El film germano Corre Lola Corre (1998) de Tom Tykwer,
se centra en la multiplicidad de posibles
que se abren ante el devenir de las decisiones. El núcleo racional que se
encuentra en el discurso de la película es la suspensión de lo real y la
incertidumbre de su concretización.
La película comienza con el
problema en que se mete Manni (pareja sentimental de Lola) al extraviar una
bolsa con cien mil francos en el tren en que viajaba; bolsa que, según
recuerda, posiblemente se encuentre en manos de un vagabundo con quien se encontrara
en el vagón que compartían. El problema se agrava cuando, nos enteramos de que
ese dinero tiene que ser entregado a las 12 en punto del mediodía a una banda
de mafiosos, o de lo contrario, tendrá que saldar la deuda con su vida.
En un momento de angustia total,
Manni decide marcarle a Lola para pedir auxilio, después de que ella no llegara
a la cita acordada y, por ende, él se viera visto en la necesidad de andar por
la ciudad con una bolsa repleta de dinero sucio. A modo de reclamo y con los
nervios de punta, Manni pone al tato a Lola de lo ocurrido y del grueso del
problema en que se encuentra, pidiéndole ayuda (a pesar de que ni siquiera él
sabe cómo podría ella ayudarle).
Despejando el asombro y movida
por el temor (o ¿amor?), Lola comienza a pasar lista mentalmente de las
personas a las cuales podría recurrir para sacar a su novio de tan problemático
apuro. El número de personas que componen la lista pasa a ser una lista de recursos de los cuales hay
algunos más numerosos y otros más próximos o seguros.
Solo veinte minutos tiene Lola
desde que termina la llamada hasta el momento en que se debe hacer la entrega. Esos
veinte minutos comprenden el lapsus en que se deben, entonces, realizar los procesos para conseguir el dinero que,
descabelladamente, habrá que conseguir para salvar la vida de Manni.
Es a partir de este momento que
la película nos juega una mala jugada: inicia Lola un recorrido que culminaría
en el punto donde se encontrara Manni, para evitar que éste cometa un crimen a
condición de solventar la pérdida (nos referimos al atraco de un supermercado);
dentro de ese espacio/tiempo que comprende desde las 11:40 hasta las 12 y desde
el departamento de Lola hasta la caseta de teléfono desde la cual Manni llama a
Lola, encontramos una variedad de personas que hacen su recorrido común en la
ciudad, trabajo, etc., con las que choca o se entrecruza nuestra corredora y,
paradójicamente, que le sirven –o no- de recursos para alcanzar su fin.
Como la película muestra, bajo la forma de
fotografías, cada persona con que se cruza Lola, tiene un futuro glorioso o
desastroso, -el desenlace final de esas historias nos es desconocido- pero
siempre incierto: la variedad de cosas que ocurran o pueden ocurrir en la vida
de cualquiera de esos actores depende de un encontronazo con lo que se le
presente las decisiones de otros constantemente en un futuro.
Como mencionaba, la mala jugada
surge en el momento en que Lola toma una decisión y se echa a correr; pero nos
damos cuenta de ella hasta que culmina con la muerte de Manni a mano de
policías, que tratan de evitar la fuga de estos dos –ahora- delincuentes. ¿en
qué consiste la mala jugada? En que nos damos cuenta que la historia nunca sucedió: sólo fue una historia,
producto de la imaginación de Lola, sobre lo que pudiera ocurrir si tomaba una decisión… obviamente incorrecta. La
segunda historia que se muestra (igualmente falsa) concluye de manera trágica,
pero es la tercera en la que las cosas suceden como en el mejor de los
escenarios. Lo fantasioso de ello, es que en la historia real (tercer recorrido, tercera historia o tercera
decisión) los recursos, personas con quienes se cruza y hasta los sucesos, se
dan de igual manera como los habría imaginado Lola. ¿es acaso que lola conocía
lo que sucedería en cada lugar a cada minuto que pasaba o es que lo real en la película, se supedita a lo
imaginativo de cierto actor/agente? Si es lo primero, el argumento de la
película (que como hemos dicho, es que lo real se encuentra suspendido y se da
solo en el choque de decisiones entre todos los actores de manera que muchas de
ellas son condicionadas o condicionantes) quedaría anulado; si es lo segundo,
el argumento queda igualmente anulado.
Fuera de los pequeños o grandes detalles que
podamos encontrar en la película, es un buen medio para el ejercicio de pensar
en complejidad: pensar en las situaciones que hacen romper o continuar las
relaciones de causalidad.
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