domingo, 22 de septiembre de 2013

“Epistemología de la complejidad”, Morín

Morín, E. (2004). “Epistemología de la complejidad” en Gazeta de Antropología, núm. 20, artículo 02.

Frente al actual debate de la complejidad en varias ciencias, Morín logra hacer un gran recuento histórico de científicos que a través de la historia la han mencionado; así como uno biográfico de cómo ha sido abordada o debatida la complejidad, puesto que mientras que la cientificidad, falsabilidad son grandes debates, la complejidad nunca ha sido abordada.
El autor nos plantea a la complejidad como algo más que una noción lógica cuantitativa, y no solo como incertidumbre o irracionalidad, sino como una aventura. Un aventura en donde al adentrarnos en la simplicidad, vemos y comprendemos a la vez la complejidad. Por eso mismo se nos enlistan trece principios del paradigma de simplificación. En los que, de manera resumida, se nos explica que desde la ciencia clásica siempre se intenta a toda costa: legislar, ignorar el tiempo como proceso irreversible, reducción (de los elementos), etc. en los principios construidos. Propone así el tetragama orden-desorden-interacciones-organización. Para Morín, desde estos puntos, el conocimiento no debe de verse como algo que se interrumpe con nuevos descubrimientos, sino como un espiral que tiene un punto de partida histórico, pero no tiene término; pues al conocer sus partes, vamos conociendo mejor el todo, y al mismo tiempo ese todo nos permite conocer mejor las partes. De otra manera, también nos hace falta ver cómo el todo está presente en las partes y las partes presentes en el todo; y nos hace falta, pues, no desunir, sino distinguir los seres de su medio ambiente.
En el centro de la complejidad tenemos un problema de principio de pensamiento, y en éste se presenta el problema de la insuficiencia de la “lógica”. Además no sólo tenemos limitantes bio-antropológicas del conocimiento (como nuestro cerebro), también las socioculturales.
La manera en que la oposición y asociación que rige la ciencia hoy en día, no es característico de las teorías, según Morín, la vemos también en la organización tecno-burocrática de la sociedad. Resulta evidente, entonces, que hay una relación muy profunda entre el modo como organizamos el conocimiento y el modo como la sociedad se organiza. La complejidad debe tratarse en la ciencia, puesto que no sólo está inexistente en ella, sino en todos los procesos de la vida humana: en cómo nos vemos a nosotros humanos con la naturaleza, o no; en cómo se ve la construcción de una sociedad, etc. esto para lograr que nuestra espiral del conocimiento, nunca por terminarse, se complete un poco más.

Gabriela Becerra 

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