domingo, 13 de mayo de 2018

Argenis Parral Lara

Corre, Lola, corre.

Esta película nos enseña un ejemplo claro de la serie de complicaciones que tenemos las personas a diario en nuestro actuar cotidiano respecto a decisiones que tomamos en nuestras vidas para reducir la complejidad de las cosas que hacemos. En la película vemos como Lola quiere ayudar a su novio a salir de un apuro, de una amenaza de muerte que padecería si éste no paga el dinero que le debe a un otro. Lola sabe que tiene 20 minutos para llegar desde su casa hasta la estación de teléfono en donde su novio le estaba dando tal información y le pedía ayuda, pues él sabe que a ella se le ocurren cosas ingeniosas para salirse con la suya, y con todo ello Lola no solamente tiene que llegar en 20 minutos en donde su novio, sino que tiene que conseguir el dinero que el novio necesita para que éste no asalte a una tienda que tiene en frente de sí por la desesperación de no haber podido conseguir el dinero después de haber fallado en su plan fuerte que era atenerse a Lola.
Lola piensa en ciertos tipos de posibilidades para salirse con la suya y salvarle la vida a su novio, primero piensa en ir a pedirle dinero a su padre, después asaltarlo, después en que se verían envueltos en una persecución policíaca ella y su novio por no haber ella llegado a tiempo y por haber asaltado la tienda, persecución en donde Lola muere y otro final en donde un carro atropella a su novio; en fin, Lola se plantea una serie de posibles decisiones para poder conseguir su objetivo y es interesante observar cómo es que hace conciencia de las posibles consecuencias que ambos sufrirían si las cosas no sale como ella lo planea, pues a cualquier fallo el plan se viene abajo y alguno uno de los dos saldría perjudicado.
Aunque esta película es un ejemplo claro y exagerado de lo que cada uno de nosotros nos enfrentemos a diario en nuestro actuar cotidiano, así a Lola se le presentó ese caso para resolverlo en 20 minutos de manera cotidiana a como ella suele resolver sus casos, por lo que vemos cómo es que Lola reuce la complejidad de la ausencia del dinero yendo con su papá, pero al éste no prestarle le asalta en su trabajo, con lo que reduce la complejidad de convencer a su papá a las buenas por las malas, ella confía en sus pies y corre con todas sus fuerzas esquivando autos para llegar a tiempo con su novio y con el dinero, el cual termina llegando al novio no por Lola, sino porque encuentra a aquel hombre que confundió su bolsa en el tren con la suya que tenía el dinero a pagar, lo persiguió y le quitó su dinero con lo que saldó su deuda. La película nos muestra las diferentes maneras en las que unas personas se enfrentan en ciertos casos complejos que hay que resolver en donde los agentes y los actores están implicados explícita o implícitamente y han de cooperar ayudando o no estorbando a Lola y a su novio, las decisiones de ambas son elementales en el destino que a ambos les esperaba, y las maneras en las que reducían la complejidad de conseguir sus objetivos debían ser tan precisas porque, de lo contrario, un error traería fatales resultados. Si sabemos actuar con astucia en nuestras complicaciones y complejidades diarias siendo serenos, teniendo la cabeza fría y meditar en si hacer tal o tal me sería útil podríamos conseguir nuestros sanos objetivos, pues toda decisión debe estar bien pensada y planeada ya que la improvisación no siempre trae buenos resultados. La complejidad es una realidad diaria que todos pasamos, hemos de ser hábiles para combatirla y poderla vencer.

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