Ejercicio
sobre la complejidad de una tarea aparentemente sencilla:
“limpiar la
casa”
Abrahan Quintero L.
La labor de limpieza de un hogar
que todos los días millones de familias llevamos a cabo, y asumimos como una
labor positiva, aprobada y bien vista en términos generales por las personas
que nos rodean, (que por cierto, a dicha labor aún hoy se le asigna con
fuerza al género femenino, todo esto obviamente influenciado por factores de carácter cultural)
pensándola con cuidado y desde mi propia
experiencia, hasta el día jueves 06 de este mes y año, nunca había sido objeto
de un pensar esmerado, lento, digamos meticuloso de mi parte.
Hace algunos meses que mis padres
salieron de viaje para visitar y estar algún tiempo con algunos de mis hermanos
que viven en New York, no es la primer vez que ellos salen pero… ¡auchhh que bárbaro,
se nota cuando ellos no están; la limpieza en casa se vuelve compleja, vivimos
solamente hombres y aunque tratamos de mantener limpia la casa, algo pasa que esta
no se ve igual que cuando mamá y papá están en ella. Mi hermano menor
actualmente está todo el día en casa, mi hijo sale a estudiar y yo a trabajar,
hemos repartido lo que a nuestro juicio deben ser las labores compartidas y las
particulares respecto a la limpieza, asignamos lugares específicos para cada
uno de nosotros, los cuales debemos limpiar (yo lo organice en una especie de tómbola).
A uno le toca barrer cochera, regar plantas del jardín exterior y trapear toda
la casa los días lunes y miércoles, al otro le toca limpiar la cocina, ordenar
y lavar el patio intermedio de la casa y barrer y trapear toda la casa los días
martes y jueves. Por lo que a mi toca,
tengo que lavar el baño los días martes, jueves y sábado, barrer y trapear,
además de limpiar el patio trasero, así como regar las plantas de mamá que
están allí. Lo complejo sale a flote
cuando……
Yo: Hijo te he dicho varias veces
que no le pongas tanta agua a las plantas porque según mi madre se pudren he…
haber, a qué hora estás regando las plantas?
Mi hijo: a las 3 o 4 de la tarde,
a veces en la mañana y si no alcanzo pues en la noche….
Yo: qué…. en la tarde? se van a secar,
Mi hijo: te cambio tus quehaceres
Yo: No, aprende hacerlos a la
hora correcta,
Mi hijo: Por cierto hay que
comprar el empaque de la manguera porque ya tira mucha agua…ha y no sacudí porque
no encontré ningún trapo
Los dimes y diretes aunque no
pasan de “pequeños desacuerdos” entre mi hijo, mi hermano y yo, son recurrentes
debido a que en ocasiones no cumplimos con las tareas que nos hemos asignado.
El asunto sobre el tiempo que
tardamos para hacer nuestras labores y la hora en que las hacemos también ha
sido causa de diferencias; regularmente yo trato de hacer temprano mis quehaceres
y eso resulta incómodo para ellos debido a que en ocasiones estoy trapeando y
ellos quieren salir de sus cuartos al baño, o estoy lavando el baño y tienen
que esperar, o no según la urgencia que tengan por ocupar el sanitario. En ocasiones
he tenido que cuestionar a mi hermano por qué hace la limpieza tan tarde argumentándole
que la casa debe estar limpia todo el día….. su contestación es que el asunto
es cumplir, para él parece ser que no es importante el hacer sus trabajo
temprano, y como no estipulamos horarios queda a criterio de cada uno. Esto representa
un problema de percepciones entre uno y otro.
He querido reconstruir sólo
algunos pequeños detalles de los muchos que nos pasan al llevar a cabo la
limpieza en casa y, al meditar en tantas cosas que nos suceden y lo que ello
provoca, no tengo duda de que las
labores y quehaceres domésticos predisponen, determinan y condicionan siempre muchas
de las actividades, decisiones y acciones que tomamos durante el día, que
definitivamente afectan y modifican de forma azarosa planes, actitudes, comportamientos,
sentimientos etc.
Durante este pequeño ejercicio, pensé
mucho en la palabra azar, pareciera que mucho de lo que consideramos como causa
efecto o efecto causa se relaciona fuertemente con el azar, me pregunté cómo
estas actividades que nos hemos asignado mi hijo, mi hermano y yo, afectan
directamente nuestro hábitos, nuestras formas de pensar y ser, cómo es que lo
que yo hago ha cierta hora y bajo cierta forma, puede trastocar, los modos
particulares de accionar cotidianos que ellos tienen y al ser así, también cómo eso modifica otros aconteceres
que están estrechamente relacionados con ellos pero que se conectan con otros
agentes externos al hogar. Pienso mucho en causa/efecto- efecto/causa, multi-efecto-
multi-causa y vuelvo a al azar para pensar en lo complejo de todo lo anterior.
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