Como
la realidad es sumamente compleja tanto como lo es el numero y las relaciones
de los elementos que la conforman, y como toca en esta ocasión hablar de la familia
que ya de por sí es compleja en sus definiciones tradicionales como en su nueva
configuración moderna, y por el hecho que representa la unión de dos sujetos que
probablemente coinciden en algunos aspectos y en otros probablemente sean
contrarios. Propongo para esta entrada, tratar la planificación familiar y la
ausencia de ésta, como dos conceptos que podríamos problematizar con algunas
peguntas, ¿Son hombres, o mujeres quiénes se preocupan más por planificar la
familia? ¿Es consciente la planificación e inconsciente el no planificar? ¿La
ausencia de la planificación está ligada a la tradición cultural de una
sociedad? ¿Se planifica la llegada de un hijo según las creencias religiosas, la
edad y el ingreso? ¿Qué repercusiones e impacto social tiene la ausencia de la planificación?
¿Los nuevos modelos de lo familiar apostarán o no por la planificación? Me
parece que son más las preguntas que se pueden hacer al respecto, y que las
respuestas se podrían multiplicar de manera exponencial debido a que la
planificación familiar es un tema polémico en su tratamiento y diverso en su
reproducción social.
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