domingo, 1 de marzo de 2020

“Epistemología de la complejidad” de Edgar Morin.



Por: José Eduardo Rodriguez Pérez.



Esta lectura me fue particularmente interesante porque creo que aborda muy bien un problema que considero habitual entre quienes intentamos formarnos en el estudio de la sociología y es justamente el conflicto con aprender a pensar desde la complejidad. Nuestra formación previa atiende para la mayoría de nosotros al método de estudio clásico que es “separar” el todo para intentar comprender las partes, mientras que la sociología (al menos la que yo he encontrado en UdG) invita a considerar los entramados que conforman esa pequeña parte de la acción social que nos causa interés. Creo que esto nos conflictúa a lo largo de las clases porque eventualmente nos damos cuenta que esquematizar, separar e intentar simplificar eventualmente deja de funcionar “¡Es muy complejo!” escucho decir constantemente en clases con un tono casi siempre de frustración y definitivamente lo es. Aunque a la larga nos damos cuenta que resulta mejor pensar desde ese fardo que representa la complejidad.


Algo que me parece muy valioso de esta lectura es la conceptualización de tres términos en específico y que me parecen bastante sólidos; El de organización “como lo que liga un sistema”, el de programa como “una secuencia de actos decididos a priori y que deben empezar a funcionar uno tras otro sin variar (Cap 8 pag 27)” y el de “Estrategia” como “Un escenario de acción que puede modificarse en función de las informaciones, de los acontecimientos, de los azares que sobrevengan en el curso de la acción. Dicho de otro modo: la estrategia es el arte de trabajar con la incertidumbre (Cap 8 pag 27)”.

Otro dato que me pareció interesante es el aborda el explicar la complejidad respecto a la máquina viva y artificial al referir que “la máquina artificial no tolera el desorden” mientras que la máquina viva si es capaz de tolerarlo y de esto me recordó la trama de la película de ciencia ficción de “Yo Robot” del escritor Asimov en la que en una idílica sociedad del futuro donde los robots son capaces de colaborar con los humanos atendiendo muchas de sus necesidades como cocinar, manejar un coche o brindar compañía, el sistema informático madre “ V.I.K.I” decide emprender un golpe de Estado contra los humanos al concluir que estos son desordenados, cometen crímenes y emprenden acciones que ponen en riesgo su vida por lo que para garantizar su mayor sobrevivencia posible, V.I.K.I concluye que la sociedad deberá estar controlada por los robots para garantizar la seguridad, estabilidad y progreso de sí misma, lo que en los hechos significa poner fin a la libertad de decidir (¿ hacerse daño?).
Finalmente creo que una gran aportación de esta lectura es la relacionada a desenmascarar al conocimiento que se considera omnisciente. Morin nos explica que “ lo que conocemos no es el mundo en sí, es el mundo con nuestro conocimiento (Cap 5 pag 22)” y que “El punto de vista de la complejidad nos dice justamente que es una locura creer que se pueda conocer desde el punto de vista de la omnisciencia, desde un trono supremo a partir del cual se contemplaría el universo (cap 5 pag 23)”.
“El pensamiento complejo no es el pensamiento completo; por el contrario, sabe de antemano que siempre hay incertidumbre. Por eso mismo escapa al dogmatismo arrogante que reina en los pensamientos no complejos. (cap 9 pag 27)”.
Me quedo con esta frase que es bastante compleja, completa ...y complicada.
“Es absolutamente necesario elaborar un pensamiento complejo capaz de comprender que la política se ha vuelto multidimensional. (Cap 7 pag 25)”


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