Centro Universitario de Ciencias
Sociales y Humanidades
Introducción
a las Realidades Complejas
Ensayo y Observación
“Repercusiones en el rendimiento y
fracaso escolar en alumnos de educación secundaria a causa del acoso en las
escolar “bullying”
Angélica Guadalupe Quezada Preciado
Repercusiones en el rendimiento y
fracaso escolar en alumnos de educación secundaria a causa del acoso en las
escolar “bullying”
Introducción:
En
el presente ensayo pretendo analizar el fenómeno de la violencia y acoso
escolar, haciendo un análisis general de lo que es esta problemática, sus
causas y principalmente sus
repercusiones en el rendimiento y posible fracaso escolar de los adolecentes.
En este estudio se pretende además hacer una observación y mantener una plática o entrevista con los
directivos de la escuela secundaria técnica
#46 ubicada en el municipio de Tonalá, apoyándome de algunas lecturas
que vimos en clase y de otros artículos y lecturas aparte sobre el tema. Además,
en esta observación haré un análisis sobre la realidad complejizada de los
entornos educativos en cuanto a bullying se habla.
Los
objetivos que tengo en esta investigación, son los de conocer las probables causas del bullying, teorías,
practicas y medidas que se están tomando-particularmente
en esta secundaria- , para prevenir y
erradicar el acoso escolar y sus consecuencias en el entorno académico de los
alumnos y alumnas. Me interesa también conocer el cómo están actuando los profesores
y directivos en cuanto a esta problemática que sigue tan latente hoy en día.
Con
este ensayo se pretende también obtener un conocimiento más a fondo de esta
problemática, un primer acercamiento y análisis de la misma.
El Bullying como un declinante en la
vida escolar de los adolecentes.
El
bullying, o acoso escolar, es un fenómeno que ha existido permanentemente en
las escuelas del mundo occidental. No fue sino hasta hace poco tiempo que se le
comenzó a prestar más atención, gracias en parte a las nuevas tectologías de
información y de comunicación que han sacado a relucir la problemática desde
una perspectiva más cercana.
Estas herramientas han sido de gran ayuda en
los últimos años para entender y acercarnos más a fondo a este problema y
gracias a esto, ha ayudado en gran medida
que los diferentes profesionales de la psicología educativa o
psicopedagogía se hayan especializado en tratar este tema. De esta manera los
afectados y sus familias pueden ir a diferentes espacios en busca de un asesoramiento
legal, psicológico, clínicos infantil y juvenil.
El
bulliyng, se trata de una forma de maltrato, habitualmente, intencionado y
perjudicial, de un estudiante hacia otro compañero (más débil), al que
convierte en su víctima, pudiendo ser dicha situación persistente, semanas,
meses, o años. Siendo así, esta problemática repercute no solo en los años
escolares de una persona, sino que también, en la mayoría de los casos existen
repercusiones a lo largo de su vida
“Una
violencia que causa graves daños a nuestros niños y adolescentes, en tanto que
obstáculo principal e invisible que explica el diferencial existente entre su
nivel de autorrealización real y su zona de autorrealización potencial” (Revista Interuniversitaria de
Formación del Profesorado, agosto, 2001, pp. 9-10).
Se
conocen de casos en los que las personas victimizadas en esta época escolar de
su vida, viven con traumas permanentes e incluso irreversibles, los cuales, conllevan
a otros problemas relacionados con la autoestima en donde por lo general,
terminan formándose cirulos viciosos en donde las personas victimizadas, buscan
descargar su coraje e impotencia con
otras personas consideradas por ellos, “más débiles”.
El bullying
por lo tanto, tiene consecuencias
personales para todos los implicados, tanto en el momento en que se produce
como a corto y largo plazo. De hecho, un caso de acoso escolar a una edad
temprana puede influir mucho en los comportamientos y tendencias de
personalidad que tendrá una persona cuando sea mayor.
Las
consecuencias más comunes en el caso de la víctima suelen ser: sentimiento de
soledad, problemas de autoestima, fobia y rechazo al centro escolar, miedos...
entre muchos más; y como mencioné anteriormente, se tiende a crear un circulo
vicioso por parte de la víctima. En el caso del agresor: aprende a conseguir
las cosas de manera violenta y agresiva, pudiendo ser un futuro delincuente,
hablando en términos extremistas.
En
ambos casos, tanto el agredido como el agresor, terminan siendo víctimas; victimas del ambiente violento en el que
vivimos en todo el país; y partiendo de este tema, me parece que es muy
necesario resaltar esta cuestión de la
constante violencia en la que estamos viviendo actualmente.
No
es de asombrarse que a diario en las noticias –y retomo el tema de las nuevas
tecnologías de información y comunicación,
ya que en gran medida han ayudado a la difusión de estos eventos- se nos informe de casos de asesinatos,
violaciones, tiroteos, enfrentamientos, detenciones, robos a mano armada,
secuestros, corrupción, narcotráfico, discriminación, IMPUNIDAD… en fin, la
lista sigue y sigue y con esto; la impotencia, el miedo de poder reaccionar
conjuntamente en contra de estos sucesos
”Tal incremento de la impotencia
gestado desde el afuera tiene que ver con las acciones del diario vivir, con la
violencia que se recoge de la calle: la violencia por la dificultad del acceso
fácil a las cosas en tanto estas se inscriben al menos en lo imaginario, lo
simbólico y lo real, y por lo tanto en una especie de barrera arquitectónica, a
veces causante del aislamiento en la pretendida objetividad, o bien en el
subjetivismo como única lectura posible de la verdad, y a veces también en
lugares de atención específica llamados “congresos”...” (García Valdez Ricardo,
2015 , pp: 238-239)
El
punto aquí es que toda esta maraña de acontecimientos, ya es lo que se vive a
diario y lo que se les transmite a los niños y adolecentes; esto y la gran
cantidad de videojuegos con extrema violencia que consumen los niños y jóvenes
(permitidos por sus padres) lo que ayuda a que se vuelva un ambiente en donde la violencia,
pasa como algo “normal” algo cotidiano y
algo con lo que se debe aprender a vivir
con eso.
El
caso es que incluso los niños y adolecentes suponen que al vivir con armas y en
un ambiente violento, está hasta bien visto y por lo mismo, pasa que se les
hace fácil llamar la atención de esta manera, en donde se les vea “dominantes”, “mafiosos” “lideres a los que se les debe
tener miedo”; donde necesiten demostrar que ellos son capases de matar o
lastimar a alguien y no tienen miedo a
nada.
Es
ahí cuando las desgracias ocurren; como la que ocurrió en Monterrey a
principios de este año, en donde un menor de tan solo 15 años, arremetió en
contra de sus compañeros y su profesora para después dispararse en la cabeza y
morir…
Yo me pregunto: ¿en qué se están convirtiendo
los jóvenes? ¿Cómo es posible que se haya llegado a tal extremo de violencia en
donde cualquier disgusto o inconformidad para un adolecente, es motivo para
quitarse la vida? ¿Qué tan valorado tienen los adolecentes el concepto de
vida?...
“La juventud y la infancia con armas, las
adicciones y sus consecuencias –que deslizan la vida de los jóvenes por una
cornisa entre la vida y la muerte–, son similares a una cuantificación sin
rigor lógico en sus explicaciones. Si esto es así, ¿qué pensar del valor de la
vida a lo largo de la vida profesional?” (García Valdez Ricardo, 2015 , pp:
238-239)
En
fin, tristemente existen muchos casos documentados en donde los menores son
víctimas de la absorbente cotidianidad violentada y son partícipes de las peores calamidades que el ser humano
puede llegar a hacer y las consecuencias que por supuesto, repercuten en los
mismos adolecentes; en su vida social y sobre
todo escolar en el porvenir de sus vidas.
Philip
W. Jackson señala en el segundo capítulo de su libro “La vida en las aulas”, los sentimientos de los alumnos
dentro del salón de clases y también fuera de ella, ya que existe una relación bastante
estrecha.
Los
sentimientos que siente el alumno dentro del salón –como en el texto de Jackson
describe- suelen ser de alegría,
tristeza, coraje, incomodidad, confusión, aburrimiento y tantos adjetivos
sentimentales que podemos expresar para identificar al educando dentro del
salón de clases.
Como
se dijo anteriormente, y de acuerdo al texto de Jackson, la vida en los salones
de clases de los alumnos adolecentes, va de la mano con la que viven fuera de
la escuela, y por lo mismo, están bastante influenciados con los
acontecimientos violentos que describí anteriormente.
La
convivencia en las aulas junto a la vida
cotidiana de los adolecentes comúnmente se vuelve motivo de conflicto ya que a
esa edad la rebeldía y la violencia en general, se vuelve más latente y por tal
motivo, los alumnos se encuentran en constante vulnerabilidad física y
mentalmente hablando, en consecuencia,
la mayoría de las vivencias en esta etapa escolar de los adolecentes es
en muchas ocasiones, las que los marcan de por vida –en cuanto a violencia y
acoso escolar-.
Por
otro lado, tenemos la complejidad que acompaña esta serie de eventos violentos
Acercamiento y observación a la
secundaria investigada
Hablando
de los casos de violencia que se
suscitan en las escuelas y como describí en la introducción, me di en la tarea
de acercarme a la institución de educación secundaria (técnica #46) con la intención de platicar con los
directivos sobre temas relacionados con el bullyin y las medidas que se están
tomando para tratar de solucionar esta problemática.
Antes
que nada, quisiera exponer los motivos por los cuales decidí hacer mi
investigación en esta secundaria y no en alguna otra. El primer motivo es
porque curse los tres años de secundaria
en esta escuela. El segundo motivo es un poco más extenso ya que se trata de un
asunto bastante terrible e indignante.
Cuando
yo cursaba el último año de secundaria, tuve bastantes compañeros y entre ellos, una compañera -en otro grupo
del tercer grado- con la que nunca cruce palabra pero que la identificaba bien,
ya que su salón estaba al lado del mío y mis compañeros de salón y los
compañeros del grupo continuo, por lo general llevaron una buena relación. El
caso es que esta compañera a la que hago referencia, nunca fue una persona que
resaltara por encima o por debajo de la
mayoría, más bien desde mi percepción,
fue una alumna promedio… digo “fue” porque tristemente, esta compañera cometió
suicidio.
No
fue hasta después de algunas semanas que se demostró que los motivos por los
cuales esta persona se suicido, fueron a causa del bullying que sufrió por
parte de los mismos compañeros. En fin, esta situación conmocionó a la escuela
entera, fueron días muy crudos los que se vivieron después de este
acontecimiento tan aterrador y triste; nadie sabía que hacer o cómo reaccionar.
Las
autoridades y directivos de la escuela tomaron cartas en el asunto e
incluso, hubo alguna intervención por
parte de algunos profesionales, psicólogos y trabajadores sociales para la
familia, pero también para el grupo en
el que estaba la compañera ya mencionada, y al cabo de algunos meses las
labores escolares de ese grupo y de la escuela entera volvieron a la
“normalidad”.
Siempre
me resulto algo problemática esta idea por parte de los directivos de acercarse
al grupo implicado en este suceso, hablar con ellos, darles algo de terapia
psicológica y hacer como si el problema estuviera solucionado. No se daban
cuenta que este enorme fenómeno iba más allá de un solo salón; era la escuela
entera la que necesitaba medidas estrictas y constantes para evitar que casos
tan lamentables como este ocurriesen de
nuevo.
En
fin, por tales motivos ya expuestos fue porque decidí que esta secundaria era
la mejor para llevar a cabo mi investigación. Lamentablemente no fue como
pensé.
Tuve
un primer acercamiento a la secundaria, con
la intención de hablar con una persona en particular. Esta persona
–cuando yo cursaba la secundaria- era la encargada de asuntos relacionados con
el profesorado, algo así como una jefa de departamento.
Cuando
asistí a la secundaria y en la entrada expuse las intenciones de mi visita, se
me negó la entrada, con el pretexto de que esta persona que yo quería ver,
estaba de vacaciones, pero que con gusto se me podía agendar una cita con el director en curso de esta
secundaria; el problema fue que el director y la mayoría de personas encargadas
de la administración de esta secundaria eran nuevas en su puesto.
No
quise acercarme a la nueva dirección de la escuela, ya que me dijeron ahí mismo
que el director había ya cambiado varias veces después de que deje de estudiar
ahí y por lo mismo, no estaba segura de que las personas encargadas de la
escuela hoy en día, estuvieran al tanto de lo que pasó hace 6 años.
Estamos
hablando seis años que pasaron después de este trágico acontecimiento, nunca
tomé en cuenta que habría cambios administrativos y directivos después de lo
que pasó aquel ultimo año de mi curso por la secundaria.
Ciertamente
fue un acontecimiento que marcó por completo a esta escuela y a la población en
general. Un recuerdo que debe servir como aprendizaje para todos para darnos
cuenta de lo capaces que somos las personas, de poder herir a alguien a tal
grado que prefiera arremeter contra su propia vida.
A
pesar de lo ocurrido, me quedo con los aprendizajes que me dejo esta visita y
la investigación en general.
Complejizando
esta visita, además, pude notar que todos los movimientos que en la secundaria
se hacían, eran algo robotizados. La persona encargada de la entrada solo se
limitaba a dar indicaciones, los alumnos recorrían los pasillos de un lado a
otro y los maestros de igual manera.
Como
lo explica Edgar Morin en su obra “La epistemología de la complejidad”, todos
los eventos tanto sociales como individuales son complejos y que además explica
que gracias a la complejidad, el ser humanos ha ido evolucionando tanto física
como mentalmente. Por otro lado explica que para poder entrar al gran mundo de
la complejidad, es necesario comprender la simplicidad de cada evento. En este
contexto escolarizado a nivel secundaria, los patrones de conducta, desde mi
punto de vista, suelen tener ciertos estándares de conducta que suelen ser muy
repetitivos tanto en el alumnado como en el profesorado y administrativos esto
hace que se vuelvan predecibles ciertos comportamientos que de cierta manera hacen
que la organización de los individuos de esta institución, funcione bien.
Conclusión
La
sociedad en la que vivimos hoy en día está bastante propensa y vulnerable a la
violencia. Una sociedad que hasta pareciera que cada día es más sanguinaria y
cada vez menos humana.
La
violencia en México es un factor determinante del fracaso escolar asimismo, una
causa elemental de muertes infantiles. Miles de niños, niñas y adolescentes en
México, crecen en un ambiente de violencia cotidiana que deja consecuencias
profundas e incluso termina cada año con la vida de muchísimos de ellos. Gran
parte de esta violencia, que incluye violencia física, sexual, psicológica,
discriminación y abandono, permanece oculta y en ocasiones, es aprobada
socialmente
Después de haber tenido este
acercamiento a la secundaria, me di cuenta que es necesario tomar cartas en el
asunto ¡desde ya! Antes que el problema se haga cada vez más grande. Es
necesario implementar nuevos programas sociales y de gobierno para la reducción
de la violencia y acoso escolar.
El desafío es aún muy
grande: construir políticas públicas que permitan ampliar las posibilidades de
denuncia de casos de maltrato infantil, lo cual permitirá conocer con precisión
su magnitud, con atención especial a los adolecentes violentados y dar la
atención necesaria a las víctimas y victimarios de violencia.
De igual modo, invitar a los padres de
familia, maestros y alumnos mismos a mejorar la comunicación entre ellos, procurando siempre escuchar lo
que los adolecentes hablan, lo que sienten y sobre todo poner especial atención
en el contenido de la información que perciben. En los videojuegos, en la
televisión y las redes sociales también. Es necesario involucrarnos en la
problemática, y procurar un cambio, haciendo lo conveniente y lo necesario
desde nuestras trincheras.
Bibliografía
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Saiz, Emilio, Violencia escolar (“Bullying”): documento para padres y
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