En la actividad que realizamos
sobre la limpieza del hogar, mi equipo y yo nos dimos cuenta de que en términos
generales, se realizan las mismas labores de limpieza. Sin embargo notamos que
llevamos un orden distinto para realizarlas. Mientras yo primero acomodo el
desorden y tiendo la cama, mi compañera lava los trastos como primer punto y el otro compañero dijo que él primero pone
en funcionamiento la lavadora.
Estas fueron nuestras
conclusiones más importantes: Generalmente quien aportan dinero a la casa (en
especial “el jefe de familia” si es que hay asignado alguno), se encarga de
comprar lo necesario para la limpieza del hogar. La segunda conclusión fue que
todos deben apoyar en los quehaceres domésticos para que la organización
familiar sea equitativa; como una especie de engrane (por muy trillado que esté
el ejemplo), en donde cada una de las piezas son fundamentales para que las
cosas funcionen. Descartamos que lo ideal sea que sólo una persona realice las
actividades por todos los demás. Y por último coincidimos en que la limpieza de
la casa, a pesar de desarrollarse dentro de un núcleo pequeño, no es una actividad simple puesto que están
de por medio distintos factores que tienen que organizarse para que no aparezca
el caos.
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