lunes, 23 de junio de 2014

Trabajo final

Mayra Elizeth navarro Martinez 

"Consumo de prostitución por el manejo de una doble moral"

Justificacion

Considero que a pesar de ya muchas veces haber sido abordada esta cuestión de la prostitución femenina, siempre se encontrara algo de lo que no se tenía razón, puesto cada individuo proyecta su percepción sobre distintos temas, dando así un toque peculiar, pero siempre teniendo en mente todo lo que ya se dijo, gracias a los antecedentes podemos atar mas conexiones llegando así a una realidad más convincente y certera para los demás.  Es interesante observar como hasta lo que parece ser más innovador, ya ha sido pensado y escrito por alguien más.
La prostitución femenina ha pasado por una larga lucha, donde muchas mujeres han ido cayendo, a veces pareciera que la discriminación que existe no tuviera ni un grano de mejoría, pero por un lado, podemos comparar primeramente la situación de la mujer actual a la de hace décadas atrás.
Se tratara de recabar  los mayores datos para así lograr comprobar o desacreditar “si el mayor numero de los que acuden con las prostitutas manejan una doble moral”, quizás una de las posibles causas sea la “hipocresía” que se maneja entre la población, donde es satanizado todo lo que sale de la normatividad de lo bien visto.
Todo parte también de aquel imaginario constituido también socialmente en que nos enseñan, a reprimir tu sexualidad con ella tus impulsos si eres mujer por lo contrario desplazarlos al por mayor si eres hombre, mostrando y engrandeciendo de manera excesiva una virilidad regida por una serie de cuestiones que constituyen el arte de ser un buen varón. 
Se trabajara con cuestiones limitadas, poniendo al típico macho “don Juan” descrito como aquel que goza la condición de tener muchas chicas, también aquel marido que frecuenta esos servicios y los barrios bajos, entendidos como lo que mantienen una cuestión económica mas baja.

Planteamiento 

 La prostitución es un fenómeno social que desde tiempo atrás viene arrastrando una serie de suposiciones que con el paso de los años han sido puestas en torno a esta profesión, aun es realizada tanto por hombres como por mujeres, el ojo de la sociedad esta puesto en el estigma cargado por las mujeres, delimitado de forma arbitraria y desigualitaria, señalándola, discriminándola, no reconociendo dignamente todo lo que conlleva realizar este oficio considerado “el más antiguo”. Muchas veces se ha estipulado por ahí que las prostitutas así como son tachadas, también son necesarias, para calmar “los bajos instintos de aquellos machos, que mantienen en pedestales a la tiernas y dulces esposas”.  Aunque hablando claro para estas ellas suelen ser como esa piedrita que atrofia su felicidad, sin ver más allá, que son aquellos los que “acuden a solicitar sus servicios”. La prostitución es entendida “como aquel acto sexual realizado con interés de recibir una retribución monetaria o de un bien material, que se mantiene con alguien que no existe lazo alguno, llámese personal o amoroso”.  Muchas veces yo he cuestionado lo incuestionable, quizás para algunos, “si solo tomamos en cuenta que el prostituirte es tener relaciones a cambio de una retribución, de algún tipo, entonces me atrevo a decir “todas somos prostitutas”, no existe razón alguna para recriminar el porqué te dedicas a eso, sean las razones que cargue tu historia de vida. Pero eso no es lo mas importante en esta cuestión, mi experiencia y la búsqueda de información sobre este tema, me ha metido una incertidumbre, basada en la “doble moral” que se maneja simplemente al recurrir a un servicio así, que aun es mas perseguida bajo un compromiso de por medio como lo es estar casado. Todo empezó así, considero que la mayoría del porcentaje de sus clientes están casados, sumando “la doble cara que manejan”. 
Como en cualquier ámbito existe una gran gama de prostitutas, la cuales están diseñadas desde el nivel más bajo hasta aquellos con mas solvencia económica, que ambos tienen su manera peculiar de desenvolver esta actividad, caracterizando así totalmente el escenario.  Me basare en los barrios bajos, aquellos lugares que se vuelven tan controversiales, tan solo por contar con ese nivel económico, volviéndolos marginales, pero quizás los que muestran la realidad más certera de lo que se vive al diario. Aunque si bien estoy consciente, sexualmente hasta el más adinerado lo transforma esos instintos bajos.

Desarrollo

 La prostitución femenina siempre ha sido uno de los fenómenos más controversiales en cualquier aspecto donde se aborde, debido a la percepción tan ambigua que se le adjudica. Esta es considerada como el oficio más antiguo de la historia de la humanidad, como aquel mal necesario, que abraza todas las épocas y tiempos de la historia humana.
La prostitución es aquel acto que consiste en tener relaciones sexuales con personas extraña a cambio de una retribución monetaria o de bienes materiales. Este implícito el pago se realiza para obtener una gratificación  específica. Una de sus características existentes es que esta la mayoría de sus ocasiones es realizada con personas sin vinculo emocional o afectivo. Otras en su defecto si tienen la oportunidad de seleccionar a sus clientes.
Si bien muchas son las veces que se ha debatido en torno a este fenómeno, porque gira en torno “al comercio del sexo”, que aunque bien hace alusión a una industria  donde se trata de vender y comprar actividad muy intima y significativa, como lo es el cuerpo de una mujer.
Muchas de las veces las condiciones en que es realizada esta profesión trae consigo muchos aspectos negativos que derivan la emigración ilegal con fines de explotación sexual, la transmisión de infecciones sexuales, la existencia de mafias y sobre todo una lucha constante de todas estas por ser socialmente reconocidas y respetadas por la sociedad.
Desde tiempos atrás la sociedad tiende a estigmatizar y etiquetar a todas esos sujetos que rebasan los límites de lo bien visto y lo que no está permitido hacer, la prostitución es uno de las acciones más sublimes que ha permanecido bajo esta categoría, subordinándolas creando una hegemonía de los hombres hacia las mujeres, convirtiéndolas en mercancías del placer.
La manera de organización de la sociedad determina el espacio en que cada uno de los sujetos se moverá, la asignación de los roles siempre ha inclinado mas al sistema patriarcal done es el hombre el que mantiene control en la mujer, en base a una serie de mandatos respecto al binomio existente de  la sexualidad-placer. Las mujeres están ligadas con una única función “la reproducción”, mientras que el hombre su sexualidad está centrada en torno al placer y la recreación, basándonos en la clara división realizada de los papeles que desempeña uno y otro en la sociedad. Las mujeres están asociadas a “ser madres y esposas”, por lo tanto entender que una mujer puede gozar su sexualidad es un tabú grande que existe en el inconsciente de muchos varones cuando estos realizan el papel de “esposos”, que esta es la clave de esta investigación. Viéndolo desde que algunos barones buscan fuera de casa esa sexualidad plena que no conciben encontrar en casa por esa fuerte carga de ideologías que están determinadas en algunos de ellos, les es difícil compaginar la imagen pulcra de la buena esposa y la madre con las ideas existentes de aquella amante que cumplirá todas esas fantasías y será cómplice de sus instintos bajos, considerando así imposible la realización de ambas tareas.
Una de las causas de esta separación entre “esposa” y “amante” es la existencia de toda esa carga de estereotipos, que ha hecho atribuirle el deseo sexual exclusivamente al sexo masculino. Por lo consiguiente cuando estos acuden a las prostitutas, caen en mantener una aprensión y dominación sobre estas, tratándolas como objetos que satisficieran sus placeres, descargando con énfasis lo que no harían con las esposas.
Este comercio sexual cuenta con funcionamientos sexistas: un hombre compra o alquila un “servicio” sexual como mercancía; sin embargo cuenta con un acuerdo que va más allá de un servicio equitativo, girando en el modelo de dominación patriarcal, posicionándola en objeto subordinado.
Como antes lo habíamos mencionado esta actividad realizada por varones casados, trae una fuerte carga de prejuicios sobre la sexualidad de la mujer, donde está situado como dominante en el modelo patriarcal, teniendo el mando y obteniendo el permiso “disfrazado” de satisfacer sus instintos pese a que este maneje una “doble moral” o “doble cara”, entendida como el criterio que se aplica a un individuo ejerce una conducta distinta e imparcial en diferentes circunstancias, personas y lugares; un ejemplo claro es lo debatido “el esposo que mantiene relaciones sexuales fuera del matrimonio y a espaldas de la esposa”. (Es necesario aclara que está claro que una relación tradicional es conformada por dos individuos, quienes determinan la jugada en ella, por lo que pueden estipular cuestiones no “comunes”, pero no por eso serán desaprobadas, este trabajo será limitado solo aquella, relación donde, el esposo acude o mantiene relaciones extramaritales sin consentimiento de la esposa).

Cuando existe una contraposición, en “como amar lo no deseando y desear lo no amado”, entendemos esta interacción entre la prostitución que sustentan la vida cotidiana, los cuales son formados por la madre y la esposa que forman parte del espacio privado, de la intimidad del individuo, donde en esta todo es válido.
Haciendo alusión a lo antes mencionado, “el hombre siente coartada casi siempre su actividad sexual por el respeto a la mujer solo desarrolla su plena potencia con objetos sexuales degradados, circunstancias a las que coadyuva el hecho de integrar en sus fines sexuales componentes que no se atreve a satisfacer en la mujer estimada. Solo experimenta, pues, un pleno goce sexual cuando puede entregarse sin escrúpulo a la satisfacción, cosa que no se permitirá, por ejemplo, con la mujer propia. De aquí su necesidad de un objeto sexual rebajado de una mujer éticamente inferior en la que no pueda suponer repugnancias estéticas y que ni conozca las demás circunstancias de su vida, ni pueda juzgarle. A la mujer dedicara entonces sus energías sexuales aunque su cariño permanezca otra de tipo más elevado” (Sigmund Freud, 1912). En 1910 Freud dedico un artículo “sobre un tipo especial de la elección de un objeto en el hombre” en el cual intenta explicar las condiciones que determinan la elección particular de objeto sexual, son al menos dos las condiciones exigidas al objeto amoroso, considero pertinentes: “el sujeto hombres no elegirá jamás a una mujer a quien suponga “libre” entendiendo por tal, una mujer soltera o independiente del lado amoroso, su elección recaerá, en alguna mujer sobre la cual pueda ya valer un derecho de propiedad” , no se puede dejar pasar la naturalidad y la falta de crítica con la que este utiliza el término “ derecho de propiedad”, pues esta es una clave donde se puede observar el deseo de posesión ejerciente de los impulsos masculinos , considerando así que la mujer puede cobraría valor en relación con otros hombres.
Podemos obtener entonces que los hombres desearan aquellas mujeres, dominadas por “el pecado”. “aquellas, que por l contrario se muestren como castas, puras de conducta intachable no despertaran el menor interés, en lo que respecta la satisfacción sexual de los hombres… podemos llamarlo “amor a las prostitutas” (Freud 1910, 1926).
Por otro lado sabemos que aquella mujer puesta en su hogar será utilizada por llamar así para otros fines, como lo puede ser la maternidad. De acuerdo a estas postulaciones, el feminismo ha marcado dos caminos establecidos para las mujeres “ser madre o ser puta”, en base al imaginario masculino antes mencionado, la ambigua distancia de estos términos se realiza de forma interesante y en conveniencia de sus intereses, todas son putas excluyendo… la hermana, la madre, la novia o la esposa.
Si se analiza esto antes mencionado podemos llegar a un punto sumamente interesante donde se crea una visible división, encajonándolas como objetos o mercancías, refiriéndonos aquellas que son compradas, vendidas o intercambiadas que son “la prostitutas” y las otras dignificadas contempladas en proyectos personales que son las esposas.

Sabemos que todo lo antes mencionado forma parte de lo “brillantemente” establecido por la sociedad, los varones desde que nacen son manejados en base a sus instintos, predeterminando sus actos, su sentir y el cómo pensar. En cualquier grupo social esta estipuladas ciertas normas que para permanecer dentro tiene que haber empatía entre el individuo y ellas, es aquí donde mostramos el cómo este debe ser insensible (refiriéndose a ocultar sus emociones), inquebrantable (tan fuerte como un roble), violento (para defenderse y estar atento a cualquier provocación) y la que más nos interesa viril (siempre con ganas y si dejar ir a cualquier dama que tenga a su alcance) entre otras. Es aquí donde todas estas variables conforman el mundo de los hombres, fomentado hacer el uso de los “prohibido” y manejar una doble moral.
Hablar de prostitución es hablar de “putas”, “burdeles”, “mafias “entre otras, va mas allá de un sistema de complejidades, en el que la sociedad se aferra a ocultar que en la “industria del sexo”, estas son mujeres valiosas que no solo prestan un servicio carnal, se ganan la vida pero también día a día la ponen en riesgo, ya que los clientes se encuentran en rotación, sin saber quién será ese con el que ahora intimaran.
Entre ellos es muy frecuente acudir a “bules” como una práctica habitual que llena de orgullo ente su comunidad, ganando respeto entre ellos por realizarla o desmeritándose en su defecto. Este constituye a un  modelos cultural hegemónico que dictamina quien y como se convierte en macho, dando así una ejemplificación como genitales-dinero=virilidad, donde por supuesto la mayoría de las veces se vuelve espectáculos entre ellos. 

A pesar de las especulaciones existentes de que la mayoría de los consumidores de prostitución, buscan en ellas el satisfacer el placer sexual, esto se sostiene por lo antes mencionado en cuanto ala imaginario y sus fantasías, ya que existe parámetros de distinción entre las de prostitutas, lo que hace suponer que cualquier nivel socioeconómico tiene acceso a ellas, mencionando que estas suelen ser complacientes y como todo negocio se estipulan los servicios determinando que el cliente lo consuma o no. Muchas veces los varones suelen escudarse en comparativo con “un animal de la naturaleza, reaccionando a la menor provocación y dando salida a desatar esos bajos instintos” (Volnovich).
Es importante mencionar que lo “bueno y malo” solo es establecido internamente por uno mismo, aunque las condiciones por la que nos rige la sociedad son factiblemente cuadradas, muchas veces nos arrastra hacia ellas, logrando así unirnos a lo que todos lo demás piensan, estos es irremediable, aquí recae la dignificación y reconocimiento de su trabajo. “simular placer durante la ejecución, fingir orgasmos y tolerar hasta el extremo aquellas formas inimaginables de violencia, sobre su cuerpo, sin poner resistencia alguna él una situación a valorar” (organización  Whisper)
Se sabe como en todo consumo el cliente escoge lo que pagara, en  ellas no solo buscan descargar sus deseos, si no también se exige calidad sobre lo que se está consumiendo, en ocasiones esta hegemonía masculina mezcla el poder y sinonímica abuso del poder. 

Conclusiones

Considero que a pesar de ya muchas veces haber sido abordada esta cuestión de la prostitución femenina, siempre se encontrara algo de lo que no se tenía razón, puesto cada individuo proyecta su percepción sobre distintos temas, dando así un toque peculiar, pero siempre teniendo en mente todo lo que ya se dijo, gracias a los antecedentes podemos atar mas conexiones llegando así a una realidad más convincente y certera para los demás.  Es interesante observar como hasta lo que parece ser más innovador, ya ha sido pensado y escrito por alguien más.
La prostitución femenina ha pasado por una larga lucha, donde muchas mujeres han ido cayendo, a veces pareciera que la discriminación que existe no tuviera ni un grano de mejoría, pero por un lado, podemos comparar primeramente la situación de la mujer actual a la de hace décadas atrás.
Se tratara de recabar  los mayores datos para así lograr comprobar o desacreditar “si el mayor numero de los que acuden con las prostitutas manejan una doble moral”, quizás una de las posibles causas sea la “hipocresía” que se maneja entre la población, donde es satanizado todo lo que sale de la normatividad de lo bien visto.
Todo parte también de aquel imaginario constituido también socialmente en que nos enseñan, a reprimir tu sexualidad con ella tus impulsos si eres mujer por lo contrario desplazarlos al por mayor si eres hombre, mostrando y engrandeciendo de manera excesiva una virilidad regida por una serie de cuestiones que constituyen el arte de ser un buen varón. 
Se trabajara con cuestiones limitadas, poniendo al típico macho “don Juan” descrito como aquel que goza la condición de tener muchas chicas, también aquel marido que frecuenta esos servicios y los barrios bajos, entendidos como lo que mantienen una cuestión económica mas baja.

 Bibliografia



http:148.202.18.157%2Fsitios%2Fpublicacionesite%2Fpperiod%2Ftakwa%2FTakwa10%2Ffidelina_gonzalez

http://guadalajara.academia.edu%2FLauraBen%25C3%25ADtezBarba%2FPapers%2F509219%2FLenonas_rufianes_y_alcahuetes_El_manejo_de_la_prostitucion_en_la_Guadalajara_porfiriana1860-1880

 Jaime  Tamayo, "movimientos sociales, estado y sistema político en México”, editorial universidad de Guadalajara, pág. 309 a 327.

 Olmedo Fernández, Sara. “Análisis del cliente que consume prostitución desde una perspectiva de género”. “TFM, máster en estudios interdisciplinarios de género”. Julio 2011. pág. 136


Dafna marina, “masculinidad hegemónica de la prostitución, universidad de argentina, 2009. 





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