3. Complejidad
de una institución: Un techo para mi país,
AC
Andrés Márquez
Noriega
Un techo para mi país, A.C.
o sencillamente TECHO, es una organización presente en Latinoamérica y el
Caribe que busca superar las condiciones de pobreza en que viven millones de
personas en asentamientos irregulares, a través de la acción conjunta de sus
pobladores y jóvenes voluntarixs. A través de un modelo de inserción
comunitario que busca conocer y escuchar las necesidades de las familias y considerando
el desarrollo comunitario como eje transversal de su trabajo, lxs voluntarixs
de TECHO buscan brindar herramientas a las familias para ir solucionando los
problemas detectados ya sea en habitabilidad, educación, asesoría jurídica,
salud, capacitación de oficios, fomentos productivos, fondos concursables para
proyectos comunitarios, etcétera. Los objetivos son tres: promover el
desarrollo comunitario (1), crear una conciencia de acción y participación
social (2) e incidir, junto a otros, en políticas públicas (3); con la firme
convicción de que la pobreza es una condición totalmente superable si todxs los
miembros de la sociedad lo consideran un tema prioritario y trabajan
activamente por resolverlo.
Decidí observar la complejidad de esta institución ya que
yo fui voluntario por dos años, y logré observar la infinita complejidad de
superar la pobreza a través de un modelo de intervención que en teoría puede oírse
funcional pero en la práctica son tantos los factores e individuos/colectivos que
influyen, en distintos espacios y tiempos, que no por nada la pobreza sigue
siendo tema de interés y debate, pues me atrevo a decir que superarla parece
ser la tarea más difícil y compleja que pueda existir, sobre todo en este
sistema no sólo económico sino ideológico, donde la concepción al derecho de
propiedad privada está tan arraigada.
En este texto trataré de profundizar sobre la complejidad
a la que se enfrenta una institución –con prácticamente todos los atributos a
los que esta palabra se refiere-, para superar un tema tan complejo como es la
pobreza.
Actores
Primero que nada hay
que pensar si bien no en la infinidad sí en la ilimitabilidad de actores que participan, influyen o son influidos
por el trabajo de una institución de este tamaño. Sólo para darnos una idea de
su tamaño, en una escala de micro a macro, tan sólo en Guadalajara en apenas
tres años hay más de 15 comunidades (que varían de 1000 a 9 familias) en donde
Techo ha intervenido, con una oficina local de aproximadamente 30 voluntarixs
permanentes (pero con movilizaciones de hasta 500 voluntarixs en actividades o
construcciones masivas) divididos en equipos –con su respectivo coordinador(a)-
de construcción, formación y voluntariado, jurídico, desarrollo de fondos, comunicación,
habilitación social e inserción y diagnóstico, dos directivos: una social y uno
comercial, que depende de una oficina nacional con las mismas características y
de la cual dependen a su vez 6 oficinas en las principales ciudades del país; y
dicha oficina nacional, junto con otras 18 en distintos países del continente (con
sus respectivas oficinas locales), forman parte y “obedecen” a una oficina
central, donde se encuentran lxs directivxs de las distintas áreas para América
Latina y el Caribe, cuya sede está en Santiago de Chile, ciudad donde comenzó
dicha organización.
A esto hay que sumarle las millones de familias en
asentamientos irregulares a las que ya sea para bien o para mal Techo ha influido,
ya que sin duda son protagonistas como actores que también toman decisiones
para el cambio de su comunidad.
Además, Techo no trabaja solo, trabaja a través de
donativos principalmente de empresas grandes, nacionales y trasnacionales, las
cuales sin duda son un actor importante en la toma de decisiones, pues Techo
muchas veces se ve obligado a aceptar términos y condiciones que dificultan más
el trabajo (como fechas concretas de intervención por ejemplo) por ser la
empresa quien aporta el recurso económico. Aún más compleja es la relación con
el gobierno, pues muchas decisiones respecto a la situación de las comunidades
dependen meramente de este actor (como la regularización de los terrenos o el
alumbrado público) y además, Techo siempre procura la participación y toma de
responsabilidad del gobierno sobre este tema, pidiendo el 30% de la inversión lo
cual en la mayoría de los casos termina en donaciones en especie de comida o
préstamo de camionetas que de cierta forma involucran al actor gobierno muy
directamente en el trabajo de esta organización.
Espacio(s)
Una vez descrita la multiplicidad de actores alrededor de
Techo, será fácil imaginar todos los lugares concretos y los contextos en los
que toma parte la acción de esta institución. Desde las comunidades tanto
urbanas como rurales situadas en distintas ciudades, de distintas regiones, en
distintos países, así como las oficinas concretas que fungen como espacios de
trabajo, oficinas de gobierno, empresas, comunidades en la costa, foros, universidades,
comunidades en la sierra, eventos de recaudación, colectas, comunidades aquí,
comunidades allá, eventos de denuncia, etc.
Decisiones
Al ser el desarrollo comunitario el eje transversal de la
intervención, Techo, al menos en su discurso, está convencido de que son las
familias quienes deben ser protagonistas en la toma de acción y decisiones para
el cambio en su comunidad. Sin embargo, al ser Techo quien fomenta este
desarrollo comunitario debe haber (y hay) tras este todo un equipo de
voluntarixs trabajando para que esto funcione, por lo que en la mayoría de los
casos y viendo a Techo como el centro de mi observación son lxs voluntarixs
quienes más decisiones toman, con base en lo que la comunidades (o las
encuestas) dijeron. Aunque claro hay cierta jerarquía entre los mismos
voluntarios y voluntarias pues como ya dije hay un coordinador(a) por cada
área, que a su vez depende de una estructura nacional con un director(a) en DF,
y de sus ambos directivos locales. Además deben trabajar alineados a un modelo
de intervención específico el cual si bien es muy flexible, en cuestión de
valores o prioridades es prácticamente inmutable. A esto hay que sumarle todas
las limitantes y responsabilidades legales que como organización tienes, así
como a las restricciones que el uso de marca provoca (como por ejemplo no
puedes tomar la decisión de organizar un evento de Techo masivo si no se te
autoriza y asesora con respecto al uso de la marca y el discurso).
Pero como ya dije también, hay que sumar las decisiones
que muchas veces las empresas, por ser las “patrocinadoras” se dan el lujo de
tomar, como municipios específicos o colonias donde quieren que se intervenga,
fechas concretas de los eventos, etc. que evidentemente hacen que se presione
el proceso de intervención o que muchas veces ni si quiera responden a las
necesidades prioritarias de las familias y sus comunidades.
Ahora, como vimos, el tercer objetivo de la organización
es incidir en las políticas públicas, por lo que se evidencia la importancia
que Techo le da a la responzabilización
por parte del gobierno respecto al tema de la pobreza. Y en cambio, el gobierno
muchas veces es el principal obstáculo para el trabajo de la organización, para
ejemplificarlo daré un ejemplo actual de la situación del equipo de Techo en
Guadalajara:
La primera comunidad donde
Techo intervino en Guadalajara fue la llamada por sus habitantes Ampliación
Rehilete, la cual se encuentra en un lote supuestamente ejidal, donde según los
planos del gobierno no hay nada, pero que desde diciembre del 2010 es habitada
por más de 1000 familias devinientes de estados como Michoacán, Estado de
México, Guerrero y Jalisco, que vivían en su totalidad bajo techos de cartón y
lonas (actualmente ya hay más fincas, así como más de 100 viviendas de Techo);
dicha comunidad se encuentra en el municipio de Zapopan, tras las faldas del
cerro del Coli. Desde la primera intervención en esta comunidad, el municipio
de Zapopan se opuso a la construcción de las viviendas debido a la situación
jurídica del terreno donde se asentaron estos cientos de familias. Sin embargo,
Techo intervino pues una ventaja de su plan de vivienda de emergencia, es que
dichas viviendas al ser removibles están considerados como un bien “mueble” y
por lo tanto no hay mayor problema en caso de desalojo.
Después
de la primera intervención donde se construyeron 30 viviendas ha habido al menos
otras dos construcciones, una de 40 viviendas y otra de veintitantas y se han
detectado otras tres comunidades en la misma situación de precariedad a los
alrededores de Ampliación Rehilete. En estas tres comunidades ya se realizó un
primer evento conocido como Eco, donde se hacen levantamientos de información
masivos en comunidades para escuchar las necesidades y comenzar a comprender la
situación de la comunidad.
Sin
embargo ahora, por tercera vez un ciudadano se hace nombrar el dueño del ejido
aunque una vez más no presenta pruebas legales para demostrarlo, y
misteriosamente el municipio y la oficina de Ejidos apoyan a este señor para el
desalojo de las familias siendo que en las ocasiones pasadas el municipio no
autorizó el desalojo por falta de papeles, pero ahora (quién sabe que “macro proyecto”
tenga el municipio) la falta de papeles ya no es prioridad.
El equipo ahora se ve en la necesidad de detener el
trabajo en dichas comunidades hasta que se estabilice más la situación del desalojo,
y por lo pronto debe buscar más comunidades donde volver a comenzar el proceso
de intervención, mientras las comunidades ya detectadas siguen en la misma
situación de precariedad y esto hace que el trabajo sea más pesado, el equipo
se encuentre mal anímicamente, y lo que es más importante contribuye poco o
nada en la superación de la pobreza.
Conclusiones
Si tratar de
comprender la pobreza es complejo, por su multiplicidad de actores, contextos y
variantes, el tema de la superación de la pobreza es aún más. Es evidente que
no existe una receta para esto pues es un proceso continuo, inacabable y
multifacético. Lo que sí creo, es que el fortalecimiento de los lazos
comunitarios para la toma de conciencia y para concretizar el trabajo en
beneficio de toda la comunidad es un camino donde se resiste y se lucha para
superar una situación muchas veces dada por el contexto. Sin embargo también,
muchas veces el dinero es necesario para poder emprender un proyecto o
simplemente para acceder al abasteciemiento de nuestras necesidades primarias y
el carecerlo se vuelve un obstáculo para la realización plena de nuestra
actividad humana. A esto sumado el individualismo y egoísmo que ya está
arraigado en el subconsciente de las sociedades actuales.
El trabajo de Techo como promotor del llamado desarrollo
comunitario me parece aplaudible hasta el punto en el que verdaderamente las
familias sean las protagonistas en la toma de decisiones y de acción respecto a
la situación social en la que viven, y a manera que realmente cree conciencia
en lxs voluntarixs y las familias de que la realidad es transformable mientras
la transformemos entre todos, para todos, pero más importante desde abajo,
desde la misma comunidad.
Mientras el modelo de intervención siga viniendo de
afuera, de arriba, de los científicos sociales y directivos de Techo, mientras
el recurso económico siga viniendo de macro-empresas tanto nacionales como trasnacionales
(que promueven este “sistema de pobres”), mientras la decisión definitiva
respecto a la seguridad de tener un lugar seguro para vivir siga dependiendo del
gobierno que es ajeno, al que le interesan otras cosas, no creo que se puedan
dar pasos importantes, mucho menos definitivos para la superación de la
pobreza.
Si lxs voluntarixs toman acción por ellos, por
complacerse a ellos, por auto-flagelación o por redención o hasta por hobbie y no realmente por un compromiso
horizontal con su comunidad y mientras las familias en las comunidades sólo
busquen su beneficio propio o para su familia, en su casa o en su calle y no
con y por toda su comunidad, por el bien de todos y del medio ambiente, tampoco
creo que haya un cambio sustancial en la forma de vida de la sociedad.
En mi opinión la pobreza como falta de recurso económico
no es un problema más que en un contexto donde para acceder a lo mínimo para
vivir y satisfacer tus necesidades, es decir tus medios de vida, es necesario,
y carecerlo se convierte literalmente en muerte, desnutrición, abandono,
criminalidad, etc. Sin embargo, reintegrarlos a la dinámica de consumo aunque si
bien pueda solucionar este problema no me parece una solución más aún me parece
una forma de reproducción del sistema, además de que es prácticamente imposible.
Creo que la pobreza es el resultado de un sistema ideológico, cultural y social
que debe cambiar por completo, donde se resinifique la concepción del sentido
de la vida del éxito personal a la reconstrucción colectiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario