miércoles, 27 de mayo de 2020

MUCHACHA, ¿ESTÁS CASADA?


Lo natural, lo inventado y el dilema

Osmar Alejandro Ruelas Jara

Para empezar, yo no tenía la más remota idea de que existiera una comunidad de gitanos en nuestra ciudad. Eso por sí mismo ya me parece algo sumamente interesante de analizar y entiendo lo intrigante que debió ser para los antropólogos, psicólogos y sociólogos el haber querido investigar a esta comunidad, en particular por su sentido cultural.

Ahora, los estudios que abordan “lo cultural” siempre se enfrentan a una complejidad metodológica (que personalmente no creo que alguna vez vayan a resolver sin antes replantearse los principios epistemológicos de la investigación como tal), como podría ser el caso de este documental, en la que tienen una situación cultural particular y controversial  que, desde un punto de vista moral pero crítico, debería cambiarse; sin embargo la investigación se limita a una descripción de esta realidad narrada por los propios sujetos sin ninguna posibilidad de explorar más profundamente en el tema.

No quiero decir con esto que este documental o demás estudios culturales estén mal efectuados, más bien están mal planteados y por eso se quedan cortos. Si de antemano se hubieran ido a explorar esa comunidad con la intención de “destacar” esos aspectos negativos y quizá hasta cuestionarles a los mismos sujetos que entrevistaron sobre que creían de sus mismas creencias y de aquellas que no son iguales a las suyas, quizá habrían obtenido información más valiosa.

De igual forma, creo que la investigación, académica o no, tiene una limitación que es muy clara al simplemente interactuar con alguien más; si bien somos personas diferentes, con distintas creencias, distintas prácticas y por supuesto con distintos sentidos y cuestionamientos que nos han construido y destruido a lo largo de nuestras vidas,  no puedo cuestionarle más allá de sus persona, quizá podría cuestionar su discurso, señalar sus contradicciones o plantear nuevas interrogantes que quizá no se esté planteando, pero no voy a ir a explicarla por qué está mal y por qué debería hacer o dejar de hacer cierta práctica y mejor hacer algo más. No tendría ningún sentido y no funcionaría de todas formas.

Ahora, que yo no pueda hacer más que eso no tiene nada de malo, yo podría hacer muchas cosas importantes desde esa posición, pero al final de cuentas quien tiene la posibilidad de cuestionarse en su persona para cambiar es la persona misma, pues claro que tiene la posibilidad de hacerlo, pues si negamos esa posibilidad estamos haciendo que dependa de que yo vaya a decirle la verdad para emanciparlo y que haga la revolución, o peor aún, hago que yo dependa de que esa persona dependa de mi para que yo pueda hacer todo eso y pueda obtener validación.

No sé si es algo ingenuo de mi parte o hasta esperanzador, pero yo creo que cada persona en el mundo es capaz de ser y dejar de ser por y para sí misma, aunque quizá haya situaciones demasiado restrictivas.

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