miércoles, 12 de febrero de 2020

Asear la casa.


José Eduardo Rodriguez Pérez.


Agentes/sujetos pasivos
En la labor de barrer, limpiar y sacudir la casa en mi caso no existen agentes pasivos, ya que soy la única persona que vive en esa casa, por lo que todo el trabajo realizado depende de mí, tampoco tengo mascotas que puedan fungir como posibles agentes pasivos. 

Recursos
En mi caso y dado que soy la única persona que vive en casa y eso implica mayor labor y que esta no puede ser compartida, lo que hago es echar mano de agentes tecnológicos que me ayudan a asear de manera más rápida. Estos son: 

  • Lavadora/Secadora 
(Esta es de tamaño grande para facilitar mayor número de prendas lavadas y secadas en menor tiempo. 

  • Aspirador robótico. 
(Es un objeto en forma de disco que funciona como una aspiradora capaz de  detectar polvo y suciedad en el piso de manera diaria por lo que usa un cepillo húmedo para limpiar y una aspiradora para absorber. 

Objetos tradicionales: 
  • Jabón líquido y en polvo. 
  • Esponjas. 
  • Franelas 
  • Bolsas de basura. 
  • Cloro. 
  • Aromatizante líquido. 
  • Guantes de latex para manejo de químicos. 
  • Papel para cocina 

Otros elementos: 
Música para realizar la actividad. 
Agua para poder lavar. 
Energía eléctrica para que puedan funcionar los objetos eléctricos que la necesitan. 


Prioridad y decisiones. 
En mi caso y dado que dispongo de poco tiempo en la semana para asear la casa, esta labor la realizo sólo el fin de semana aunque es importante destacar que el aspirador automático realiza su tarea de limpiar y absorber todos los días para evitar que la casa esté demasiado sucia para el fin de semana.  Generalmente el sábado lavo el baño con cepillo (taza, piso y paredes) para asegurarme que quede completamente limpio y además porque es la única parte donde no entra el aspirador dado que un exceso de agua podría dañarlo. 
También aprovecho para revisar la alacena que se encuentra en ese lugar y donde guardo objetos de limpieza y ver que cosas requiero comprar para poder asear la siguiente semana. 

Después ordeno la habitación revisando cajones para tirar cosas que ya no necesito, también ordeno el guardaropa y limpio con franela los muebles, cambio las cortinas de las ventanas y las sábanas de la cama. A diferencia de mucha gente que tiene una tendencia por acumular cosas yo soy todo lo contrario, reviso a detalle cada rincón para asegurarme que lo que está ahí es porque lo necesito en este momento. 

El domingo realizo la limpieza de la cocina, lavo la estufa con estropajo y limpio el refrigerador por dentro y por fuera revisando todos los alimentos y tirando lo que ya no sirve (Cuando se vive solo es muy fácil que las cosas caduquen dado que los centros comerciales casi siempre venden comida en empaques grandes por lo que uno no alcanza a comer todo y finalmente se echa a perder). Después limpio la alacena y finalmente la mesa y objetos como el microondas y la licuadora. 

Después de la cocina comienzo a lavar la ropa, una labor que realizo junto a dar mantenimiento al jardin dado que la lavadora sólo requiere estar al pendiente cada media o una hora y ella realiza el resto, llenar al tanque de agua, lavar, exprimir y secar. El jardin es mi última labor del limpieza del día y la que más disfruto por lo que es la que dejo al último. En el jardín quito las hojas secas a cada planta, las podo para evitar que crezcan demasiado, retiro la maleza, añado abono a las que lo necesitan, les echo agua (aunque esta es una labor que realizo casi diario o incluso varias veces al día según el tipo de planta que sea ...los belenes requieren mucha agua...) y limpio los páneles solares de las luces decorativas para evitar que el exceso de polvo no permita el buen almacenamiento de energía. 


Conclusiones

Durante la exposición y escuchando a mis compañeros de clase pude notar la complejidad sociocultural que existe detrás de una labor que nos es tan cotidiana como asear la casa. 


Así por ejemplo noté que en muchas de ellas aún es persistente la división de  tareas según el género, también noté que en algunas existe un conflicto permanente sobre esta división de tareas empujadas por nuevos paradigmas que plantean una repartición del trabajo más equitativa. Otra observación que me pareció interesante es que mientras las nuevas tecnologías se han apoderado de muchas de nuestras acciones cotidianas a manera de televisiones, celulares y equipos de sonido, en las labores de aseo de la casa siguen siendo predominantes las herramientas más antiguas como escobas y trapeadores cuando esta tarea ya la pueden realizar otros objetos de manera automática. Además en la narrativa de los equipos estas tecnologías ocupaban poco espacio en el dialogo, por ejemplo casi nadie hablaba de la lavadora o al refrigerador.

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