miércoles, 27 de mayo de 2020

OBSERVACIÓN MERCADO FELIPE ÁNGELES

Antes y durante la epidemia


Osmar Alejandro Ruelas Jara



El mercado Felipe Ángeles es una zona comercial muy importante en toda la ciudad de Guadalajara. En este lugar muchas personas compran una gran variedad de productos; frutas, vegetales, productos de limpieza, abarrotes, semillas, cereales, especias, hongos, etc. (y eso sin mencionar la otra diversidad de mercancías que venden alrededor del mercado) ya sea para su propio negocio o para surtir a su negocio.



Personalmente he estado yendo a este mercado desde hace aproximadamente 6 meses desde que me mudé por los alrededores, y me parece que es un lugar muy importante, desde su nivel económico hasta simbólico. 

Muchas personas acuden desde temprano a este lugar para surtirse para preparar sus desayunos y de una vez para la comida de la tarde. Incluso hay quienes, aprovechando la cercanía con el mercado, compran sólo lo que prepararán ese mismo día para garantizar la frescura de sus alimentos.

Nunca he ido desde muy temprano, pero a lo que me han podido contar dueños de los locales y demás trabajadores, desde las 4 de la mañana (algunos locales más temprano o más tarde) llegan los camiones a empezar a descargar las cajas llenas de comida. Para ese entonces ya hay personas (hombres jóvenes entre 20-40 años) que les ayudan a descargar a cambio de una propina, pues no son trabajadores como tal de los negocios, pero están en los alrededores en disposición de ayudar, incluso a la clientela; después como desde las 6 de la mañana ya están vendiendo, en especial a los que van a surtir para su propio negocio o su restaurante.

Después acude la clientela casual que busca alimentarse a sí misma o a su familia. Una buena parte llega y se va a través del transporte público y casi todo el día se mantiene el mismo flujo de personas, quizá mientras más tarde el flujo se reduce. Y así se mantiene hasta las 3 de la tarde aproximadamente cuando ya los negocios empiezan a guardar sus productos y cerrar sus locales, y en ese proceso tardan casi hasta las 6 de la tarde, para cuando ya todo el mercado está cerrado.


Si ya la interacción era bastante interesante, me intrigó saber cómo sería ahora con las nuevas medidas contra la pandemia para evitar la propagación del coronavirus, así que, por esto y por necesidad, he estado yendo al mercado en estos últimos meses y aquí están mis observaciones.



Antes incluso de llegar al mercado, se puede ver que los negocios alrededor se compartan diferente, pues hay muchas personas afuera en fila y distanciadas una de la otra (excepto e los negocios donde venden productos de limpieza y demás desinfectantes) Ya una vez llegando al mercado, el acceso está limitado por una valla y están distribuidas las entradas y salidas de forma específica, y en la entrada hay una persona que te da gel antibacterial para las manos.



Ya dentro del mercado, absolutamente todos los locatarios utilizan cubrebocas y algunos ponen al alcance gel antibacterial, y otros hasta lo venden. Dentro están policías de tránsito que parece que vigilan que no se acumule fácilmente la gente y que todos traigan cubrebocas, y aunque la gran mayoría lo tenía, había algunos que no lo estaba utilizando correctamente.

A lo que me contaron los locatarios, si hubo una disminución en el flujo de gente, pero de una forma dividida, es decir, no fue una caída porcentual notoria y de golpe, sino que ha sido una redistribución paulatina en cuanto a clientes, pues estos ya no tardan tanto en hacer sus comprar y evitan aglomerarse alrededor de los puestos. Además, han estado abriendo un poco más tarde y cerrado más temprano de lo usual, ya sea porque ya no hay tanta clientela o por su propia seguridad.


Los trabajadores externos (cargadores, diableros) si están sufriendo las consecuencias de estas medidas porque ya no son tan indispensables como solían; al llevar un estilo más apresurado y efectivo siempre se podían mantener ocupados, en cambio ahora se ven menos activos y preocupados, buscando atentamente quien los pudiera contratar.


Esto es lo que pude observar del mercado. Como tal no registré un día u hora específica en el que haya ido y que solamente fuera para observar, pues cada 15 días acudo para surtir mis alimentos desde antes de la pandemia. 

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