El amor y la discapacidad, reflexión final

Por: Alejandra Colin

En mi caso yo mismo me ponía barreras

pensaba que no me iban a querer, me veían raro

por la falta de una parte de mi brazo, como que había un estereotipo

ya marcado y que no se fijarían en mí por mi personalidad

-Nahuel, 30 años.

Con el paso del tiempo los escritos sobre el amor se han incrementado, la sociología no es ninguna excepción y quizás lo hace un fenómeno digno de ser observado ya que las relaciones amorosas, generan vínculos, son contratos económicos, e inclusive dan un sentido de identidad y pertenencia, estar en una relación amorosa es ser parte de algo. También a el amor se le atribuye la felicidad, la salud y bienestar en general, el amor es, por tanto, considerado como uno de los procesos más relevantes para el ser humano (Yela, 2002). El amor influye en nuestros comportamientos humanos y sociales, convirtiéndose en un aspecto esencial y central en la vida de las personas (Ovejero, 1998; Sangrador, 1993; Yela, 2002) aun así los estudios sobre el amor no se ha ampliado a las personas con discapacidad.  El problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado y no en amar, de ahí cómo lograr que se les ame y ser dignos de ser amados (Fromm,1956). 

Llevando el amor a un enfoque cultural, en estos casos las normas sociales no permiten que dos individuos se amen libremente, el amor no es otra cosa que una serie de símbolos y representaciones inventados por la sociedad y esta misma sociedad fue la que dictaminó como se ama correctamente y la que dictaminó quien sí es digno de ser amado y quien no, implementando estereotipos de belleza, poder adquisitivo, educación, etc, etc. Claro que cada construcción del amor es diferente en cada tipo de sociedad, Emilie Durkheim explica que el amor surge del vínculo entre los individuos y no de la cultura o la estructura o cualquier otra cosa, así que el amor al ser una decisión que surge desde lo individual puede representarse en parejas homosexuales, heterosexuales, o en el poliamor. 

cuántas veces no hemos dicho o escuchado esa frase:- el amor no es para mi- el simple hecho de pensar ¿que es el amor? resulta complicado, y enredoso no sabemos explicar con claridad o de una forma objetiva “que es el amor”: se puede describir como un sentimiento más grande que el querer, como una de las palabras más banalizadas por exceso de uso, vivir, tal y como se entiende la vida, la vida es amar, el amor es el grado superior de la empatía, si bien suele ser bajo ninguna condición de por medio si no por inercia y ciertas peculiaridades de tiempo y circunstancia que van implícitas, pero en resumidas cuentas y con miedo a sonar cursi sin “vasito de mano”, entregarte de una forma total y tan altruista que no esperar que te devuelvan nada, son todas aquellas cosas que no nos atrevemos a decir, el amor es una contradicción, sentirte en casa, poder y vulnerabilidad al mismo tiempo. Una exposición básica y sencilla del amor, el amor es sentimiento intenso del ser humano que sabiéndose precario, sabiendo de su propia insuficiencia busca, necesita, el encuentro con otro ser humano esto se podría ver como una definición bastante espiritualizada y subjetiva, bastante idealizada, la capacidad de amar como cualquier otra capacidad está desigualmente distribuida, hay personas que tienen una gran capacidad de amar y otras que no la tienen en absoluto,amar no es ninguna obligación las personas no aman por mandamiento.

Dicen que el amor no ve de clases sociales, colores, razas, creencias, condiciones, entre otras cosas. Cuántas veces no hemos dicho o escuchado la frase -Todos tenemos derecho de amar- , pero hablando con personas y escuchando otros puntos de vista y observando desde otras realidades, la sociedad es la que tacha o acepta los distintos tipos de relaciones, las mismas personas, las mismas familias son las que dictaminan qué tipo de persona es la indicada para ti, es aquí donde empieza la discriminación, donde por ser de diferente clase social o por alguna otra cosa no pueden relacionarse y mucho menos de una manera afectivo- amorosa por el qué dirán. 

Todo esto pasa aún más con las personas con discapacidad, por un lado hay personas que apoyan más allá de la romantización que existe entorno a la discapacidad y el discurso de si ellos pueden nosotros también, y por otro lado están las personas que lo rechazan por el qué dirán, como vivirán, que si podrán dar y que no hasta caer en un discurso discafobico, esto genera en las personas con discapacidad, desconfianza, duda e inclusive soledad, así como el miedo latente a ser rechazado, a ser engañados o usados.

Preguntando a personas al azar que pensaban de las relaciones entre personas con discapacidad y persona con discapacidad y las que no padecen ninguna, las respuestas fueron variadas pero al final todo se resumía, a que las personas esperan que las que padecen una discapacidad están con alguien que también la tenga por ejemplo: una persona ciega tiene que estar con alguien que también lo este, porque así seria mas fácil, por otro lado al preguntarle a una persona con discapacidad visual que pensaba de esto su respuesta fue que el quería una novia y no una con la misma discapacidad que él, ya que quería que le mostraran el mundo de otra forma a como él lo conoce. Por otra parte el afecto en donde solo uno de sus integrantes padece una discapacidad puede ser cuestionado ya que se pueden tener opiniones fuertes, como que es por lastima, generando un perjuicio en estas relaciones y creando sentimientos de inseguridad en las personas que las componen. 

En gran medida estas relaciones son cuestionadas por las familia, ya que se espera que sus hijas o hijos o nietos, no importa, tengan una buena calidad de vida, puedan tener hijos salir con libertad, poder adquisitivo etc. y en muchos caso esto quizás no pueda ser posible, se tiene la creencia de que al estar con una persona que padece alguna discapacidad automáticamente te conviertes en cuidador o cuidadora y quizás en algunos caso si es asi, pero no se puede hacer una generalidad de esto. 

“Tuve suerte de que mi esposo nunca se fijara en mi discapacidad”

-Alejandra, 45 años

Hoy en día mucho escuchamos de la inclusión de las personas con discapacidad en cuestión de tener un vida integral, acceso a estudiar a trabajar y seguridad social, pero de nada sirve si no se presta atención a la parte emocional, se tiene que aprender a aceptar la diversidad y quitarnos los prejuicios de la mente, todas las personas tenemos la necesidad de afecto, amor y empatía y todos tienen la capacidad y derecho de ejercer una vida en pareja, conocer relaciones de personas con discapacidad, ya sea intelectual, motriz, física, auditiva, visual etc,. ayuda a eliminar el tabú que existe entorno a estas relaciones, La cuestión es que el tema del amor y la discapacidad no es un tema común, nadie habla sobre eso, muchas veces las personas que padecen alguna discapacidad llegan a sentirse invisibles ante las personas que no la tienen. 

Bibliografía: 

• Garcia. A. (02 de mayo de 2015). El amor como problema sociológico. Journals & Books. sciencedirect Recuperado de https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S0186602815000055?token=FAB7C193E095581A77C1CE328FBFBEC914B898CFAF79DBCD1AED291B6EC1CB174A6B16F37C02B250876BEE0210587335 
• Yela, C. (2002). El amor desde la psicología social. Ni tan libres, ni tan racionales. Madrid: Piramide.  
• Sangrador, J. L. (1993). Consideraciones psicosociales sobre el amor romántico. Psicothema, 5. Suplemento, 181 -196. 
• Ovejero, A. (1998). Las relaciones humanas. Psicología social teórica y aplicada. Madrid: Biblioteca Nueva. 
• Fromm, E. (1956). El arte de amar. españa, Paidós, p.13