miércoles, 14 de febrero de 2018

Arquitectura de las decisiones. Thaler. 

Argenis Parral Lara 

Es interesante como se nos hace ver que la toma de decisiones que todos hacemos todos los días de nuestra vida tiene su estructura, su complejidad al optar por alguna, pues así como muchas veces hacemos cosas meditando antes de hacerlas el cómo hacerlas y con qué fin, existen otras ocasiones en las que hacemos cosas sin ni siquiera pensar en lo que estamos haciendo y en si fin último, lo que tiene como consecuencia algo inesperado originalmente y, por lo general, peores resultados a los esperados.
Con el puro hecho de escoger tal o tal decisión podemos hacer desde fuera una minuciosa observación con su respectivo análisis y darnos cuenta de lo complejo que ésta es, pues el simple hecho de que un guitarrista opte por tocar en sus tiempos libres ciertas canciones para tocar que otras que también se sabe implica una complejidad en su pensamiento que le hacen optar por unas canciones en lugar que las otras que también se sabe, canciones que quizás a otros les hubiera gustado tocar en su lugar o al menos escuchar que las toque. En cuanto a los gustos también podemos distinguir ese rasgo complejo ya que el cerebro humano tiene su función general, pero en cuanto a las preferencias, por más que sea humano, tiene sus diferencias.
No cabe duda que las decisiones son antes estructuradas en nuestras mentes para realizarlas, pero a lo que dije arriba de que muchas veces actuamos sin pensar, pensamos en cuanto decidimos hacer aquello sin una previa meditación de la decisión,la meditación de la decisión es la diferencia entre una decisión diligente de la negligente. Aunque sí hay casos en los que decidimos sin ser conscientes de lo que decidimos, y esos son los casos en los que una persona sumamente borracha o drogada actúa, pues en esas situaciones ya no estamos en nuestros cinco sentidos, por lo que nuestras decisiones se vuelven más inestables y son propensas a la autodestrucción. 
Algo tenemos que tener cierto, y es que la complejidad existe en la arquitectura de nuestras decisiones, porque la complejidad tiene que ver con todo en la vida de los sujetos, la sociedad es compleja, el sujeto es complejo, los sistemas son complejos, los movimientos sociales complejos son, los pensamientos individuales y colectivos también. Todo requiere de su minuciosos estudio para comprender o acercarnos a su comprensión, una tarea difícil que el sociólogo (y no sólo éste) tiene que enfrentar en su manera de trabajar.

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