miércoles, 28 de noviembre de 2018

Ensayo Michael Garcìa

La identidad del individuo en las realidades complejas de las redes sociales y su análisis crítico dentro de ellas


Introducción
En la actualidad las redes sociales digitales han cambiando nuestro día a día. Los sujetos sociales, practican esta cotidianidad ya que existen aquellos que sin ellas no logran entender el mundo o simplemente, no pueden comunicarse. Los usuarios que interactúan dentro de estas redes, ganan poder al mismo tiempo que generan la capacidad de influencia sobre otras personas que de igual manera coexisten en ellas.
Desde hace un par de años (siendo más específico, desde el año 2010), las redes sociales digitales han transformado las relaciones con el mundo y con la sociedad en general. Año con año su crecimiento se reproduce ya que han convertido la interacción dentro de estas plataformas una cotidianidad casi indispensable al punto de que en el año 2017 poco más de la mitad de la población mundial son usuarios activos las plataformas de redes sociales como lo son Facebook, Twitter, entre otras.
Un alto porcentaje de los usuarios que conviven en las redes sociales, cuentan con un dispositivo móvil, lo cual facilita la interacción y el acceso a la red global y abre una infinidad de posibilidades con la ayuda de ellas.
La educación, el ámbito laboral y de ocio ya forman parte de las plataformas por lo sencillo que se ha vuelto el compartir documentos, intereses comunes y cualquier información necesaria para los individuos que conviven en ellas.
Dicho todo lo anterior, es aquí en donde nace mi interés por el tema ya que al igual que una gran mayoría de la sociedad, también soy un individuo que forma parte de esa colectividad digital y que todo el tiempo presencia la información y los contenidos que se comparten en las plataformas, reflexionando sobre los mismos.
Considero inclusive que el abordar en la actualidad cualquier tema que hable sobre las relaciones humanas, forzosamente implicaría de manera necesaria conocer sobre el tema de las redes sociales que son tejidas desde una plataforma digital.
La reflexión sobre mi interés de entenderme como sujeto en las redes sociales me llevó al planteamiento de las siguientes cuestiones: ¿cuál es la identidad del individuo o su rol dentro de las redes sociales digitales? y, ¿se tiene un análisis crítico sobre los contenidos que se encuentran en la colectividad digital?
El tema que se abordará  en este trabajo intentará despejar las interrogantes e invitar a la reflexión sobre la problemática que a simple vista es invisible pero que dentro de la cotidianidad se ha convertido una práctica normal.
Así mismo se realizará una interpretación y la  influencia de las redes sociales en la opinión pública, Facebook en específico. La idea central será entonces la de relacionar al sujeto con su identidad, el contenido son el análisis crítico, al alcance de la red social en cuestión y al enfoque de las redes sociales como un medio de comunicación muy diferente a los mass media tradicionales con los que la sociedad en general está de una manera mayor relacionada (Tv, radio, periódico).
Para seguir un hilo conductor coherente, en la primera parte se definirán los conceptos necesarios para comprender la problemática en la que también se abordarán sus antecedentes y características y de qué manera el sujeto entra en una identidad colectiva dentro de esta red social.

Redes sociales
Para entender a las redes sociales es necesario entender algunos su definición y concepción ya que existen diversos matices los cuales deben ser aterrizados.
Para Lomnitz (1975), la red social es definida como un conjunto de relaciones para diversos intereses, normalmente de manera recíproca (en cuanto a bienes y servicios), dentro de un espacio determinado. La autora define las redes con diversos tipos de estas. Por un lado se tiene a las redes sociales egocéntricas y exocéntricas. La segunda es en dónde “lo característico no es el intercambio con un individuo determinado, sino el intercambio de todos con todos (1975: 143). Es entonces una red para obtener algo que se busca en alguien más no necesariamente de manera directa.
Manuel Castells (2010) define a la sociedad red como: una estructura social, compuesta por redes activadas por tecnologías digitales o plataformas de la comunicación y la información basadas en la microelectrónica, es decir, en los procesos que se llegan a aplicar a una secuencia para el resultado final. Es entonces en donde la estructura social es el acuerdo organizativo del humano en la relación con la producción, el consumo, la reproducción, la experiencia y al poder expresado mediante la comunicación significativa codificada por la cultura y sus reproducciones.

Dentro de las plataformas de redes sociales se encuentran espacios meramente abiertos para compartir información y contenidos con un sinfín de temáticas para los usuarios que interactúan en ellas.
Analizando los contenidos que se encuentran en las plataformas de redes sociales tenemos algunos factores importantes como su discurso viral y este nos permite vislumbrar el cómo este se reproduce de forma masiva en tiempos muy cortos, de hecho de forma inmediata con un alcance en algunos casos global. El contenido se encuentra en las plataformas de redes sociales el cual está al alcance de cualquier persona, ya sea con tópicos políticos, culturales, económicos o inclusive con temas generales para la sociedad. Sin embargo ese contenido no pasa antes por algún filtro de reflexión crítico.
Los contenidos que son compartidos y subidos a la red (fotografías, notas, vídeos) se reproducen con la misma velocidad que llegan, y es con la misma rapidez que llegan a otros sujetos. Contenidos cuyo discurso en diversas ocasiones y cada vez más recurrentes, incitan al odio o a seguir prácticas que moral o éticamente no pueden ser correctas para lo que supondría a ser la sociedad. Por otro lado, dentro de esa comunidad virtual es transformada en una práctica para encajar con algunos de los usuarios. El análisis crítico de los contenidos de las plataformas es entonces cuando desaparece.

Identidad digital: ¿Quiénes somos dentro de las redes sociales?
Dentro de las conductas de las redes sociales digitales, los roles y comportamientos se configuran de forma inmediata en el momento en el que se entra en la colectividad.
El individuo es lo que comparte, cuándo lo comparte y cómo lo comparte. A partir de este concepto, la carga de contenidos dentro de la plataforma social, el conjunto de fotografías, videos, comentarios y notas, configuran nuestra identidad en ese plano digital.
Las redes sociales difunden sentimientos y emociones como felicidad, generosidad y amor. Por lo general están ahí, ejerciendo una influencia casi imperceptible y al mismo tiempo es determinante en nuestras acciones, elecciones y pensamientos diarios. La emoción colectiva va confeccionando nuestra visión del mundo y nuestros deseos. El problema es que las conexiones no terminan en las personas con las que tenemos una cercanía y que en realidad conocemos. “Más allá de nuestros horizontes sociales, los amigos de nuestros amigos pueden impulsar reacciones en cadena que acaben por alcanzarnos. (Christakis y Fowler, 2010: 21)
Las comunidades se definen por conexiones estructurales y no necesariamente por ningún rasgo particular que pueda conectar a sus miembros entre sí. Entonces nuestra identidad pasa a transformarse en una identidad en conjunto.

Para Alberto Constante (2013)  La red social es sólo en conjunto de personas la cual se forma por dos elementos, uno de ellos son las personas y el otro son aquellas conexiones entre estos. Con esto se forma por naturaleza del sujeto a formar una red de amigos, ya sean pocos o muchos e ir tejiendo un tipo de familia virtual en donde existen relaciones de intereses.
Las redes sociales cuentan con dos aspectos fundamentales para el sujeto sin importar si son complejas o sencillas. Dentro de la red global existe la conexión lo que tiene que ver con la relación de quién con quién y segudo de esto se encuentra el contagio.
A pesar de que en teoría se debería ir formando la identidad del sujeto con aspectos como los antes mencionados (amor, generosidad y felicidad), por este mismo contagio virtual de contenidos que conforman y dan forma a la identidad, la información fluye por los canales de comunicación transmitiendo al igual  “gérmenes”, lo cual engloba a la violencia, modas y una felicidad vacía.
Es entonces aquí en donde el sujeto se forma con todas aquellas identidades, tanto positivas como negativas y sus pensamientos compartidos.
Nicholas A. Christakis y James H. Fowler (2010) mencionan que existen algunas normas dentro de las redes sociales  y están relacionadas con las conexiones y la forma en que se contagian, desde su estructura y función para el individuo.
En otras palabras, somos nosotros quienes vamos dando forma a nuestra red, ya que las personas que conviven en las plataformas reorganizan las redes sociales de manera constante, ya sea por la tendencia que en estas se encuentra de manera consciente o inconsciente por la necesidad de asociarnos con personas las cuales comparten nuestros intereses y las vuelven semejantes a nosotros.
También la red nos da forma a nosotros, ya que conforme esas conexiones se incrementen y crezcan los vínculos con otras personas, será más sencillo que nos relacionemos con terceras personas o por el contrario, las acciones afecten cerrando conexiones y estas disminuyan. Un ejemplo sería el de un divorcio, a pesar de que la conexión es un vínculo entre dos personas que cuentan con un matrimonio, este afectará de alguna manera al hijo de ellos.
Se puede considerar que la red actualmente tiene una vida propia, ya que a las redes sociales cuentan con propiedades y funciones que sus miebros no controlan ni perciben.
A pesar de que la mayoría de las personas se encuentran conscientes del efecto que ejercen otras personas que conocen (respecto a ideologías y creencias), rara vez se analiza que dichas creencias u opiniones pueden trascender más allá de las personas a las que conocen.
En la vida cotidiana por ejemplo, nuestra identidad es configurada por documentos como acta de nacimiento, pasaporte lo que nos da el sello personal. Las decisiones y acciones que tomamos en nuestro día a día (en la escuela, trabajo o en nuestra comunidad), va marcando una huella que construye nuestra identidad. De igual manera dentro de las redes sociales, el conjunto de contenidos que compartimos, nos va dando nuestra identidad y todo el conjunto de rasgos que nos conforman permiten identificarnos como un usuario con la percepción de la colectividad. Somos lo que otras personas ven.

El contagio emocional: El contenido y su análisis crítico.
Las emociones pasan de persona a persona a causa de dos rasgos de la interacción humana: estamos biológicamente constituidos para imitar la apariencia de los demás “su aspecto exterior” y, al imitar su apariencia, adoptamos su estado de ánimo “su interior”.
Al sentirnos identificados con otros sujetos tendemos por naturaleza a intentar encajar dentro de la sociedad, adoptando su pensamiento.
Las redes sociales al contar con una libertad de expresión casi inagotable, tienden a lograr transmitir emociones globales ya que tratan directa e indirectamente con datos relacionales.
Los datos relacionales son aquellos vínculos que existen entre un par de elementos. Esos vínculos pueden ser tratos comerciales o inclusive salir con alguien más por un café, pero estos enlaces están constituidos por acuerdos, conjuntos de sentimientos y conductas que las personas experimentan.
A partir de todo el conjunto de elementos y relaciones establecidas es posible construir la red. El mundo está formado por redes y no por grupos ya que a diferencia, las redes trascienden inclusive globalmente y no necesariamente por medio de un grupo.
En el siglo XXI nuestras conexiones afectan a los aspectos de la vida cotidiana. Aspectos como un crimen, una donación para alguna causa en especifico o noticias, sin embargo no son más que la punta del iceberg, existe más por debajo del agua.
Todo el conjunto que es compartido en las redes sociales se conforman por diversos intereses, normalmente de marketing y políticos, y sus discursos son disfrazados por emociones que al hacernos sentir identificados con ellas, nos lleva a conectar nuestra identidad con la de algunos más.
En tiempos en lo que todo es comunicado y todo es de todos dentro de internet, los riegos de vuelven importantes, los usuarios con influencias en las redes sociales pueden analizar y determinar las acciones basadas que están en las plataformas para la toma de decisiones.
El usuario de las redes sociales convierte su contenido en un generador y distribuidor de información la cual puede o no ser buena o en determinado caso fidedigna. Normalmente en la cotidianidad de las plataformas se forman grupos antagónicos con ideologías diferentes con respecto a los contenidos en la red social.
La presión que un grupo online pueda hacer acerca de algún contenido dentro de la plataforma puede modificar el comportamiento del sujeto y pueden distorsionar a la comunidad virtual.
En conclusión, ¿es entonces una identidad diferente a la en la vida cotidiana a la que se tiene en las redes sociales y dependen de los contenidos y su análisis crítico?
No. Aunque la identidad una vez antes de entrar a la red social es diferente, una vez que entra en esta interacción su identidad se compone y se transforma, siendo influenciada en la vida cotidiana.
Los contenidos van formando un tejido en la identidad y las ideologías de los sujetos en las plataformas pasan a ir dando forma a la identidad  de cada uno. Un tipo de construcción social virtual que terminan por darle una ideología de un conjunto de algunas otras, pero considero que el análisis crítico en los contenidos debe ser estudiado para comprender si la construcción social es formada o deformada por las redes sociales y conocer sus fines. No todos lo que se encuentra dentro de la red global es bueno o cierto, pero el sujeto debe comenzar por ir replanteando todas esas ideas  de la colectividad.



Bibliografía

Castells, Manuel (2012). El poder en la era de las redes sociales. Recuperado dehttps://www.nexos.com.mx/?p=14970
Christakis, Nicholas A. y Fowler, James H. (2010). Primera edición. Conectados: El sorprendente poder de las redes sociales y cómo nos afectan. Madrid, España. Editorial Taurus.
Constante, Alberto (2013). Primera edición. Las redes sociales: una manera de pensar el mundo. México D.F., México. Ediciones Sin Nombre.
Enriquez Rosas, Rocío (2000). Redes sociales y pobreza: mitos y realidades. Recuperado de http://redalyc.org/articulo.oa?id=88412392004
Lomnitz, Larissa (1994). Redes sociales, cultura y poder. Ensayos de antropología latinoamericana. México D.F., México. FLACSO.
Torres Nabel, Luis César (2013). Los mecanismos de lo político en las redes sociales de internet. Recuperado de http://www.apostadigital.com/revista v3/hemeroteca/tnabel1.pdf

Torres Nable, Luis César (20159. ¿Quién programa las redes sociales en internet?  El caso de Twitter en el movimiento #YoSoy132 en México. Recuperado de http://dx.doi.org/10.3989/2013.05.29

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