola, corre".

El desenvolvimiento de las decisiones que tomamos para hacer frente a la multiplicidad de posibilidades que se pone frente a nosotros como lo inmediato se ve atravesado por diversos ámbitos. Tanto a nivel interno como al nivel de nuestro contexto, las formas de proceder ante la realidad inmediata son algo tan aparentemente simple como verdaderamente complejo.
En esta película, la trama denota claramente cómo las pequeñas decisiones que nos vemos en la necesidad de tomar se ven realizadas, incluso se nos ilustran escenarios potenciales que cada una de dichas decisiones puede ofrecerles a quienes las despliegan.
En primer término, tenemos un contexto base: Manni, un joven que, adentrado en el crimen, comete el error involuntario de olvidar el pago que había ganado tras haber realizado un encargo sobre el tráfico de diamantes en un vagón del metro de Berlín. Mas, ¿qué llevó a Manni a transportarse con la paga de 100,000 marcos por medio del metro?, esto fue, la desventura de la protagonista, Lola, de haber sido robada mientras compraba cigarros a causa de haber descuidado la motocicleta en la que se supone que debía recoger a Manni en un punto de encuentro previamente acordado. Por mor de esta situación, Manni decide llamar a Lola para informarla de lo sucedido y pedirle ayuda. Por lo que se cuentan con las siguientes condiciones: a) Manni debe entregar los 100,000 marcos a las 12:00 p.m., veinte minutos despues de la llamada que hace a Lola. b) Lola debe encontrar la manera de llegar al punto de encuentro de Manni con Ronnie trayendo consigo 100,000 marcos. De aquí se desarrolla el resto de los escenarios posibles en los que podría proseguir.
La película nos muestra tres escenarios potenciales en los que habría de devenir la historia, y en los tres existen decisiones iguales que están presentes. En todos los casos, Lola decide correr a conseguir el dinero sin tomar la decisión de trasladarse de cualquier otro modo, decide también acudir a su padre como patrocinador de la cantidad necesaria, rechaza la oferta de transporte de un extraño que le vende una bicicleta y opta por gritar de lejos y sin caminar a Mannie cuando se encuentra con él.
Ahora bien, las particularidades en cada escenario implican una transformación entre las pequeñas decisiones que articulan completamente diferente el desenvolvimiento de los hechos.
En el primer caso, cuando Lola corre por las escaleras, al encontrarse con un perro que le gruñe ella simplemente se exalta se mantiene corriendo. A lo que prosigue un encuentro fugaz con un hombre que iba de camino a reunirse con el padre de Lola, quien por descuido se estrella con otro auto, lo cual le imposibilita llegar a su encuentro con el padre de Lola. Debido a esto, mientras el padre de Lola mantenpia una charla seria con su amante, se hacen del tiempo suficiente para que ella le diga que está embarazada, acontencimiento seguido por la irrupción de Lola y su intento fallido por conseguir el dinero de su padre, debido a un enfado suscitado por la forma en que Lola llega a la oficina. Posterior a ello, y a la decisión de Lola de detenerse a consultar la hora, llega tarde a su encuentro con Manni, por lo que el decide llevar a cabo su plan alternativo de asaltar una tienda. A lo que se incorpora Lola para desenvolverse en un funesto final (la muerte de Lola en una persecución policiaca).
En el segundo caso, mientras Lola corre por las escaleras, el tipo dueño del perro que del escenario anterior le pone el pie haciendo que tropiece y provoca que Lola no pueda correr por unos instantes. Para esto, vuelve a encontrarse con el hombre que se habría de encontrar con su padre causando el mismo efecto vial. La nueva tardanza del cojeo de Lola implica que llegue más tarde que en el caso anterior, lo que hace que la amante de su padre tenga el tiempo para explicarle que el hijo en su vientre no es de él. A lo que el padre reacciona negativamente justo cuando Lola irrumpe descubriendo el amorío clandestino de su padre, con lo cual hace un uso instrumental de su dolor para buscar obtener los 100,000 marcos; intento que fracasa y lleva a Lola a desarmar al guardia de seguridad del banco donde trabaja su padre y coaccionar a su padre encañonándolo para que le dé el dinero. Para esto, al salir del banco, estando ya la policia afuera, es confundida con una simple peatón y la dejan irse en libertad. Así, llega a tiempo para encontrarse con Manni y darle el dinero. Desafortunadamente, mientras cruzan la calle para acercarse, Manni es arrollado por una ambulancia torpemente conducida por un sujeto que en los tres escenarios presenta una incapacidad para manejar apropiadamente.
En el tercer caso, Lola evade tanto al perro como a su dueño haciendo una acrobacia "parkouriana" en las escaleras, a lo que sucede que su encuentro con el socio de su padre se da de forma que lo entretiene al grado de evitar el accidente vial y coadyuvando a su exitoso encuentro con el padre de Lola. Como resultado de esto, la amante no puede explicarle su situación y Lola es incapaz de alcanzarlo en su oficina. De modo que, mientras corre sin un plan fijo, se encuentra con un casino, en donde decide apostar lo que tiene y sorprendentemente resulta ganadora de la cantidad que necesitan. Pero en este escenario, un vagabundo que abordó el metro con Manni y se hizo de la bolsa con el dinero después de que la olvidara se cruza con Manni, lo que hace que Manni recupere su dinero y su encientro con Ronnie sea el esperado. Posterior a ello, Lola llega al punto de encuentro sólo para saber que todo salió bien y que además cuentan con un ingreso que no esperaban, sin embargo, en la persecusión entre Manni y ek vagabundo, ocasionan un accidente donde el padre de Lola y su socio quedan heridos, mas Lola parece más interesada en el bien de Mani que en el de su padre.
Sin embargo, Lola establece un esquema de relación medios-fines transversales a toda la historia en donde toma como sus reursos a su padre, los veinte minutos y su velocidad de traslado a pie (si es que lo consideró).
Ahora bien, en los distintos micro-encuentros que tiene Lola con algunos personajes incidentales las cosas resultan completamente distintas en sus proyecciones a futuro. Como, por ejemplo, sucede con la mujer con el bebé, que dependiendo de su encuentro con Lola decide hacer cosas distintas que determinan su futuro, como llegar a su problemática casa y perder la custodia del bebé debido a sus problemas domésticos o ir por un billete de lotería y hacerse rica. O como sucede con la mujer que trabaja en el banco, que en un primer caso decide suicidarse en su soledad y en otro se enamora de otro empleado del banco y vive felizmente casada. O aún más increíble, el tipo de la bicicleta que en los tres escenarios es rechazado por Lola pero que dependiendo de la forma en que lo hace es como resulta su futuro, en donde llega el caso en que le roban la bicicleta y lo golpean, a lo que sigue su enamoramiento con una de las enfermeras del hospital y su futuro casados, o su encuentro con el vagabundo con el dinero en un puesto de comida, en donde vende la bicicleta a este sujeto pero termina en un vórtice de auto-destrucción y vicios. Pero que la venta de la bicicleta implica la posibilidad de que Manni se encuentre con él.
Todo esto nos habla de cómo las decisiones poseen tanto efectos no esperados como efectos esperados. A grandes rasgos, el efecto esperado medular de la trama es, tanto en Lola como en Manni, que Lola llegue a tiempo con el dinero en mano, siendo las vicisitudes negativas los efectos no esperados. Lola esperaba obtener el dinero de su padre pero nunca esperó ninguno de los desenvolvimientos que realmente se dieron. Manni esperaba legar con el cobro al punto de encuentro pero no esperaba que subieran policias al metro ni esperaba perder la bolsa. Pero lo no esperado no siempre resultó negativo, pues Manni no esperaba reencontrarse con el vagabundo y su bolsa y Lola no esperaba que esto sucediera.
A final de cuentas, podemos concebir que en todos los escenarios hubo malas decisiones y buenos y malos resultados, bien fueran esperados o no. A mi parecer, las micro-decisiones en cada escenario no pueden disociarse del conjunto dentro del cual se dan, pues el contexto posibilitó su existencia en gran medida. Por ejemplo, si el hombre que se iba a encontrar con el padre de Lola no trabajara ahí y no hubiera alguien que pudiera fungir como chofer quizá habría sido un caso muy istinto. O si la mujer que estaba solitaria no se viera rodeada por una ideología en la que la soledad, sobre todo en una mujer, implica algo necesariamente negativo, quizá no se habría suicidado ni habría decidido estar con ese hombre.
A nivel de complejidad, me parece que el último escenario es el que resulta más complejo, pues las cosas se articulan ahí de un modo más difícil que en los otros dos, ya que se necesita que Lola no tropiece, que no pregunte la hora, que el vagabundo compre la bicicleta, que Manni se cruce con él, que Lola gane en el casino, etc., para que pueda darse todo ello. Creo que la complejidad de los escenarios se da de modo ascendente, por lo que en cierto sentido se diría que lo más probable es que todo salga mal. Quizá dadas algunas decisiones transversales por parte de los protagnistas o por algunas condiciones estructurales en el contexto donde se dan los hechos.
Y bueno, si habría que responder a cómo sabemos lo que creemos que sabemos, yo diría que es algo muy complejo, pues involucra la relación entre todo lo que constituye la subjetividad del sujeto que sabe lo que cree que sabe y las condiciones en las que existe dicha subjetividad.

-Iván Flores Fernández.

martes, 30 de agosto de 2016

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El contexto se centra principalmente en 2 personajes: lola y Manni. La película comienza cuando  Manni, un joven delincuente que se dedica a hacer trabajos para su jefe. Este llama a  lola a través de un teléfono público explicándole que  perdió una bolsa que contenía 100,000 marcos en el metro, y que debía pagárselas a su jefe. El dinero terminó en manos de un vagabundo. Se debe tomar en cuenta que Lola debía recoger a Manni en su motocicleta pero esta se le fue robada cuando ella se dirigió a comprar tabaco, esto conllevo a Manni a tomar el transporte público.  Deberá debe conseguir el dinero antes de que pasen los 20 minutos o su vida estará en riesgo.
Lola tomó la decisión de ir corriendo hasta donde se encuentra Manni sin haber reflexionado o pensar en la mejor decisión posible, nunca toma en consideración a su madre debido a que no será de gran utilidad; pero si se dirige con su padre ya que este tiene el dinero. Manni, al observar que el tiempo se acaba, decide asaltar una tienda sin tomar en cuenta que Lola puede llegar a ayudarlo.
Situación uno.
Lola corre a hasta donde trabaja su padre, pero en el trayecto ella no está pensando en su alrededor como lo puede ser el trafico, o las personas que pasan a su alrededor. Como consecuencia de ello, se crea un choque de autos. Al encontrarse con su padre, este le dice que la abandonará al igual que a su madre e igualmente le menciona que él no es su verdadero padre. Ante esto ella continua corriendo hasta donde esta Manni, pero el ya esta asaltando la tienda y decide ayudarlo. Estos fueron rodeados por la policía y uno le dispara a Lola cuando nota que les arroja el dinero robado hacia ellos.
Situación dos.
Lola se tropieza en las escaleras, haciendo que no pueda correr, sin embargo ella decide continuar corriendo hasta su padre, quien estaba teniendo una conversación con su amante, quien le dice estar embarazada de él. Esta se entera de esto al entrar corriendo y se enfurece demasiado. Esta decide robar el arma del guardia y amenazar a su padre para que brinde el dinero. Lola logra escapar con el dinero, pero al encontrarse con Manni este es atropellado por una ambulancia, donde tanto el conductor como manni no estaban al tanto de la situación.
Situación tres.
Aquí Lola llega a tiempo y no causa el choque automovilístico, cuyo conductor es socio de su padre y se dirigía a recogerlo. Lola al llegar al banco, nota que ya estaba en el auto y decide perseguirlo sin éxito. Esta se encuentra sin saber qué hacer y por fortuna decide entrar al casino y solo compra una ficha y con esta gana 2 veces consecutivas. Al tener el dinero suficiente corre hasta donde se encuentra Manni e igualmente subió a la ambulancia y allí ayudó a un hombre a tener un pulso normal casi de manera milagrosa. Mientras tanto Manni, al salir de la cabina telefónica se encontró con el vagabundo que tenía su dinero; lo persigue hasta amenazarlo con su arma y entonces el vagabundo le devuelve el dinero a cambio de su pistola. Manni le da el dinero a su jefe y más adelante se encuentra con Lola.
1)      Los recursos en juego (dinero, tiempo, medios de transporte, afectos, chantajes, entre otros);
El dinero del padre de Lola
Lola es el principal recurso de Manni.
El tiempo de 20 minutos
La ficha para el casino
La pistola de Manni, al igual que la del guardia
Las consecuencias esperadas de las decisiones (Jede Sekunde triffst du eine Entscheidung: cada segundo te topas con una decisión);
Se esperaba que el padre de Lola le diera el dinero, que asesinarán a Manni si no conseguía el dinero, llegar a tiempo y sin problemas con Manni.
Las consecuencias no planeadas de las decisiones y las acciones;
El tropezarse en las escaleras, que el padre de Lola le confesará que no es su padre, que al asaltar la tienda Lola perdiera la vida, al igual que Manni falleciese en un accidente de la ambulancia.
Tu interpretación de cada uno de los cuatro argumentos y cómo los vinculas con un escenario de complejidad (mayor o menor, por ejemplo) y los elementos, agentes, decisiones y recursos en juego. ¿Tienes alguna respuesta a preguntas como “¿Cómo sabemos lo que creemos que sabemos?”?

Con esta película se puede interpretar que cada pequeña o gran decisión que se toma puede cambiarlo todo, cada persona tiene toma decisiones con el objetivo de tener las mejores consecuencias; sin embargo las consecuencias no siempre salen como uno lo planea y lo mismo puede ocurrir en todos los ámbitos como en la economía o la política.
 Esto me remite a la acción social de Weber donde cada acción no es idéntica, ni a una acción homogénea de muchos, ni a de la acción de alguien influido por conductas de otros. Weber nos habla que solo hay 4 tipos de acción social; puede ser racional con arreglo a fines (acciones por el fin, medios y consecuencias), racional con arreglo a valores (convicciones acerca de lo que se debe hacer, estas pueden llegar a ser irracionales), afectiva (sentido de la acción en lo peculiar) y tradicional.

RIcardo Alcaraz 

 


lunes, 29 de agosto de 2016

Limpiar una casa


Cada espacio en el que convivimos es una parte de la sociedad. En esos lugares siempre habrá reglas, acciones, responsabilidades, etcétera, que tendremos que seguir para que los procesos y funciones sean desarrollados correctamente, o para no alterar el orden de ese espacio. La casa, la escuela, el trabajo, los parques, son sólo algunos ejemplos de lugares que tienen normas determinadas a seguir, la diferencia radicaría en que hace que cada movimiento en un espacio difiera de otro, y no encontramos otra respuesta más que las personas: su educación, su vida, su cultura, su religión...
            Este ejercicio nos ha hecho reflexionar no sólo sobre la forma en la que funciona la repartición de deberes en la casa, sino también en otros hogares. Pensemos en una casa en la que la madre no deja que los hijos hagan el aseo pero sí permite que sus hijas ordenen y limpien, esta simple acción evidencia que existe en esta casa una cultura antigua que la madre se niega a dejar. Por otra parte, pensemos en un hogar en el que la madre y el padre están de acuerdo en que se repartan los deberes y tanto hijos como hijas tienen que cooperar para recibir los mismos beneficios, enseñándoles implícitamente igualdad, respeto y responsabilidad.
            Volviendo a la idea principal, en un caso tan específico como lo es la limpieza de la casa podemos encontrarnos con que, aún dentro de los miembros del hogar existe una clara distribución de papeles, al igual que en cualquier lugar que requiera una organización de actividades. Por ejemplo, el miembro que aporta más dinero a la casa puede sentir que no es su obligación aportar de otra forma en el hogar, porque ya cumplió con traer el suministro necesario o el hermano mayor puede pensar que tiene el derecho de dar órdenes a los menores.
Existen también circunstancias que pueden cambiar los quehaceres de una persona, por ejemplo alguien que fue operado de la espalda no podrá realizar las mismas actividades del aseo que cualquier persona, lo más consiente es darle tareas más simples o menos de ellas.
Por otra parte, una persona que es independiente se dará cuenta de que las responsabilidades de la casa son diversas, tener un hogar limpio a diferencia de cuando los padres llevaban esa tarea es más difícil. Las relaciones y la repartición de deberes es diferente, pues la funcionalidad que se busca entre los miembros de la casa es más equitativa.
El convivir con gente de diferente forma de pensar, en cuanto a limpieza, puede llegar a generar conflictos, pero al mismo tiempo puede generar nuevas formas de organización ya que se comparte el mismo objetivo; el mantener limpia una casa. Lo importante es, entones, distribuir la limpieza de la casa de forma justa, agarrándonos de la idea de respetar a los demás y pensar en la forma en la que para todos es más fácil llevar a cabo esa tarea, pero también siendo pacientes y considerados con los miembros del hogar que nos rodean, pues no siempre tenemos en nuestras manos las mismas posibilidades.


Rebeca Alcaraz / Ricardo Alcaraz

miércoles, 24 de agosto de 2016

Limpiar una casa

En esta ocasión me daré a la tarea de analizar desde una perspectiva “compleja” la serie de procesos que involucran el aseo o limpieza de mi hogar. Sobra decir que no solamente el número de agentes que intervienen en este proceso sino también la naturaleza de sus respectivas relaciones de convivencia influyen de manera significativa para la consumación de dicha actividad. No es lo mismo mantener el orden y la limpieza de un hogar compuesto exclusivamente por estudiantes universitarios que el de una familia tradicional integrada por padres e hijos. Incluso pueden presentarse diferencias significativas a partir de la capacidad económica de los agentes que intervienen en dicho proceso. Y, como acertadamente señala la investigadora Pierrette Hondagneu-Sotelo, esta actividad que es aparentemente simple, entraña una serie de procesos que requieren de la aplicación sistemática de saberes –predominantemente de corte empírico- y la organización racional de agentes que comparten un espacio vital –el hogar. Es por ello que el estudio de las actividades domesticas, específicamente las que conciernen al aseo y/o la limpieza, pueden ser objeto –y en realidad lo son- del análisis de la complejidad.

Pero lo que interesa llevar a cabo en este ejercicio es una descripción de cómo es que en lo particular hacemos frente a esta situación: el aseo domestico. Antes de pasar a enumerar el conjunto de actividades que integran el aseo de mi casa considero necesario hacer algunos breves comentarios en torno a mi familia, es decir, en torno a aquellos con los que comparto el hogar. En mi casa habitamos tres personas: mi pareja, mi hija y yo. Mi pareja y yo además de ser estudiantes, ella de artes escénicas y yo de ciencias sociales, somos empleados. Nuestras ocupaciones laborales las llevamos a cabo en la mañana -de lunes a viernes- mientras que nuestros estudios los realizamos por las tardes. Mi hija de apenas dos años y medio asiste por la mañana, desde hace un año, a la guardería. Por las tardes una de mis hermanas la recoge y la cuida en nuestra casa hasta que alguno de los dos, mi pareja o yo, llega para relevarla. Aproximadamente dejamos nuestra casa a las 7.30am y volvemos hasta las 8.00pm. El tiempo restante, de las 8pm a las 10.30pm lo empleamos para la preparación de los alimentos que comeremos al día siguiente, para preparar la ropa que utilizaremos –en lo particular y también de mi hija- y además para asearnos y realizar tareas escolares. Los fines de semana no laboramos ni acudimos a clases -aunque esto puede cambiar de semestre a semestre. Y es precisamente en los fines de semana que nos volcamos a realizar el proceso de limpieza de nuestro hogar.

Cabe señalar que la forma de organización y los saberes necesarios para efectuar la limpieza del hogar han ido cambiando conforme pasa el tiempo. El primer obstáculo que hemos tenido que afrontar no sólo es la falta de tiempo sino la caracterización de los roles de género. En un principio, antes de que mi hija entrara en escena, mi pareja y yo habitábamos una casa que compartíamos con otros estudiantes universitarios. Las áreas comunes eran aseadas por una señora que nos visitaba por lo menos dos veces al mes; evidentemente el pago por sus servicios era costeado por todos los que allí vivíamos. El aseo de nuestra habitación recaía sobre nosotros mismos. Como desde entonces mi pareja y yo estudiamos y trabajamos, gran parte del día la pasábamos fuera de la casa, lo que originaba que ensuciáramos muy poco. Además, escasas eran las ocasiones en que preparábamos alimentos y comíamos en nuestra casa. Las más de las veces comíamos en la calle o en la universidad. Todo cambió cuando decidimos hacernos padres. Lo primero que tuvimos que hacer fue encontrar una casa; era evidente que no podíamos permanecer por mucho tiempo con los roomies. Los gastos inherentes al nacimiento de un hijo, los costos de arrendar una casa entre dos personas, aunado a nuestros limitados sueldos como estudiantes, nos orillaron a reformular nuestro estilo de vida a una forma un poco más económica. Fue precisamente en este momento que se hicieron manifiestos los roles de género. Tanto ella como yo teníamos ideas bastante dispares de lo que era ser padres. En lo particular, vengo de una familia tradicional: el padre que se va a trabajar y la madre que cuida del hogar.

Al comenzar nuestra vida como padres asumí que mi pareja iba a hacerse cargo de forma exclusiva de las cuestiones del aseo. Ya avanzado su embarazo, dejó de laborar y de acudir a la universidad, situación que le permitió tener tiempo libre. Por aquel entonces tuve que tomar dos trabajos y seguir con mis estudios. Supuse que por tener más tiempo y estar en la casa mi pareja llevaría a cabo todas las actividades domesticas; pero no fue así. Inmediatamente salieron a luz discrepancias en torno a la realización de las actividades. Aunque tenía todo el tiempo para realizar todas las actividades domésticas consideraba injusto tener que realizarlas sola. Poco a poco fuimos conciliando nuestros temperamentos y negociamos puntos de acuerdo que nos permitieron realizar tan importante tarea: hacer el aseo.   

Tras el arribo de mi hija y el restablecimiento de nuestros deberes las complicaciones volvieron. Ahora a la limpieza ordinaria había que añadirle la que derivaba del cuidado de un bebe. Además, el retorno a nuestras actividades y la nueva situación nos obligaron a reconsiderar nuestros deberes en el hogar. Sin embargo, los roles de género seguían muy presentes. Actividades aparentemente sencillas como sacar la basura eran atribuidas al “hombre” de la casa, mientras que barrer y trapear a la “mujer”. Lavar el baño, barrer la azotea, limpiar las escaleras, lavar los utensilios de cocina utilizados para la preparación de alimentos, limpiar los electrodoméstico –los cuales tienden a ensuciarse rápidamente-, lavar la ropa de la bebe y la propia y muchas otras actividades no podían ser asignadas simplemente por nuestros presupuestos y/o ideas en torno a los roles de género: la organización y designación de actividades debía de ser lo más justa y utilitaria posible.

Es precisamente en este contexto en el que llevo a cabo mis obligaciones de limpieza doméstica. Ahora me daré a la tarea de responder a las preguntas formuladas por el profesor:
Las actividades están divididas en dos rubros: las que superficiales y las profundas. Las superficiales son aquellas tareas domésticas que deben de realizarse al momento de ensuciar o desordenar: tender la cama, trapear la zona de baño, tirar la basura en su lugar, lavar los platos utilizados para la comida y poner en su respectivo sitio todas aquellas cosas que se han utilizado en el día. Las profundas se dejan para el fin de semana e incluyen: sacudir, barrer y trapear la sala, el comedor y las habitaciones; barrer y trapear pasillos, escaleras y azotea; lavar ropa –propia y de la bebe-; sacar la basura; lavar todos los utensilios de cocina acumulados por el uso semanal.

Casi todas las actividades las llevamos en conjunto, es decir, mientras uno barre el otro trapea; si uno barre la azotea otro barres las escaleras, etc. Sin embargo hay actividades que hacemos de forma individual. Específicamente cada quien lava su propia ropa. Por lo regular mi pareja lava la ropa de nuestra hija y yo lavo las colchas y toallas. Además, ambos estamos al pendiente de que los recursos necesarios para el aseo estén disponibles. Una vez por semana realizamos las compras de víveres y recursos en el tianguis de la zona. Casi siempre nos rolamos por semana la ida al tianguis –amenos que alguna eventualidad imposibilite a alguno de los dos.    

Debido a nuestro ritmo de vida sabemos que es prácticamente imposible mantener la casa en perfecto orden. Es por ello que dividimos las actividades en función a nuestra disponibilidad. Tratamos de no ensuciar y desordenar mucho en la semana para que el fin de semana se reduzcan al mínimo las actividades de limpieza.


Hasta aquí he dejado más o menos claro cómo es que llevo a cabo la limpieza de mi casa. Omito comentarios en torno a ciertas preguntas pues en mi situación actual resultan simplemente intrascendentes –hablo aquí específicamente de la décima pregunta.  

Para comenzar el semestre. ejercicio 1; reflexión sobre Corre, Lola, corre


ejercicio 1 aquí: 

http://realidadescomplejas.blogspot.mx/2015/01/una-sencilla-tarea-muy-compleja-la.html

corre Lola acá:

http://realidadescomplejas.blogspot.mx/2013/09/lineamientos-para-el-analisis-de-corre.html





martes, 23 de agosto de 2016

Limpiar una casa.

La limpieza de una casa realizada por más de una persona depende del concenso ejercido por lo integrantes del hogar, es siempre imprescindible tomar un acuerdo con respecto a las necesidades y peticiones que cada uno tiene con respecto a la higiene de la casa.
En el ejercicio reflexivo, nosotros tuvimos que tomar en consideración las preferencias de cada uno para establecer una forma específica de aseo cotidiano y lograr convivir de la mejor forma posible en este ámbito tan hogareño.

Primero, tuvimos que tomar en cuenta el aspecto de la base de elementos necesarios para llevar a cabo la limpieza, por lo que concluimos en que cada uno tendría que aportar lo suficiente para hacernos de los instrumentos de limpieza necesarios. Concordamos en que la utilización y urgencia de los mismos estaba sujeta a la cantidad necesaria en cada uso y la regularidad del mismo.
Segundo, habiendo establecido lo que se necesita instumentalmente para llevar a cabo la limpieza, el fijamiento de prioridades y el orden de la limpieza requirió de que establecieramos una jerarquía donde hubiera lugares que deben asearse a diario. En nuestro caso, concordamos al concebir la necesidad de limpieza diaria (en tanto barrer, trapear y sacudir) de las habitaciones (incluida la sala) y la cocina (y comedor). Ademas del lavado de trastes. En segundo término, cuestiones como el aseo del baño, la banqueta, lavar la ropa o actividades que no se requieren a diario, cada una debe organizarse en días específicos.
Tercero, incidentes inesperados como romper un recipiente de vidrio, tirar una bebida, tapar el inhodoro o un casual obsequio de la mascota de la casa dependen de la malaventurada persona a la que le ocurran. (Quizá el último ejemplo sea un poco más comñicado).

Para llevar a cabo el aseo de la casa es necesario, entonces, fijar la importancia y necesidad de las tareas a realizar, así como la división de las mismas. En nuestro caso, nos basamos en las preferencias de cada uno para decidir quién llevaría a cabo qué actividad y cada cuánto, teniendo como fundamento la mejor convivencia posible como compañeros de vivienda. Todo lo anterior debe estar atravesado por una consideración y solidaridad en la que el egoísmo no perjudique a nuestros compañeros de vivienda, nadie quiere un compañero sucio y aprovechado.
Por lo tanto, la complejidad de algo tan cotidiando reside precisamente en la asuencia de consideración hacia los otros y la falta de compromiso o responsabilidad. Pensamos que todo esto debe hacerse cumpliendo lo más que se pueda para no afectar así a nuestros compañeros de casa.

-Iván Flores Fernández / Dulce Yaneli Balvaneda Yánez.