martes, 23 de agosto de 2016

Limpiar una casa.

La limpieza de una casa realizada por más de una persona depende del concenso ejercido por lo integrantes del hogar, es siempre imprescindible tomar un acuerdo con respecto a las necesidades y peticiones que cada uno tiene con respecto a la higiene de la casa.
En el ejercicio reflexivo, nosotros tuvimos que tomar en consideración las preferencias de cada uno para establecer una forma específica de aseo cotidiano y lograr convivir de la mejor forma posible en este ámbito tan hogareño.

Primero, tuvimos que tomar en cuenta el aspecto de la base de elementos necesarios para llevar a cabo la limpieza, por lo que concluimos en que cada uno tendría que aportar lo suficiente para hacernos de los instrumentos de limpieza necesarios. Concordamos en que la utilización y urgencia de los mismos estaba sujeta a la cantidad necesaria en cada uso y la regularidad del mismo.
Segundo, habiendo establecido lo que se necesita instumentalmente para llevar a cabo la limpieza, el fijamiento de prioridades y el orden de la limpieza requirió de que establecieramos una jerarquía donde hubiera lugares que deben asearse a diario. En nuestro caso, concordamos al concebir la necesidad de limpieza diaria (en tanto barrer, trapear y sacudir) de las habitaciones (incluida la sala) y la cocina (y comedor). Ademas del lavado de trastes. En segundo término, cuestiones como el aseo del baño, la banqueta, lavar la ropa o actividades que no se requieren a diario, cada una debe organizarse en días específicos.
Tercero, incidentes inesperados como romper un recipiente de vidrio, tirar una bebida, tapar el inhodoro o un casual obsequio de la mascota de la casa dependen de la malaventurada persona a la que le ocurran. (Quizá el último ejemplo sea un poco más comñicado).

Para llevar a cabo el aseo de la casa es necesario, entonces, fijar la importancia y necesidad de las tareas a realizar, así como la división de las mismas. En nuestro caso, nos basamos en las preferencias de cada uno para decidir quién llevaría a cabo qué actividad y cada cuánto, teniendo como fundamento la mejor convivencia posible como compañeros de vivienda. Todo lo anterior debe estar atravesado por una consideración y solidaridad en la que el egoísmo no perjudique a nuestros compañeros de vivienda, nadie quiere un compañero sucio y aprovechado.
Por lo tanto, la complejidad de algo tan cotidiando reside precisamente en la asuencia de consideración hacia los otros y la falta de compromiso o responsabilidad. Pensamos que todo esto debe hacerse cumpliendo lo más que se pueda para no afectar así a nuestros compañeros de casa.

-Iván Flores Fernández / Dulce Yaneli Balvaneda Yánez.

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