viernes, 8 de diciembre de 2017

Sliding Doors

Carlos Fernando Rubio Pérez
6to. Semestre
Realidades complejas
REFLEXIÓN: “SLIDING DOORS”
Cuántas veces no nos ha pasado el preguntarnos: ¿qué hubiera pasado si hubiéramos hecho esto? a veces no es tan frecuente la pregunta, pero sí en ciertas ocasiones nos la llegamos a preguntar.
Esta película me recuerda a algo que pensó Weber cuando se preguntaba si la historia se hubiera dado de otra forma. Hubiera sido una maravilla, ¿no? Tal vez pude haber estado con esa chava; haber sacado una mejor nota en el anterior semestre. Lamentablemente, el contexto en el que estamos hace que las cosas se den por sí solas. Nosotros –y deberíamos de repetírnoslo tantas veces- NO SOMOS DUEÑO DEL TIEMPO. Podrá sonar muy “metafísico” pero, cierto es que a veces las cosas se dan por sí solas, por “obra divina” –si se le quiere llamar”, o tal vez porque nosotros mismos lo construimos.
Por ejemplo, si no pongo el empeño en mi relación, las cosas se vendrán abajo; si no le pongo empeño a mi materia, tendré baja calificación. Nosotros cosechamos de lo que sembramos, y las cosas se dan conforme nosotros lo vamos pensando y construyendo.
Lo interesante de esta película sería –el metamensaje- que hay que tomar una decisión que nos traslade a eso que queremos que pase. La vida es así. Por ejemplo, en la película, aún de diversas formas, la protagonista de la historia se da cuenta –antes o al término de la película- que su pareja la engañó. El contexto está ahí; las condiciones se dieron para que en uno u otro sentido, se enterará.
Hay que sembrar para cosechar; y cosechar de buena manera. Tengo una frase que tal vez sea cierta: “la verdad siempre saldrá a la luz” y todo aquello que hagamos, de una u otra forma saldrá eso que esperamos –ya sea fracaso o victoria-.

En síntesis, yo sí estoy de acuerdo en que ya hay un camino trazado y nosotros, en ese camino, hay que sembrar de buena manera para obtener las mejores cosechas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario