lunes, 20 de noviembre de 2017

Comentario sobre ponencia acerca de los migrantes/ Casa Scalabrini.

Clase-ponencia por parte de la Casa Scalabrini.
Correspondiente al 11 de octubre del presente año.

Una de las características de la compañía scalabriniana es el asunto que atañe a la atención de los procesos y/o fenómenos migratorios, especialmente donde tiene presencia dicha congregación.
De lo anterior que México sea terreno propicio para llevar a cabo las tareas migratorias por parte de los scalabrinianos. Recordemos que nuestro país cuenta con la, o una de las fronteras con mayor afluencia día con día, ello obligo a hacer una sede obligatoria de este país para la compañía de San Carlos.  Pero el fenómeno de la migración, al menos en nuestro país no es algo que se de sólo de forma unidireccional, el flujo migratorio se da tanto para salir como para entrar al territorio mexicano lo cual define a nuestro país como objeto de fenómeno tanto de emigración como de inmigración, así como de transición y de retorno, las circunstancias geográficas y geopolíticas han asignado esta gran tarea que creo no se ha asumido con la debida seriedad en México.

La ponencia del sacerdote de la compañía Scalabrini destacaba tres momentos históricos respecto a los fenómenos de migración en nuestro país; el primer posterior a la conquista caracterizado por la llegada de población ibérica a lo que posteriormente conoceríamos como lo que hoy es México, la segunda correspondiente al siglo XX con la llegada y recibimiento de población exiliada, donde se caracteriza por la llegada de sectores ligados a una clase económicamente favorecida, y finalmente, la tercera etapa la vivimos actualmente caracterizada por la población que en busca de mejores condiciones de vida intentan emigrar a los Estados Unidos, sirviendo México como escenario que no sólo aporta sujetos en busca de emigrar sino que sirve como terreno de transición de los flujos de migración provenientes de otros lugares ubicados en centro y Sudamérica.

Algo que me llamó la atención, y fue de mi agrado, es el auxilio de herramientas didácticas y metodológicas de las que hicieron uso los ponentes mediante algo que ellos llamaron como metamensajes, en ello destaca el uso de medios no propiamente académicos pero con u gran potencial como medios capaces de generar imaginarios sociales que exhiban la situación plenamente vigente relativa a la migración y así tratar de  visibilizarle.

Lo que nos deja grosso modo, es que lejos de hablar de forma unívoca sobre los fenómenos migratorios es precisamente la multiplicidad factores que intervienen en las decisiones de quienes encarnan tales procesos, las diversas funcionalidades que los mandatarios y organizaciones de diversa índole extraen de la migración. Tal complejidad se ha ido ampliando aún más conforma se han llevado acuerdos para regular e institucionalizar al fenómeno migratorio, que contrario a lo que se podría pensar ha acrecentado la incertidumbre respecto al trato diferenciado derivado de categorías asignadas por tipo y causas migratorias.


En fin lo que queda sobre la mesa es la visibilización del fenómeno, así como una gran veta a explorar acerca de prácticas sociales que se encuentran en un estado de exacerbación, tal oportunidad no podría ir desligada del objetivo principal que sería dar respuestas que pongan en el centro valorar la vida de quienes tienen que vivir tales fenómenos.

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