miércoles, 31 de agosto de 2016

Análisis de la película "Corre, Lola, corre".

El desenvolvimiento de las decisiones que tomamos para hacer frente a la multiplicidad de posibilidades que se pone frente a nosotros como lo inmediato se ve atravesado por diversos ámbitos. Tanto a nivel interno como al nivel de nuestro contexto, las formas de proceder ante la realidad inmediata son algo tan aparentemente simple como verdaderamente complejo.
En esta película, la trama denota claramente cómo las pequeñas decisiones que nos vemos en la necesidad de tomar se ven realizadas, incluso se nos ilustran escenarios potenciales que cada una de dichas decisiones puede ofrecerles a quienes las despliegan.
En primer término, tenemos un contexto base: Manni, un joven que, adentrado en el crimen, comete el error involuntario de olvidar el pago que había ganado tras haber realizado un encargo sobre el tráfico de diamantes en un vagón del metro de Berlín. Mas, ¿qué llevó a Manni a transportarse con la paga de 100,000 marcos por medio del metro?, esto fue, la desventura de la protagonista, Lola, de haber sido robada mientras compraba cigarros a causa de haber descuidado la motocicleta en la que se supone que debía recoger a Manni en un punto de encuentro previamente acordado. Por mor de esta situación, Manni decide llamar a Lola para informarla de lo sucedido y pedirle ayuda. Por lo que se cuentan con las siguientes condiciones: a) Manni debe entregar los 100,000 marcos a las 12:00 p.m., veinte minutos despues de la llamada que hace a Lola. b) Lola debe encontrar la manera de llegar al punto de encuentro de Manni con Ronnie trayendo consigo 100,000 marcos. De aquí se desarrolla el resto de los escenarios posibles en los que podría proseguir.
La película nos muestra tres escenarios potenciales en los que habría de devenir la historia, y en los tres existen decisiones iguales que están presentes. En todos los casos, Lola decide correr a conseguir el dinero sin tomar la decisión de trasladarse de cualquier otro modo, decide también acudir a su padre como patrocinador de la cantidad necesaria, rechaza la oferta de transporte de un extraño que le vende una bicicleta y opta por gritar de lejos y sin caminar a Mannie cuando se encuentra con él.
Ahora bien, las particularidades en cada escenario implican una transformación entre las pequeñas decisiones que articulan completamente diferente el desenvolvimiento de los hechos.
En el primer caso, cuando Lola corre por las escaleras, al encontrarse con un perro que le gruñe ella simplemente se exalta se mantiene corriendo. A lo que prosigue un encuentro fugaz con un hombre que iba de camino a reunirse con el padre de Lola, quien por descuido se estrella con otro auto, lo cual le imposibilita llegar a su encuentro con el padre de Lola. Debido a esto, mientras el padre de Lola mantenpia una charla seria con su amante, se hacen del tiempo suficiente para que ella le diga que está embarazada, acontencimiento seguido por la irrupción de Lola y su intento fallido por conseguir el dinero de su padre, debido a un enfado suscitado por la forma en que Lola llega a la oficina. Posterior a ello, y a la decisión de Lola de detenerse a consultar la hora, llega tarde a su encuentro con Manni, por lo que el decide llevar a cabo su plan alternativo de asaltar una tienda. A lo que se incorpora Lola para desenvolverse en un funesto final (la muerte de Lola en una persecución policiaca).
En el segundo caso, mientras Lola corre por las escaleras, el tipo dueño del perro que del escenario anterior le pone el pie haciendo que tropiece y provoca que Lola no pueda correr por unos instantes. Para esto, vuelve a encontrarse con el hombre que se habría de encontrar con su padre causando el mismo efecto vial. La nueva tardanza del cojeo de Lola implica que llegue más tarde que en el caso anterior, lo que hace que la amante de su padre tenga el tiempo para explicarle que el hijo en su vientre no es de él. A lo que el padre reacciona negativamente justo cuando Lola irrumpe descubriendo el amorío clandestino de su padre, con lo cual hace un uso instrumental de su dolor para buscar obtener los 100,000 marcos; intento que fracasa y lleva a Lola a desarmar al guardia de seguridad del banco donde trabaja su padre y coaccionar a su padre encañonándolo para que le dé el dinero. Para esto, al salir del banco, estando ya la policia afuera, es confundida con una simple peatón y la dejan irse en libertad. Así, llega a tiempo para encontrarse con Manni y darle el dinero. Desafortunadamente, mientras cruzan la calle para acercarse, Manni es arrollado por una ambulancia torpemente conducida por un sujeto que en los tres escenarios presenta una incapacidad para manejar apropiadamente.
En el tercer caso, Lola evade tanto al perro como a su dueño haciendo una acrobacia "parkouriana" en las escaleras, a lo que sucede que su encuentro con el socio de su padre se da de forma que lo entretiene al grado de evitar el accidente vial y coadyuvando a su exitoso encuentro con el padre de Lola. Como resultado de esto, la amante no puede explicarle su situación y Lola es incapaz de alcanzarlo en su oficina. De modo que, mientras corre sin un plan fijo, se encuentra con un casino, en donde decide apostar lo que tiene y sorprendentemente resulta ganadora de la cantidad que necesitan. Pero en este escenario, un vagabundo que abordó el metro con Manni y se hizo de la bolsa con el dinero después de que la olvidara se cruza con Manni, lo que hace que Manni recupere su dinero y su encientro con Ronnie sea el esperado. Posterior a ello, Lola llega al punto de encuentro sólo para saber que todo salió bien y que además cuentan con un ingreso que no esperaban, sin embargo, en la persecusión entre Manni y ek vagabundo, ocasionan un accidente donde el padre de Lola y su socio quedan heridos, mas Lola parece más interesada en el bien de Mani que en el de su padre.
Sin embargo, Lola establece un esquema de relación medios-fines transversales a toda la historia en donde toma como sus reursos a su padre, los veinte minutos y su velocidad de traslado a pie (si es que lo consideró).
Ahora bien, en los distintos micro-encuentros que tiene Lola con algunos personajes incidentales las cosas resultan completamente distintas en sus proyecciones a futuro. Como, por ejemplo, sucede con la mujer con el bebé, que dependiendo de su encuentro con Lola decide hacer cosas distintas que determinan su futuro, como llegar a su problemática casa y perder la custodia del bebé debido a sus problemas domésticos o ir por un billete de lotería y hacerse rica. O como sucede con la mujer que trabaja en el banco, que en un primer caso decide suicidarse en su soledad y en otro se enamora de otro empleado del banco y vive felizmente casada. O aún más increíble, el tipo de la bicicleta que en los tres escenarios es rechazado por Lola pero que dependiendo de la forma en que lo hace es como resulta su futuro, en donde llega el caso en que le roban la bicicleta y lo golpean, a lo que sigue su enamoramiento con una de las enfermeras del hospital y su futuro casados, o su encuentro con el vagabundo con el dinero en un puesto de comida, en donde vende la bicicleta a este sujeto pero termina en un vórtice de auto-destrucción y vicios. Pero que la venta de la bicicleta implica la posibilidad de que Manni se encuentre con él.
Todo esto nos habla de cómo las decisiones poseen tanto efectos no esperados como efectos esperados. A grandes rasgos, el efecto esperado medular de la trama es, tanto en Lola como en Manni, que Lola llegue a tiempo con el dinero en mano, siendo las vicisitudes negativas los efectos no esperados. Lola esperaba obtener el dinero de su padre pero nunca esperó ninguno de los desenvolvimientos que realmente se dieron. Manni esperaba legar con el cobro al punto de encuentro pero no esperaba que subieran policias al metro ni esperaba perder la bolsa. Pero lo no esperado no siempre resultó negativo, pues Manni no esperaba reencontrarse con el vagabundo y su bolsa y Lola no esperaba que esto sucediera.
A final de cuentas, podemos concebir que en todos los escenarios hubo malas decisiones y buenos y malos resultados, bien fueran esperados o no. A mi parecer, las micro-decisiones en cada escenario no pueden disociarse del conjunto dentro del cual se dan, pues el contexto posibilitó su existencia en gran medida. Por ejemplo, si el hombre que se iba a encontrar con el padre de Lola no trabajara ahí y no hubiera alguien que pudiera fungir como chofer quizá habría sido un caso muy istinto. O si la mujer que estaba solitaria no se viera rodeada por una ideología en la que la soledad, sobre todo en una mujer, implica algo necesariamente negativo, quizá no se habría suicidado ni habría decidido estar con ese hombre.
A nivel de complejidad, me parece que el último escenario es el que resulta más complejo, pues las cosas se articulan ahí de un modo más difícil que en los otros dos, ya que se necesita que Lola no tropiece, que no pregunte la hora, que el vagabundo compre la bicicleta, que Manni se cruce con él, que Lola gane en el casino, etc., para que pueda darse todo ello. Creo que la complejidad de los escenarios se da de modo ascendente, por lo que en cierto sentido se diría que lo más probable es que todo salga mal. Quizá dadas algunas decisiones transversales por parte de los protagnistas o por algunas condiciones estructurales en el contexto donde se dan los hechos.
Y bueno, si habría que responder a cómo sabemos lo que creemos que sabemos, yo diría que es algo muy complejo, pues involucra la relación entre todo lo que constituye la subjetividad del sujeto que sabe lo que cree que sabe y las condiciones en las que existe dicha subjetividad.

-Iván Flores Fernández.

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