jueves, 8 de mayo de 2014

Complejidad de una institución: TECHO, AC

3. Complejidad de una institución: Un techo para mi país,  AC
Andrés Márquez Noriega

Un techo para mi país, A.C. o sencillamente TECHO, es una organización presente en Latinoamérica y el Caribe que busca superar las condiciones de pobreza en que viven millones de personas en asentamientos irregulares, a través de la acción conjunta de sus pobladores y jóvenes voluntarixs. A través de un modelo de inserción comunitario que busca conocer y escuchar las necesidades de las familias y considerando el desarrollo comunitario como eje transversal de su trabajo, lxs voluntarixs de TECHO buscan brindar herramientas a las familias para ir solucionando los problemas detectados ya sea en habitabilidad, educación, asesoría jurídica, salud, capacitación de oficios, fomentos productivos, fondos concursables para proyectos comunitarios, etcétera. Los objetivos son tres: promover el desarrollo comunitario (1), crear una conciencia de acción y participación social (2) e incidir, junto a otros, en políticas públicas (3); con la firme convicción de que la pobreza es una condición totalmente superable si todxs los miembros de la sociedad lo consideran un tema prioritario y trabajan activamente por resolverlo.
            Decidí observar la complejidad de esta institución ya que yo fui voluntario por dos años, y logré observar la infinita complejidad de superar la pobreza a través de un modelo de intervención que en teoría puede oírse funcional pero en la práctica son tantos los factores e individuos/colectivos que influyen, en distintos espacios y tiempos, que no por nada la pobreza sigue siendo tema de interés y debate, pues me atrevo a decir que superarla parece ser la tarea más difícil y compleja que pueda existir, sobre todo en este sistema no sólo económico sino ideológico, donde la concepción al derecho de propiedad privada está tan arraigada.
            En este texto trataré de profundizar sobre la complejidad a la que se enfrenta una institución –con prácticamente todos los atributos a los que esta palabra se refiere-, para superar un tema tan complejo como es la pobreza.

Actores
            Primero que nada hay que pensar si bien no en la infinidad sí en la ilimitabilidad de actores que participan, influyen o son influidos por el trabajo de una institución de este tamaño. Sólo para darnos una idea de su tamaño, en una escala de micro a macro, tan sólo en Guadalajara en apenas tres años hay más de 15 comunidades (que varían de 1000 a 9 familias) en donde Techo ha intervenido, con una oficina local de aproximadamente 30 voluntarixs permanentes (pero con movilizaciones de hasta 500 voluntarixs en actividades o construcciones masivas) divididos en equipos –con su respectivo coordinador(a)- de construcción, formación y voluntariado, jurídico, desarrollo de fondos, comunicación, habilitación social e inserción y diagnóstico, dos directivos: una social y uno comercial, que depende de una oficina nacional con las mismas características y de la cual dependen a su vez 6 oficinas en las principales ciudades del país; y dicha oficina nacional, junto con otras 18 en distintos países del continente (con sus respectivas oficinas locales), forman parte y “obedecen” a una oficina central, donde se encuentran lxs directivxs de las distintas áreas para América Latina y el Caribe, cuya sede está en Santiago de Chile, ciudad donde comenzó dicha organización.
            A esto hay que sumarle las millones de familias en asentamientos irregulares a las que ya sea para bien o para mal Techo ha influido, ya que sin duda son protagonistas como actores que también toman decisiones para el cambio de su comunidad.
            Además, Techo no trabaja solo, trabaja a través de donativos principalmente de empresas grandes, nacionales y trasnacionales, las cuales sin duda son un actor importante en la toma de decisiones, pues Techo muchas veces se ve obligado a aceptar términos y condiciones que dificultan más el trabajo (como fechas concretas de intervención por ejemplo) por ser la empresa quien aporta el recurso económico. Aún más compleja es la relación con el gobierno, pues muchas decisiones respecto a la situación de las comunidades dependen meramente de este actor (como la regularización de los terrenos o el alumbrado público) y además, Techo siempre procura la participación y toma de responsabilidad del gobierno sobre este tema, pidiendo el 30% de la inversión lo cual en la mayoría de los casos termina en donaciones en especie de comida o préstamo de camionetas que de cierta forma involucran al actor gobierno muy directamente en el trabajo de esta organización.

Espacio(s)
            Una vez descrita la multiplicidad de actores alrededor de Techo, será fácil imaginar todos los lugares concretos y los contextos en los que toma parte la acción de esta institución. Desde las comunidades tanto urbanas como rurales situadas en distintas ciudades, de distintas regiones, en distintos países, así como las oficinas concretas que fungen como espacios de trabajo, oficinas de gobierno, empresas, comunidades en la costa, foros, universidades, comunidades en la sierra, eventos de recaudación, colectas, comunidades aquí, comunidades allá, eventos de denuncia, etc.

Decisiones
            Al ser el desarrollo comunitario el eje transversal de la intervención, Techo, al menos en su discurso, está convencido de que son las familias quienes deben ser protagonistas en la toma de acción y decisiones para el cambio en su comunidad. Sin embargo, al ser Techo quien fomenta este desarrollo comunitario debe haber (y hay) tras este todo un equipo de voluntarixs trabajando para que esto funcione, por lo que en la mayoría de los casos y viendo a Techo como el centro de mi observación son lxs voluntarixs quienes más decisiones toman, con base en lo que la comunidades (o las encuestas) dijeron. Aunque claro hay cierta jerarquía entre los mismos voluntarios y voluntarias pues como ya dije hay un coordinador(a) por cada área, que a su vez depende de una estructura nacional con un director(a) en DF, y de sus ambos directivos locales. Además deben trabajar alineados a un modelo de intervención específico el cual si bien es muy flexible, en cuestión de valores o prioridades es prácticamente inmutable. A esto hay que sumarle todas las limitantes y responsabilidades legales que como organización tienes, así como a las restricciones que el uso de marca provoca (como por ejemplo no puedes tomar la decisión de organizar un evento de Techo masivo si no se te autoriza y asesora con respecto al uso de la marca y el discurso).
            Pero como ya dije también, hay que sumar las decisiones que muchas veces las empresas, por ser las “patrocinadoras” se dan el lujo de tomar, como municipios específicos o colonias donde quieren que se intervenga, fechas concretas de los eventos, etc. que evidentemente hacen que se presione el proceso de intervención o que muchas veces ni si quiera responden a las necesidades prioritarias de las familias y sus comunidades.
            Ahora, como vimos, el tercer objetivo de la organización es incidir en las políticas públicas, por lo que se evidencia la importancia que Techo le da a la responzabilización por parte del gobierno respecto al tema de la pobreza. Y en cambio, el gobierno muchas veces es el principal obstáculo para el trabajo de la organización, para ejemplificarlo daré un ejemplo actual de la situación del equipo de Techo en Guadalajara:
La primera comunidad donde Techo intervino en Guadalajara fue la llamada por sus habitantes Ampliación Rehilete, la cual se encuentra en un lote supuestamente ejidal, donde según los planos del gobierno no hay nada, pero que desde diciembre del 2010 es habitada por más de 1000 familias devinientes de estados como Michoacán, Estado de México, Guerrero y Jalisco, que vivían en su totalidad bajo techos de cartón y lonas (actualmente ya hay más fincas, así como más de 100 viviendas de Techo); dicha comunidad se encuentra en el municipio de Zapopan, tras las faldas del cerro del Coli. Desde la primera intervención en esta comunidad, el municipio de Zapopan se opuso a la construcción de las viviendas debido a la situación jurídica del terreno donde se asentaron estos cientos de familias. Sin embargo, Techo intervino pues una ventaja de su plan de vivienda de emergencia, es que dichas viviendas al ser removibles están considerados como un bien “mueble” y por lo tanto no hay mayor problema en caso de desalojo.
Después de la primera intervención donde se construyeron 30 viviendas ha habido al menos otras dos construcciones, una de 40 viviendas y otra de veintitantas y se han detectado otras tres comunidades en la misma situación de precariedad a los alrededores de Ampliación Rehilete. En estas tres comunidades ya se realizó un primer evento conocido como Eco, donde se hacen levantamientos de información masivos en comunidades para escuchar las necesidades y comenzar a comprender la situación de la comunidad.
Sin embargo ahora, por tercera vez un ciudadano se hace nombrar el dueño del ejido aunque una vez más no presenta pruebas legales para demostrarlo, y misteriosamente el municipio y la oficina de Ejidos apoyan a este señor para el desalojo de las familias siendo que en las ocasiones pasadas el municipio no autorizó el desalojo por falta de papeles, pero ahora (quién sabe que “macro proyecto” tenga el municipio) la falta de papeles ya no es prioridad.
            El equipo ahora se ve en la necesidad de detener el trabajo en dichas comunidades hasta que se estabilice más la situación del desalojo, y por lo pronto debe buscar más comunidades donde volver a comenzar el proceso de intervención, mientras las comunidades ya detectadas siguen en la misma situación de precariedad y esto hace que el trabajo sea más pesado, el equipo se encuentre mal anímicamente, y lo que es más importante contribuye poco o nada en la superación de la pobreza.

Conclusiones
            Si tratar de comprender la pobreza es complejo, por su multiplicidad de actores, contextos y variantes, el tema de la superación de la pobreza es aún más. Es evidente que no existe una receta para esto pues es un proceso continuo, inacabable y multifacético. Lo que sí creo, es que el fortalecimiento de los lazos comunitarios para la toma de conciencia y para concretizar el trabajo en beneficio de toda la comunidad es un camino donde se resiste y se lucha para superar una situación muchas veces dada por el contexto. Sin embargo también, muchas veces el dinero es necesario para poder emprender un proyecto o simplemente para acceder al abasteciemiento de nuestras necesidades primarias y el carecerlo se vuelve un obstáculo para la realización plena de nuestra actividad humana. A esto sumado el individualismo y egoísmo que ya está arraigado en el subconsciente de las sociedades actuales.
            El trabajo de Techo como promotor del llamado desarrollo comunitario me parece aplaudible hasta el punto en el que verdaderamente las familias sean las protagonistas en la toma de decisiones y de acción respecto a la situación social en la que viven, y a manera que realmente cree conciencia en lxs voluntarixs y las familias de que la realidad es transformable mientras la transformemos entre todos, para todos, pero más importante desde abajo, desde la misma comunidad.
            Mientras el modelo de intervención siga viniendo de afuera, de arriba, de los científicos sociales y directivos de Techo, mientras el recurso económico siga viniendo de macro-empresas tanto nacionales como trasnacionales (que promueven este “sistema de pobres”), mientras la decisión definitiva respecto a la seguridad de tener un lugar seguro para vivir siga dependiendo del gobierno que es ajeno, al que le interesan otras cosas, no creo que se puedan dar pasos importantes, mucho menos definitivos para la superación de la pobreza.
            Si lxs voluntarixs toman acción por ellos, por complacerse a ellos, por auto-flagelación o por redención o hasta por hobbie y no realmente por un compromiso horizontal con su comunidad y mientras las familias en las comunidades sólo busquen su beneficio propio o para su familia, en su casa o en su calle y no con y por toda su comunidad, por el bien de todos y del medio ambiente, tampoco creo que haya un cambio sustancial en la forma de vida de la sociedad.

            En mi opinión la pobreza como falta de recurso económico no es un problema más que en un contexto donde para acceder a lo mínimo para vivir y satisfacer tus necesidades, es decir tus medios de vida, es necesario, y carecerlo se convierte literalmente en muerte, desnutrición, abandono, criminalidad, etc. Sin embargo, reintegrarlos a la dinámica de consumo aunque si bien pueda solucionar este problema no me parece una solución más aún me parece una forma de reproducción del sistema, además de que es prácticamente imposible. Creo que la pobreza es el resultado de un sistema ideológico, cultural y social que debe cambiar por completo, donde se resinifique la concepción del sentido de la vida del éxito personal a la reconstrucción colectiva. 

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