¿Estás seguro que lo pensaste tú?
Representaciones Sociales
Brenda Paola Barragán Regalado
27 de mayo del 2020
¿Qué se te viene a la mente cuando piensas en una persona
gorda/flaca, rica/pobre, morena/rubia, asiática/europea/latina/etc.? Las respuestas
son tu referencia con la que te relacionas o abordas a una persona con esas
descripciones, aquellos rasgos característicos nos dicen más de lo que
podríamos saber por lo que contenemos en nuestro repertorio de marcos de
referencia.
Pensar que una persona latina es muy amigable, una
persona asiática es muy inteligente, una persona rubia es arrogante y un moreno
es pobre (que lleva a otro marco de referencia) es una representación social
(RS). En sociología y psicología social las Representaciones sociales siguiendo
las premisas de Jodelet, D. (1984) son el resultado de un proceso social de
categorización, abstracción, objetivación y anclaje de un objeto desconocido
para simplificarlo y poderlo comprender desde la familiarización con objetos ya
conocidos, todo esto en un proceso social que jamás es individual. El resultado
es un conocimiento del sentido común que se comparte.
¿Pero cuales son las funciones de las RS? Según Sandoval
(1997) citado por Araya, S. (2002 p.37) tienen cuatro funciones:
• La comprensión, función que posibilita pensar el mundo
y sus relaciones.
• La valoración, que permite calificar o enjuiciar
hechos.
• La comunicación, a partir de la cual las personas
interactúan mediante la creación y recreación de las representaciones sociales.
• La actuación, que está condicionada por las
representaciones sociales.
El primer teórico conocido como el padre de las RS es
Moscovici(1925-2014) quien desarrolló la primer definición de una
Representación Social y la fue modificando a medida que su pensamiento iba
creciendo, su definición varía en cuanto a la de Jodelet y otros teóricos como
Tania Rodríguez (2007), Sandra Araya(2002), etc. Sin embargo todos ellos
comparten un pensamiento en común, la importancia de las RS para la
comunicación, la interacción y la cohesión de los grupos sociales, encuentran
su objetivo en el apoyo a la comprensión optima de un fenómeno complicado,
abstracto y/o desconocido, al igual de reconocer que vienen en su pensamiento
primitivo de conocimiento popular, de sentido común, sin embargo difieren en la
naturaleza de estas mismas.
Una representación social contiene implícitas las normas
sociales, morales, ideales, valores, creencias, estereotipos y actitudes
características de la sociedad que las produce, es por ello que un mismo objeto
puede no responder a la misma RS de otra sociedad.
La complejidad con que se da este fenómeno es tal que las
personas llevan a cabo estos procesos sin darse cuenta de ello, la teoría de
las RS resulta desconocida y muchas veces difícil de entender para cualquiera
que no esté familiarizado con las teorías de representación y sin embargo, lo
entienda o no, es un participante más de esta.
Es como el pez que no sabe lo que es el agua, una
metáfora que me gusta aplicar cuando se habla de aquello que se desconoce pero
a la vez es muy familiar, las representaciones sociales permiten el proceso
comunicativo en todos los ámbitos de la vida social, vienen de la mano con las
metáforas del lenguaje y los conceptos con los que nombramos las cosas.
Las metáforas del lenguaje son una simplificación del
objeto que ignora una parte de este para realzar aquella en que se quiere
enfocar, una metáfora denota una característica ejemplificada en otro objeto
para anclarla con él y lograr una familiarización de este, sin embargo hacer
uso de metáforas es el resultado de una Representación social y no una RS como
tal.
Podemos leer cinco teorías sobre las RS con diferentes
argumentos y sin embargo el tema puede quedar abstracto a menos que lo
aterricemos en un ejemplo.
Cuando hablamos de obesidad las ideas que se nos vienen a
la mente son descuido, enfermedad, mala salud, malo, pecado, desprecio, glotón,
flojo, anormal, anti estético, etc. Todas estas referencias del “objeto” no
vinieron solas a nuestra mente, son el resultado de un proceso de objetivación
y anclaje sobre un fenómeno del que medicamente se sabe poco (en lo popular)
pero socialmente se tiene bien definido, bajo estas premisas las personas con
obesidad son tratadas.
La obesidad es un problema social que podría ser un
resultado del posmodernismo, la individualización de los problemas sociales
buscando que recaigan en el individuo siguiendo las normas de la sociedad
liquida según Bauman (2014). Si lo pensamos un poco más a fondo analizando el
contexto histórico de la obesidad vemos que la obesidad no siempre ha sido
considerada una enfermedad y algunas de estas representaciones sociales se
relacionaban con el prestigio, abundancia y como símbolo de salud. Romero-Juárez,
A., & Arellano-Gálvez, M. D. C. (2020a p.7)
Contrariamente a la opinión popular, en lo que consta de
las causas de la obesidad influyen
factores externos al individuo que no pueden ser controlados por este, el
estatus socioeconómico, las características del entorno físico, la educación,
la cultura, los medios disponibles para la vida, disposiciones genéticas y
metabólicas, el trabajo, el ritmo de vida dictado por las actividades
productivas de una sociedad, todo aquello influye en los hábitos alimenticios y
de salud de una persona.
Sin embargo hoy en día la obesidad se maneja como un
problema de salud del cual el individuo que la padece tiene completamente la
culpa pero paradójicamente las instituciones de salud en su definición lo
describen como un problema de salud pública que es abordado individualmente.
Es cierto, existen programas de salud que buscan
disminuir el índice que obesidad infantil a través de la promoción e
implementación de actividades extra curriculares en las escuelas, por ejemplo.
Sin embargo la epistemología del problema los hace recaer en la falacia de que
cada individuo es responsable de mantener su salud física integra, por lo que
las orientaciones medicas pueden o no funcionar dependiendo del paciente.
No podemos ahondar en este tema y abordarlo desde todas
las perspectivas necesarias para un buen análisis, como ejemplo únicamente
estamos tomando las representaciones sociales que giran en torno a la obesidad
cuando se piensa en ella pero no cuando se vive o usando la perspectiva de
género donde podemos ver una división grande y marcada en la concepción de la
obesidad masculina y femenina, donde en el hombre llevar a cabo una dieta o
cuidar minuciosamente su salud es sinónimo de ser gay y la mujer no tiene el dinero para llevar a cabo un plan de
alimentación porque el esposo es quien provee el dinero y decide en qué se
gasta, pero de nueva cuenta son representaciones sociales y construcciones
sociales las que giran en torno a ese estatus.
De acuerdo a los resultados del estudio de Romero-Juárez,
A., & Arellano-Gálvez, M. D. C. (2020b) las personas con obesidad no solo
reconocen los estigmas en que se encuentran, las representaciones sociales que
giran en torno a su condición y las sufren, sino que las reproducen, una
persona obesa reconoce que es difícil establecer una relación amorosa con
alguien debido a su aspecto y en el mismo orden afirma que no estaría con una
persona obesa tampoco.
Las representaciones sociales permiten enjuiciar un
objeto y determinar si es bueno o malo, las consecuencias de este tipo de
afirmaciones son los resultados culturales de la sociedad que los reproduce,
como un reflejo. Una sociedad moralmente religiosa cuya hegemonía descanse en
una sola religión generará RS
estereotipadas en cuanto a las demás religiones, cualquiera que no sea la
imperante y las prácticas sociales y culturales que vayan en contra de sus
creencias y/o valores.
Una sociedad con reglas de moda estrictas donde se
reconozca la delgadez como la hegemonía de la belleza verá en los cuerpos no
delgados fealdad y menosprecio pero a la vez las industrias de la moda están
ante la oportunidad de sacar ventaja al ofrecer alternativas de tratamientos
que consigan el adelgazamiento de los cuerpos “anormales” a través de sus productos
y así conseguir una capitalización de los cuerpos, pero eso es otro tema. Todo
se entrelaza y esa es la complejidad de las realidades.
Referencias
Araya Sandra (2002), Las representaciones sociales. Ejes
teóricos para su discusión.
Cuadernos de Estudios Sociales 127, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Sede Académica
Costa Rica, pp. 9-46
Bauman, Z. (2014). Para
qué sirve realmente un sociólogo. España: Paidós
Jodelet, Denise (1984) “La Representación Social:
Fenómeno, Concepto y Teoría”, en:
Psicología Social, II (compilado por Serge Moscovici) Buenos Aires: Paidós, 1986, pp. 469-494.
Lakoff , George (2007). No pienses en un elefante.
Lenguaje y debate político. Primera
parte: Teoría y aplicación. Editorial Complutense S.A, España. Capítulo I, 23-59
Rodríguez, Tania. 2007. “Sobre el estudio cualitativo de
la estructura de las representaciones
sociales”, en: Representaciones sociales. Teoría e investigación, coordinado por Tania Rodríguez y María de Lourdes
García. Guadalajara: Editorial CUCSH-
Universidad de Guadalajara, pp. 157-188
Romero-Juárez, A., & Arellano-Gálvez, M. D. C.
(2020). Representaciones sociales
de la obesidad, la alimentación y el ejercicio entre personas con obesidad en la Ciudad de México. Estudios
Sociales. Revista de Alimentación
Contemporánea y Desarrollo Regional, 30(55), 3-28. https://doi.org/10.24836/es.v30i55.878
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