domingo, 24 de mayo de 2020

La complejidad del trabajo humano


La complejidad del trabajo humano: hasta el trabajo como mercancía. 

En la sociología, las nociones de clase positivista para el estudio de la
sociedad, como su conjunto, son aun validas; que aunque sin congruencia entre
teoría y práctica. Dada la homogeneidad que se tiene pensada para las teorías de
estructuras sociales, aunque también se encuentra un paradigma al análisis
funcional. Quizá, los métodos y herramientas ya conocidas para la sociología,
como ciencia, se han quedado análogos. Un conjunto de intereses creados por
unos cuantos, desde cierta época. Han caducado paulatinamente los clásicos, y
de algunos otros aun quedan sus ruinas. En una línea de materialismo histórico,
cabe la necesidad de su estudio, para conocer la evolución de la ciencia; un error
constante de esta época, y de las épocas anteriores a un suceso siguiente de
creación metodología y científica, es querer quedarse solo con lo conocido,
casarse con una teoría, idealizar de magnificas las cabezas de su época para
explicar la vida sociales 300 años después. La explicación que comprende las
relaciones sociales, desde sus épocas más remotas al Homosapiens; con la
capacidad de evolución de sus extremidades, sus capacidades cognitivas, y por
ende, otra versión del humano que logra tener una relación desde su cuerpo con
la tierra en la que esta habitando.

El trabajo, comprendido desde una noción antropológica, hasta una la
deshumanización de las jornadas laborales en nuestras épocas. Una función
estructural en sus funciones manifiestas y latentes, dejando de lado las
capacidades naturales del humano. Por un progreso histórico, de la mano con la
tecnología, y el capitalismo se ha dado: la desnaturalización del cuerpo humano, la
relación con la tierra, la mercantilización de la vida en todos los sentidos.
Bendecidos por la política, la economía y renegando las subjetividades humanas.

Del trabajo como naturaleza humana

Privados de una serie de herramientas con las que sí cuentan otros animales en
su diseño anatómico por naturaleza, los seres humanos nos hemos visto, a lo
largo de todo nuestro camino evolutivo, en la necesidad no sólo de adaptarnos a
las condiciones materiales de una forma en que ningún otro animal lo ha hecho;
sino que hemos, de alguna manera, transformado también nuestro entorno con el
fin de lograr sobrevivir. Es decir, a través de sus habilidades, nuestros
antepasados se las arreglaron para crear, a partir de la naturaleza, las
herramientas que no poseían de forma natural pero sí les eran indispensables
para sobrevivir. Esto sucedió de manera muy lenta y por etapas, siendo la primera
de estas, la separación de tareas entre las patas traseras y delanteras.
Habiendo logrado una distinción de funciones entre la patas delanteras y las
traseras, nuestros antepasados simiescos habían dado ya un paso decisivo en la
evolución de la especie. Aun si, bien, perfeccionar esta separación y
especialización de tareas le llevaría centenares de miles de años, por fin >>la
mano era libre y podía adquirir ahora cada vez más destreza y habilidad; y ésta
mayor flexibilidad adquirida se transmitía por herencia y se acrecía de generación
en generación<< asevera Engels en su texto ¨El papel del trabajo en la
transformación del mono al hombre¨. Liberada de sus tareas como punto de apoyo
para andar, la mano simiesca se vio no solo en la libertad, sino también en la
necesidad de desarrollar sus tendones, músculos, huesos y con estos su
flexibilidad, fuerza, habilidad para realizar tareas cada vez mas complejas y
especializadas que iban desde sostener un fruto, pasando por empuñar un garrote
y en una etapa posterior, afilar una piedra sílex para convertirla en un cuchillo; es
decir, la mano estaba en condiciones para desarrollar todo su potencial, claro que
fueron etapas evolutivas generaciones tras generaciones.
A este proceso a través del que el mono-hombre va a transformar un trozo de
naturaleza en un producto,cual él quiera que le sea necesario para su

supervivencia, le damos el nombre de: trabajo. Utilizamos el concepto de trabajo
desde su significado más etimológico para definir nuestra investigación. Es decir,
lo que entendemos aquí por trabajo es la utilización del metabolismo del ser
humano para la realización de una tarea determinada.

A lo largo de este proceso del desarrollo de la realización de las herramientas que
el hombre va a necesitar, no solo el acabado de la misma se va a perfeccionar,
sino que la mano que lo realiza también adquirirá, a través de la práctica una
mayor habilidad. Es decir, el trabajo cada vez va a perfeccionar más, la
herramienta como producto, a la vez que, a través de la reproducción de este
trabajo, la mano que lo realiza se perfeccionará también. En este sentido, nos es
permitido decir que >>la mano no es sólo el órgano del trabajo; es también
producto de él<<. Sin embargo, y es muy necesario entender y tener en cuenta
desde ahora que ¨la mano¨ no es algo que exista por si solo y de manera
independiente, sino que es parte de un organismos mucho mas complejo al que se
encuentra necesariamente subordinada. La importancia de lo que mencionamos
en este momento adquirirá especial relevancia mas adelante, por ahora,
continuaremos con las implicaciones necesarias del perfeccionamiento de la
mano.
A estas alturas del desarrollo del ¨humano en formación¨, apoyado en su mano
cada vez mas hábil y en sus herramientas, que en si mismas son naturaleza
trasformada, le es posible (al humano en formación) trasformar la naturaleza de
manera más eficaz. Haciendo una conclusión que quizá parezca anticipada,
podemos decir que el humano, al carecer el mismo de naturaleza, va a trasformar
a través de su trabajo la naturaleza que le rodea, esto con el fin de asirse de lo
que necesita para sobrevivir. Dicho esto, nos aventuramos a afirmar que si hay
algo que sea susceptible de ser considerado como naturaleza humana o natural al
ser humano es el trabajo.

Sin embargo el trabajo, señalado anteriormente, no es solo esta parte
¨natural¨ del humano en formación, sino que por el contrario, el trabajo funge como
un puente de influencia desde el ser humano en formación hacia la naturaleza.
Dicho en otras palabras, el trabajo actúa como agente de transformación de la
naturaleza. Nos referimos al trabajo como una relación Humano-Naturaleza y
Naturaleza-Humano porque es a través de esta actividad que los seres humanos
en formación van conociendo poco a poco el entorno que les rodea y
apropiándose más, a la vez que van siendo más propios ellos mismos de la misma
naturaleza. Esta es la forma en que el humano en formación va a acrecentar el
conocimiento colectivo que tiene acerca del medio ambiente, incrementando, al
inicio de una manera de igual manera primitiva nuevos usos a esta misma
naturaleza y a su mismo metabolismo físico, relación humano-naturaleza.
La comprensión del ser humano respecto del mundo que le rodea aumenta de la
misma forma que sus horizontes se amplían cada vez más: descubre en los
objetos nuevas potencialidades que antes ignoraba, así como nuevas
posibilidades para reconvertir y adaptarse al ecosistema para vivir. Transforma, a
través del trabajo, la naturaleza que le rodea para verse beneficiado. Sin embargo,
como sabemos este trabajo no es individual. El desarrollo de trabajo aumenta la
actividad conjunta y la mutua ayuda entre los individuos. El ser ¨humano en
formación¨, >> como el animal mas sociable<< ve con buenos ojos la cooperación
de mas individuos en la realización del trabajo, de manera que esta actividad
colectiva comienza a ser mas frecuente y a la postre resulta ser beneficiosa para
todos en conjunto así como para cada individuo por separado. Estos resultados
van a reflejarse directamente en la conformación de grupos humanos cada vez
más numerosos, conformando así grupos sociales mas organizados.
De esta manera, pronto ¨los humanos en formación¨ se van a ver enfrentados a la
necesidad de comunicarse de manera más efectiva. Como hemos visto antes, la
necesidad obliga a la adaptación y en este caso no será diferente. Con el paso del
tiempo y el ensayo de la comunicación a través de sonidos emitidos por la boca, la
laringe se va a transformar a la vez que los órganos bucales adquirían la

capacidad de emitir sonidos paulatinamente más articulados. Es de esta manera
que el lenguaje va a formar parte de la vida de los ¨humanos en formación¨.
Gracias al lenguaje hay una mayor comprensión del mundo así como una mayor
capacidad de transmitir información de un individuo a otro. Se transmite
conocimiento, así como la percepción de la realidad de unos a otros. Esto pone al
alcance del ¨humano en formación¨, la posibilidad de una mejor comprensión del
mundo al igual que la formación de una conciencia colectiva.
De este modo, atreves del trabajo y del posterior trabajo conjunto es que los
homínidos se van a ver en la apremiante necesidad de desarrollar un sistema de
comunicación mas funcional. Necesidad que se va a ver satisfecha a través de la
configuración de un incipiente lenguaje bucal que terminara por ser un lenguaje
hablado. De tal suerte, podríamos decir que el trabajo va a desempeñar un papel
vital en ¨la transformación de mono al hombre¨. Fue a través del trabajo mismo
que la mano del mono se transformo en la mano del hombre, fue a través del
trabajo que el humano subordino y se apropio de la naturaleza para sobrevivir: es
entonces cuando nuestra aparentemente apresurada aseveración acerca de la
naturaleza del ser humano adquiere fundamentos. Gracias la trabajo somos lo que
somos, y esto no solo es a nivel individual sino que fue también el trabajo colectivo
el que obligó al los homínidos, que si bien eran animales relativamente sociables,
desarrollar un lenguaje funcional hablado del que anteriormente carecían. En este
punto es que el trabajo adquiere relevancia como relación social entre los hombres
en formación.

Sin embargo, las cosas no se van a quedar así, la conformación de las sociedades
humanas cada vez va a adquirir una mayor grado de complejidad, así como las
relaciones de que se integrar y la súper estructura que hará pesar sobre ellas
mecanismos cada vez más complejos; reduciendo gradualmente la ¨solidaridad
mecánica¨, por decirlo de una forma más sencilla a mayor civilización, menos
humanidad. Una sombra amenazante se cierne sobre la historia de los seres
humanos, una oscura y amenazadora sombra que se presenta como progreso y
prosperidad. El trabajo como mercancía. (CONTINUA...)

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