viernes, 8 de diciembre de 2017

Trabajo Final: Ensayo y Observación.



Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades

Introducción a las Realidades Complejas
                                        



Ensayo y Observación
“Repercusiones en el rendimiento y fracaso escolar en alumnos de educación secundaria a causa del acoso en las escolar “bullying”




Angélica Guadalupe Quezada Preciado






Repercusiones en el rendimiento y fracaso escolar en alumnos de educación secundaria a causa del acoso en las escolar “bullying”

Introducción:
En el presente ensayo pretendo analizar el fenómeno de la violencia y acoso escolar, haciendo un análisis general de lo que es esta problemática, sus causas y  principalmente sus repercusiones en el rendimiento y posible fracaso escolar de los adolecentes. En este estudio se pretende además hacer  una observación  y mantener una plática o entrevista con los directivos de la escuela secundaria técnica  #46 ubicada en el municipio de Tonalá, apoyándome de algunas lecturas que vimos en clase y de otros artículos y lecturas aparte sobre el tema. Además, en esta observación haré un análisis sobre la realidad complejizada de los entornos educativos en cuanto a bullying se habla.
Los objetivos que tengo en esta investigación, son los de conocer  las probables causas del bullying, teorías, practicas y  medidas que se están tomando-particularmente en esta secundaria- , para prevenir  y erradicar el acoso escolar y sus consecuencias en el entorno académico de los alumnos y alumnas. Me interesa también  conocer el cómo están actuando los profesores y directivos en cuanto a esta problemática que sigue tan latente hoy en día.
Con este ensayo se pretende también obtener un conocimiento más a fondo de esta problemática, un primer acercamiento y análisis de la misma.

El Bullying como un declinante en la vida escolar  de los adolecentes.
El bullying, o acoso escolar, es un fenómeno que ha existido permanentemente en las escuelas del mundo occidental. No fue sino hasta hace poco tiempo que se le comenzó a prestar más atención, gracias en parte a las nuevas tectologías de información y de comunicación que han sacado a relucir la problemática desde una perspectiva más cercana.
 Estas herramientas han sido de gran ayuda en los últimos años para entender y acercarnos más a fondo a este problema y gracias a esto, ha ayudado en gran medida  que los diferentes profesionales de la psicología educativa o psicopedagogía se hayan especializado en tratar este tema. De esta manera los afectados y sus familias pueden ir a diferentes espacios en busca de un asesoramiento legal, psicológico, clínicos infantil y juvenil.
El bulliyng, se trata de una forma de maltrato, habitualmente, intencionado y perjudicial, de un estudiante hacia otro compañero (más débil), al que convierte en su víctima, pudiendo ser dicha situación persistente, semanas, meses, o años. Siendo así, esta problemática repercute no solo en los años escolares de una persona, sino que también, en la mayoría de los casos existen repercusiones a lo largo de su vida
 “Una violencia que causa graves daños a nuestros niños y adolescentes, en tanto que obstáculo principal e invisible que explica el diferencial existente entre su nivel de autorrealización real y su zona de autorrealización potencial” (Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, agosto, 2001, pp. 9-10).
Se conocen de casos en los que las personas victimizadas en esta época escolar de su vida, viven con traumas permanentes e incluso irreversibles, los cuales, conllevan a otros problemas relacionados con la autoestima en donde por lo general, terminan formándose cirulos viciosos en donde las personas victimizadas, buscan descargar su coraje e impotencia  con otras personas consideradas por ellos, “más débiles”.
El bullying por lo tanto,  tiene consecuencias personales para todos los implicados, tanto en el momento en que se produce como a corto y largo plazo. De hecho, un caso de acoso escolar a una edad temprana puede influir mucho en los comportamientos y tendencias de personalidad que tendrá una persona cuando sea mayor.
Las consecuencias más comunes en el caso de la víctima suelen ser: sentimiento de soledad, problemas de autoestima, fobia y rechazo al centro escolar, miedos... entre muchos más; y como mencioné anteriormente, se tiende a crear un circulo vicioso por parte de la víctima. En el caso del agresor: aprende a conseguir las cosas de manera violenta y agresiva, pudiendo ser un futuro delincuente, hablando en términos extremistas.
En ambos casos, tanto el agredido como el agresor, terminan siendo víctimas;  victimas del ambiente violento en el que vivimos en todo el país; y partiendo de este tema, me parece que es muy necesario resaltar esta cuestión de la  constante violencia en la que estamos viviendo actualmente.
No es de asombrarse que a diario en las noticias –y retomo el tema de las nuevas tecnologías de información y comunicación,  ya que en gran medida han ayudado a la difusión de estos eventos-  se nos informe de casos de asesinatos, violaciones, tiroteos, enfrentamientos, detenciones, robos a mano armada, secuestros, corrupción, narcotráfico, discriminación, IMPUNIDAD… en fin, la lista sigue y sigue y con esto; la impotencia, el miedo de poder reaccionar conjuntamente en contra de estos sucesos  
Tal incremento de la impotencia gestado desde el afuera tiene que ver con las acciones del diario vivir, con la violencia que se recoge de la calle: la violencia por la dificultad del acceso fácil a las cosas en tanto estas se inscriben al menos en lo imaginario, lo simbólico y lo real, y por lo tanto en una especie de barrera arquitectónica, a veces causante del aislamiento en la pretendida objetividad, o bien en el subjetivismo como única lectura posible de la verdad, y a veces también en lugares de atención específica llamados “congresos”...” (García Valdez Ricardo, 2015 , pp: 238-239)

El punto aquí es que toda esta maraña de acontecimientos, ya es lo que se vive a diario y lo que se les transmite a los niños y adolecentes; esto y la gran cantidad de videojuegos con extrema violencia que consumen los niños y jóvenes (permitidos por sus padres) lo que ayuda a que  se vuelva un ambiente en donde la violencia, pasa  como algo “normal” algo cotidiano y algo con lo  que se debe aprender a vivir con eso.
El caso es que incluso los niños y adolecentes suponen que al vivir con armas y en un ambiente violento, está hasta bien visto y por lo mismo, pasa que se les hace fácil llamar la atención de esta manera, en donde se les vea “dominantes”,  “mafiosos” “lideres a los que se les debe tener miedo”; donde necesiten demostrar que ellos son capases de matar o lastimar a alguien  y no tienen miedo a nada.
Es ahí cuando las desgracias ocurren; como la que ocurrió en Monterrey a principios de este año, en donde un menor de tan solo 15 años, arremetió en contra de sus compañeros y su profesora para después dispararse en la cabeza y morir…
 Yo me pregunto: ¿en qué se están convirtiendo los jóvenes? ¿Cómo es posible que se haya llegado a tal extremo de violencia en donde cualquier disgusto o inconformidad para un adolecente, es motivo para quitarse la vida? ¿Qué tan valorado tienen los adolecentes el concepto de vida?...
 “La juventud y la infancia con armas, las adicciones y sus consecuencias –que deslizan la vida de los jóvenes por una cornisa entre la vida y la muerte–, son similares a una cuantificación sin rigor lógico en sus explicaciones. Si esto es así, ¿qué pensar del valor de la vida a lo largo de la vida profesional?” (García Valdez Ricardo, 2015 , pp: 238-239)
En fin, tristemente existen muchos casos documentados en donde los menores son víctimas de la absorbente cotidianidad violentada y son partícipes de  las peores calamidades que el ser humano puede llegar a hacer y las consecuencias que por supuesto, repercuten en los mismos adolecentes; en su vida social y sobre todo escolar en el porvenir de sus vidas.
Philip W. Jackson señala en el segundo capítulo de su libro “La vida en las aulas”, los sentimientos de los alumnos dentro del salón de clases y también fuera de ella, ya que existe una relación bastante estrecha.
Los sentimientos que siente el alumno dentro del salón –como en el texto de Jackson describe-  suelen ser de alegría, tristeza, coraje, incomodidad, confusión, aburrimiento y tantos adjetivos sentimentales que podemos expresar para identificar al educando dentro del salón de clases.
Como se dijo anteriormente, y de acuerdo al texto de Jackson, la vida en los salones de clases de los alumnos adolecentes, va de la mano con la que viven fuera de la escuela, y por lo mismo, están bastante influenciados con los acontecimientos violentos que describí anteriormente.
La convivencia en las aulas junto a  la vida cotidiana de los adolecentes comúnmente se vuelve motivo de conflicto ya que a esa edad la rebeldía y la violencia en general, se vuelve más latente y por tal motivo, los alumnos se encuentran en constante vulnerabilidad física y mentalmente hablando, en consecuencia,  la mayoría de las vivencias en esta etapa escolar de los adolecentes es en muchas ocasiones, las que los marcan de por vida –en cuanto a violencia y acoso escolar-.
Por otro lado, tenemos la complejidad que acompaña esta serie de eventos violentos

Acercamiento y observación a la secundaria investigada
Hablando de los casos de violencia  que se suscitan en las escuelas y como describí en la introducción, me di en la tarea de acercarme a la institución de educación secundaria (técnica #46)  con la intención de platicar con los directivos sobre temas relacionados con el bullyin y las medidas que se están tomando para tratar de solucionar esta problemática.
Antes que nada, quisiera exponer los motivos por los cuales decidí hacer mi investigación en esta secundaria y no en alguna otra. El primer motivo es porque  curse los tres años de secundaria en esta escuela. El segundo motivo es un poco más extenso ya que se trata de un asunto bastante terrible e indignante.
Cuando yo cursaba el último año de secundaria, tuve bastantes compañeros  y entre ellos, una compañera -en otro grupo del tercer grado- con la que nunca cruce palabra pero que la identificaba bien, ya que su salón estaba al lado del mío y mis compañeros de salón y los compañeros del grupo continuo, por lo general llevaron una buena relación. El caso es que esta compañera a la que hago referencia, nunca fue una persona que resaltara por encima  o por debajo de la mayoría, más bien  desde mi percepción, fue una alumna promedio… digo “fue” porque tristemente, esta compañera cometió suicidio.
No fue hasta después de algunas semanas que se demostró que los motivos por los cuales esta persona se suicido, fueron a causa del bullying que sufrió por parte de los mismos compañeros. En fin, esta situación conmocionó a la escuela entera, fueron días muy crudos los que se vivieron después de este acontecimiento tan aterrador y triste; nadie sabía que hacer o cómo reaccionar.
Las autoridades y directivos de la escuela tomaron cartas en el asunto e incluso,  hubo alguna intervención por parte de algunos profesionales, psicólogos y trabajadores sociales para la familia,  pero también para el grupo en el que estaba la compañera ya mencionada, y al cabo de algunos meses las labores escolares de ese grupo y de la escuela entera volvieron a la “normalidad”.
Siempre me resulto algo problemática esta idea por parte de los directivos de acercarse al grupo implicado en este suceso, hablar con ellos, darles algo de terapia psicológica y hacer como si el problema estuviera solucionado. No se daban cuenta que este enorme fenómeno iba más allá de un solo salón; era la escuela entera la que necesitaba medidas estrictas y constantes para evitar que casos tan lamentables como este ocurriesen  de nuevo.
En fin, por tales motivos ya expuestos fue porque decidí que esta secundaria era la mejor para llevar a cabo mi investigación. Lamentablemente no fue como pensé.
Tuve un primer acercamiento a la secundaria, con  la intención de hablar con una persona en particular. Esta persona –cuando yo cursaba la secundaria- era la encargada de asuntos relacionados con el profesorado, algo así como una jefa de departamento.
Cuando asistí a la secundaria y en la entrada expuse las intenciones de mi visita, se me negó la entrada, con el pretexto de que esta persona que yo quería ver, estaba de vacaciones, pero que con gusto se me podía agendar  una cita con el director en curso de esta secundaria; el problema fue que el director y la mayoría de personas encargadas de la administración de esta secundaria eran nuevas en su puesto.
No quise acercarme a la nueva dirección de la escuela, ya que me dijeron ahí mismo que el director había ya cambiado varias veces después de que deje de estudiar ahí y por lo mismo, no estaba segura de que las personas encargadas de la escuela hoy en día, estuvieran al tanto de lo que pasó hace 6 años.
Estamos hablando seis años que pasaron después de este trágico acontecimiento, nunca tomé en cuenta que habría cambios administrativos y directivos después de lo que pasó aquel ultimo año de mi curso por la secundaria.
Ciertamente fue un acontecimiento que marcó por completo a esta escuela y a la población en general. Un recuerdo que debe servir como aprendizaje para todos para darnos cuenta de lo capaces que somos las personas, de poder herir a alguien a tal grado que prefiera arremeter contra su propia vida.
A pesar de lo ocurrido, me quedo con los aprendizajes que me dejo esta visita y la investigación en general.
Complejizando esta visita, además, pude notar que todos los movimientos que en la secundaria se hacían, eran algo robotizados. La persona encargada de la entrada solo se limitaba a dar indicaciones, los alumnos recorrían los pasillos de un lado a otro y los maestros de igual manera.
Como lo explica Edgar Morin en su obra “La epistemología de la complejidad”, todos los eventos tanto sociales como individuales son complejos y que además explica que gracias a la complejidad, el ser humanos ha ido evolucionando tanto física como mentalmente. Por otro lado explica que para poder entrar al gran mundo de la complejidad, es necesario comprender la simplicidad de cada evento. En este contexto escolarizado a nivel secundaria, los patrones de conducta, desde mi punto de vista, suelen tener ciertos estándares de conducta que suelen ser muy repetitivos tanto en el alumnado como en el profesorado y administrativos esto hace que se vuelvan predecibles ciertos comportamientos que de cierta manera hacen que la organización de los individuos de esta institución, funcione bien.


Conclusión
La sociedad en la que vivimos hoy en día está bastante propensa y vulnerable a la violencia. Una sociedad que hasta pareciera que cada día es más sanguinaria y cada vez menos humana.
 La violencia en México es un factor determinante del fracaso escolar asimismo, una causa elemental de muertes infantiles. Miles de niños, niñas y adolescentes en México, crecen en un ambiente de violencia cotidiana que deja consecuencias profundas e incluso termina cada año con la vida de muchísimos de ellos. Gran parte de esta violencia, que incluye violencia física, sexual, psicológica, discriminación y abandono, permanece oculta y en ocasiones, es aprobada socialmente
Después de haber tenido este acercamiento a la secundaria, me di cuenta que es necesario tomar cartas en el asunto ¡desde ya! Antes que el problema se haga cada vez más grande. Es necesario implementar nuevos programas sociales y de gobierno para la reducción de la violencia y acoso escolar.
El desafío es aún muy grande: construir políticas públicas que permitan ampliar las posibilidades de denuncia de casos de maltrato infantil, lo cual permitirá conocer con precisión su magnitud, con atención especial a los adolecentes violentados y dar la atención necesaria a las víctimas y victimarios de violencia.
De igual modo, invitar a los padres de familia, maestros y alumnos mismos a mejorar la comunicación  entre ellos, procurando siempre escuchar lo que los adolecentes hablan, lo que sienten y sobre todo poner especial atención en el contenido de la información que perciben. En los videojuegos, en la televisión y las redes sociales también. Es necesario involucrarnos en la problemática, y procurar un cambio, haciendo lo conveniente y lo necesario desde nuestras trincheras.


Bibliografía
García Valdez, Ricardo, BULLYING A LA VERDADEnseñanza e Investigación en Psicología [en linea] 2015, 20 (Mayo-Agosto)
 Juárez, José Manuel, Comboni Salinas, Sonia, Epistemología del pensamiento complejo. REencuentro. Análisis de Problemas Universitarios [en linea] 2012, (Diciembre-
Philip W. Jackson. (1990). La vida en las aulas. Universidad de Nueva York: Ediciones Morata.
Ruiz Arroyo, Rosario, Riuró Bofill, María, Tesouro Cid, Montse, ESTUDIO DEL BULLYING EN EL CICLO SUPERIOR DE PRIMARIAEducación XX1 [en linea] 2015, 18 
Tresgallo Saiz, Emilio, Violencia escolar (“Bullying”): documento para padres y educadoresRevista Española de Orientación y Psicopedagogía [en linea] 2008, 19 (Septiembre-Diciembre) 


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