jueves, 3 de octubre de 2013

Epistemología de la complejidad
Edgar Morín
Resumen:
En esta lectura encuentro múltiples factores que deben analizarse cada uno para comprender hasta dónde mi capacidad de asombro frente a la complejidad puede llegar.
Entonces, primero entiendo que la complejidad puede resultar de la evolución de la conciencia al replantear nuevas formas de solucionar un problema, por un lado, por otro, también implica una emoción, una cierta historicidad para comprender desde dónde parte el asunto, ciertos principios, normas, reglas, preceptos que se deben considerar... la lista puede ser tan larga como lo permita la imaginación.
Es también un asunto de resistencia y de actitud. Ya que por inercia mental se debe separar, desunir y reducir aquello que se pretende dilucidar. Esto es, identificar la complejidad del fenómeno. Exige y compromete a la conciencia a considerar ciertos tópicos que ayudan a escudriñar el problema:
a) legislar: implica a interactuar con el fenómeno de conformidad a leyes, principios, etc.
b) tiempo: considerar la raíz histórica del fenómeno
c) elementalidad: desechar argumentos que puedan confundir
d) insuficiencia de conocimiento: debe existir un compromiso por conocer aún más del problema
e) linealidad: que exista una visión objetiva de las causas que inciden en el asunto
f) organización: que las ideas fluyan con la objetividad más neutral posible.

Ante todo este concierto de ideas, sólo me interesa acotar que el pensamiento complejo según Morín, no es un pensamiento omnisciente, por el contrario es el pensamiento que sabe que siempre es local, ubicado en un tiempo y en un momento. En el pensamiento complejo siempre hay incertidumbre.
Se debe aprender a vivir con incertidumbre aunque siempre es bueno tener certeza, que no sea falsa por que eso es malo. Se privilegia la estrategia y no el programa. Se esta viviendo una gran revolución paradigmática, la cual necesita tiempo ya que es difícil, lenta y múltiple.

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