miércoles, 30 de septiembre de 2015

Acerca de la complejidad

Este par de textos son un muy buen referente del contenido y argumento del curso. En el primero de ellos La epistemología de la complejidad, -de Edgar Morin- el lector debe permanecer atento y analítico desde el título; pues a pesar de que no es extenso, su contenido es espeso y no es sencillo de digerir.
 
El autor sostiene que las prácticas clásicas del conocimiento, resultan insuficientes para explicar los complejos fenómenos de la contemporaneidad (esto aplica para el caso de cualquier ciencia pero a lo largo del texto, ejemplifica con temas de Física). En primera instancia critica el hecho de que la complejidad no sea un tema de debate en la agenda científica, y posteriormente, señala una serie de puntos sobre la ciencia que son un inconveniente para la complejidad.
 
Por su parte, Cárdenas y Rivera en La teoría de la complejidad y su influencia en la escuela, si bien señalan que durante casi todo el siglo XX las escuelas solían abstraerse de la realidad, actualmente han ido respondiendo a las necesidades y demandas sociales; y en este contexto, la teoría de la complejidad ha sido una herramienta importante. Este artículo sostiene que: "En la actualidad la teoría de la complejidad busca dar razón del universo como un todo, más allá de la simple suma de sus partes, y de cómo sus componentes se unen para producir nuevas formas".
 
Grosso modo expongo a continuación lo que los autores de ambos textos destacan/critican sobre las prácticas de la cientificidad habitual versus la propuesta de la complejidad:

  • Legislar. Este punto se refiere a la tendencia científica de universalizar y estatificar el conocimiento, lo cual sencillamente se traduce en un “tope” para el avance de los saberes.
  • El tiempo. La temporalidad con la que se maneja la ciencia es inminentemente evolutiva. Sin embargo la complejidad contempla procesos en donde existen los retrocesos, las regresiones. La politemporalidad es una dimensión con episodios de repetición, de decadencia, pero también de progreso. En otras palabras, la complejidad no tiene una concepción lineal y progresista sino más bien de relieves que tarde o temprano, son importantes para que el conocimiento emerja.
  • La reducción o elementalidad. Las teorías o leyes de la ciencia actual suelen ser reduccionistas, o sea, suelen fragmentar la realidad y pretenden explicar la totalidad de un fenómeno a través de una sola de esas partes. Si bien es cierto que existen dos "usanzas" en los estudios científicos: una que parte de explicar un fenómeno de manera integral, como un todo y otra que se centra en una partícula del fenómeno para explicarlo por completo, la ciencia se ha inclinado por esta última: la división del objeto de estudio. La tendencia reduccionista de la ciencia –en términos coloquiales-, se traduce en abarcar mucho pero conocer poco. Esto representa un problema en la medida de que “(…) se hace necesaria la comunicación entre las diferentes áreas de investigación con el propósito de trabajar de manera integrada y colaborativa que contribuya a obtener una explicación de los fenómenos complejos en su totalidad”.
El problema, dicen, no es desunir las partes de un fenómeno, sino que es necesario –una vez analizado en su conjunto- unir y analizar de manera integral.
  • El orden. De la misma forma que sucede con el tiempo (lineal y evolutivo), se espera que los fenómenos de la ciencia lleven una secuencia, un orden que les dote de sentido… para la complejidad esto no es así: “Lo que es interesante, es que el orden y el desorden tienen una relación de complementariedad y complejidad. Contrario a lo que la ciencia cree, la intermitencia entre orden y desorden puede generar resultados sumamente importantes. En otras palabras, la complejidad –como bien lo señala su nombre- implica encontrar de entre el desorden, de entre el caos, conexiones a veces insospechadas.
  • La mancuerna del conocimiento empírico y el conocimiento científico. Para la complejidad no hay un tipo de conocimiento mejor que otro (en palabras de Morin: no hay un trono) puesto que se ambos se complementan y son necesarios; es la articulación entre espíritu y cerebro y ambas representaciones de la realidad son igualmente valiosas. Ejemplo de ello es lo trascendental que puede ser una ideología; piénsese en la religión.

A modo de conclusión, Morin hace hincapié en la necesidad de desarrollar una sociología del conocimiento, pues si bien los estilos de la cientificidad son útiles para ciertas teorías de las disciplinas rígidas, en las ciencias sociales –y concretamente en la sociología- el reduccionismo sólo se traduce en limitación de la disciplina y un detenimiento en la identificación análisis y trabajo de los fenómenos sociales.
 
"Con el surgimiento de la teoría de la complejidad, la ciencia cuenta con los medios necesarios para aproximarse a los objetos complejos sin necesidad de reducirlos. (…) las ciencias de la complejidad se aproximan a nuestra propia percepción del mundo más que las descripciones clásicas".
 
Cárdenas y Rivera por su parte, concluyen en que la teoría de la complejidad tiene como propósito acercarnos a la realidad humana, buscar que la experiencia cotidiana sea el fin de la investigación. Para redondear esta idea exponen un par de cuadros que contrastan la visión positivista de la ciencia (en el cual están incluidos las prácticas científicas más usuales) con la visión alternativa de la ciencia (en la que figura la teoría de la complejidad). La inclusión de estos cuadros me pareció buenísima porque permite que el lector se percate de que la visión positivista es rígida, delimitada, interesada sobre todo en los hechos cuantificables, y lo que es más importante: se define como transmisora de conocimiento. Por su parte la visión alternativa es amplia, creativa, interesada por lo cualitativo y a diferencia de la visión anterior, es generadora  de conocimiento, no sólo lo transmite mecánicamente.  

Así pues, mi conclusión es que la complejidad consiste en una alternativa interesante que puede generar fructíferos resultados a la ciencia. El único "inconveniente" radica en aprender a desprendernos de las metodologías cuadradas -que nos han sido enseñadas desde los primeros niveles educativos- para producir ciencia. Con lo anterior, nuevamente me remito a la propuesta de la imaginación sociológica de Mills para el despliegue de los saberes complejos.





 


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