Carlos Fernando Rubio Pérez
6to. Semestre
Realidades complejas
REFLEXIÓN:
“SLIDING DOORS”
Cuántas
veces no nos ha pasado el preguntarnos: ¿qué hubiera pasado si hubiéramos hecho
esto? a veces no es tan frecuente la pregunta, pero sí en ciertas ocasiones nos
la llegamos a preguntar.
Esta
película me recuerda a algo que pensó Weber cuando se preguntaba si la historia
se hubiera dado de otra forma. Hubiera sido
una maravilla, ¿no? Tal vez pude haber estado con esa chava; haber sacado una
mejor nota en el anterior semestre. Lamentablemente, el contexto en el que
estamos hace que las cosas se den por sí solas. Nosotros –y deberíamos de repetírnoslo
tantas veces- NO SOMOS DUEÑO DEL TIEMPO. Podrá sonar muy “metafísico” pero,
cierto es que a veces las cosas se dan por sí solas, por “obra divina” –si se
le quiere llamar”, o tal vez porque nosotros mismos lo construimos.
Por
ejemplo, si no pongo el empeño en mi relación, las cosas se vendrán abajo; si
no le pongo empeño a mi materia, tendré baja calificación. Nosotros cosechamos
de lo que sembramos, y las cosas se dan conforme nosotros lo vamos pensando y
construyendo.
Lo
interesante de esta película sería –el metamensaje- que hay que tomar una
decisión que nos traslade a eso que queremos que pase. La vida es así. Por
ejemplo, en la película, aún de diversas formas, la protagonista de la historia
se da cuenta –antes o al término de la película- que su pareja la engañó. El contexto
está ahí; las condiciones se dieron para que en uno u otro sentido, se
enterará.
Hay
que sembrar para cosechar; y cosechar de buena manera. Tengo una frase que tal
vez sea cierta: “la verdad siempre saldrá a la luz” y todo aquello que hagamos,
de una u otra forma saldrá eso que esperamos –ya sea fracaso o victoria-.
En
síntesis, yo sí estoy de acuerdo en que ya hay un camino trazado y nosotros, en
ese camino, hay que sembrar de buena manera para obtener las mejores cosechas.
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