Lo natural, lo inventado y el dilema
Osmar
Alejandro Ruelas Jara
Para
empezar, yo no tenía la más remota idea de que existiera una comunidad de
gitanos en nuestra ciudad. Eso por sí mismo ya me parece algo sumamente
interesante de analizar y entiendo lo intrigante que debió ser para los
antropólogos, psicólogos y sociólogos el haber querido investigar a esta
comunidad, en particular por su sentido cultural.
Ahora,
los estudios que abordan “lo cultural” siempre se enfrentan a una complejidad
metodológica (que personalmente no creo que alguna vez vayan a resolver sin
antes replantearse los principios epistemológicos de la investigación como
tal), como podría ser el caso de este documental, en la que tienen una
situación cultural particular y controversial
que, desde un punto de vista moral pero crítico, debería cambiarse; sin
embargo la investigación se limita a una descripción de esta realidad narrada
por los propios sujetos sin ninguna posibilidad de explorar más profundamente
en el tema.
No
quiero decir con esto que este documental o demás estudios culturales estén mal
efectuados, más bien están mal planteados y por eso se quedan cortos. Si de
antemano se hubieran ido a explorar esa comunidad con la intención de
“destacar” esos aspectos negativos y quizá hasta cuestionarles a los mismos
sujetos que entrevistaron sobre que creían de sus mismas creencias y de
aquellas que no son iguales a las suyas, quizá habrían obtenido información más
valiosa.
De
igual forma, creo que la investigación, académica o no, tiene una limitación
que es muy clara al simplemente interactuar con alguien más; si bien somos
personas diferentes, con distintas creencias, distintas prácticas y por
supuesto con distintos sentidos y cuestionamientos que nos han construido y
destruido a lo largo de nuestras vidas, no
puedo cuestionarle más allá de sus persona, quizá podría cuestionar su
discurso, señalar sus contradicciones o plantear nuevas interrogantes que quizá
no se esté planteando, pero no voy a ir a explicarla por qué está mal y por qué
debería hacer o dejar de hacer cierta práctica y mejor hacer algo más. No
tendría ningún sentido y no funcionaría de todas formas.
Ahora,
que yo no pueda hacer más que eso no tiene nada de malo, yo podría hacer muchas
cosas importantes desde esa posición, pero al final de cuentas quien tiene la
posibilidad de cuestionarse en su persona para cambiar es la persona misma,
pues claro que tiene la posibilidad de hacerlo, pues si negamos esa posibilidad
estamos haciendo que dependa de que yo vaya a decirle la verdad para
emanciparlo y que haga la revolución, o peor aún, hago que yo dependa de que
esa persona dependa de mi para que yo pueda hacer todo eso y pueda obtener
validación.
No
sé si es algo ingenuo de mi parte o hasta esperanzador, pero yo creo que cada
persona en el mundo es capaz de ser y dejar de ser por y para sí misma, aunque
quizá haya situaciones demasiado restrictivas.
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